15 Feb El Dad Bod al poder
¿Cuál es la clave que los identifica? Definitivamente, no los abdominales bien marcados. El Dad Bod (“cuerpo de papá”), nuevo fenómeno exportado desde los Estados Unidos, aparece como una especie de contestación a la estética cuidada y el culto al físico híper trabajado popularizados por el metro y el lumbersexual (modelos opuestos entre sí pero que prefieren un cuerpo fuerte y musculoso), y se postula como una manera de balancear el poder darse gustos con la comida. sin perder el sex appeal.
Rebobinando un poco, la definición fue creada por Mackenzie Pearson, una estudiante norteamericana de 19 años que después de hacer causa común con sus amigas de la facultad publicó un artículo en su blog “The Odyssey” (theodysseyonline.com/clemson/dad-bod) explicando las ventajas que este estereotipo masculino, que se estaba volviendo tendencia en los campus yanquis, ofrecía en una relación amorosa. Estaba lejos de imaginarse que había dado con una tendencia que excedía el ámbito universitario, y que tocaba una fibra sensible en lo referido a la percepción que las mujeres tienen de los cuerpos de los hombres, y también de los propios.
Entre las ventajas que Pearson resalta de este tipo de físico está el hecho de que las chicas no se sienten intimidadas por tener un hombre más lindo que ellas al lado, o ya saber cómo se va a ver un novio dentro de unos años (ahorrando el ejercicio mental de imaginarlo con unos kilos más). Y no menos importante: poder comer cosas ricas con él y acurrucarse mejor. Pero si se analizan un poco más sus razones, la mayoría tiene que ver con cómo las mujeres se ven a sí mismas y las exigencias culturales respecto del físico femenino.
Quizás el verdadero atractivo de estos hombres de perfil Dad Bod pasa por permitirse tener una imagen más humana y natural, menos ensayada si se quiere, la de alguien que disfruta de comer sin culpa y asume “la pancita cervecera”. Pero la tendencia también refleja la presión omnipresente que muchas mujeres siguen sintiendo por estar flacas y “perfectas”. Cabe preguntarse si el éxito de este modelo aplica en reversa, es decir, que pasaría si habláramos de mujeres con un peso corporal mayor que el señalado por los rígidos estándares de nuestra cultura actual como el nuevo ícono sexy.
Volviendo al Dad Bod, que se recalca “no es obeso pero tampoco posee un cuerpo lleno de músculos”, también generó algo de controversia, ya que fue considerado por algunos medios como una “atrocidad sexista”. Mientras tanto la tendencia continúa viralizándose y despertando parodias en las redes sociales, donde muchos hombres con un poco de panza se adueñaron del concepto y lo convirtieron en su bandera.
Lo más insólito de todo es que según la revista TIME, quienes consultaron con científicos, Pearson la pegó bastante con el tema, ya muchos de estos “papitos” terminan efectivamente ganando peso cuando tienen hijos. Un estudio publicado en el American Journal of Men’s Health, sobre una base de 10.623 hombres observados desde los 12 y seguidos durante 20 años, ratificó que el índice de masa corporal (relación entre peso y altura) cambiaba a lo largo del tiempo en la medida en que los hombres se convertían, o no, en padres. Aquellos que lo hacían tenían un incremento de casi tres puntos en su IMC. Para algunos esto no será ninguna sorpresa, ya que el mismo fenómeno en todo caso podría rastrearse entre mujeres que se vuelven madres. Pero a no inquietarse: no es necesario ser papá para cultivar un “Dad Bod look” que atraiga miradas en la playa. Lo verdaderamente interesante de todo esto es la posibilidad de que, este verano, baste con relajarse y dejar que la naturaleza siga su curso.
Hollywood relaja, relajemos todos
Los cuerpos menos estilizados, tanto de hombres como de mujeres, vienen abriéndose paso en la meca de la perfección y el retoque fotográfico (y la fuente de trastornos de alimentación, dismorfias y otros padecimientos contemporáneos). Contra todo pronóstico, parece que por fin se flexibilizaron esos estándares irreales que hasta hace poco, sin embargo, se mantenían inamovibles. Estrellas como la comediante Amy Schumer o Lena Dunham (protagonista de la serie Girls, de HBO) son algunas de las militantes de este cambio de paradigma, ya sea desde sus trabajos en series y películas como en las entrevistas que dan a los medios.
Ciertos emblemas del mundo de la moda, como el histórico calendario Pirelli, también están empezando a reflejar estos nuevos estándares hollywoodenses, con cuerpos de mujeres reales sin retoques posteriores a pedido explícito de la prestigiosa fotógrafa Annie Leibovitz, cuyo objetivo, según sus propias palabras, es mostrar la belleza de otros tipos de cuerpos. Aparte de Schumer participaron de la edición 2016 del calendario Serena Williams, Patti Smith y Tavi Gevinson, la creadora de la popular revista de moda Rookie, reconocida por su postura feminista sobre esta y otras cuestiones.
Por el lado de los hombres, aunque quizás con menos declaraciones públicas y más frescura, muchos actores y músicos de primera línea hoy no solo se muestran con kilos de más o físicos menos trabajados en primera plana, sino que publican orgullosos fotos alegóricas en sus cuentas de Instagram y otras redes sociales, haciendo del hashtag #DadBod un recurrente.
Mientras tanto, las publicaciones en la web arman listas con los Dad Bods más sexys de Hollywood. ¿Algunos de los elegidos? Leo DiCaprio, Jason Krasinski, Paul Rudd, Seth Rogen y Alec Baldwin, quien a sus 57 años sigue seduciendo a las audiencias. Quizás ahora ya sabemos el secreto de su éxito.
LA NACIÓN