01 Feb Establishment vs. outsiders, el duelo que marca el inicio de las primarias
NuEVA YORK.- Iowa comenzará a dirimir hoy la pelea por la Casa Blanca entre los políticos del establishment y los outsiders, una inesperada contienda que ha trastocado la elección presidencial de Estados Unidos.
Luego de meses de campaña, 11 debates (siete republicanos, cuatro demócratas) y millones de dólares gastados en publicidades, unas 280.000 personas participarán del caucus que abrirá las elecciones primarias de Estados Unidos en las que se elegirá a los candidatos presidenciales para los comicios de noviembre próximo.
Este año, Iowa, un rectángulo chato enclavado en el “cinturón del maíz” de Estados Unidos, ha acaparado mucha más atención que en otras elecciones. El caucus, un sistema en el se eligen delegados a través de asambleas partidistas, puede ser mucho más determinante e influyente que en años anteriores, a la altura del de 2008, cuando le otorgó un fuerte impulso a Barack Obama en su camino hacia la Casa Blanca.
Será el inicio de una interna atípica. Hay 12 candidatos en el Partido Republicano y tres en el Partido Demócrata, pero la elección estatal se ha cerrado en cuatro figuras: por los republicanos, el magnate inmobiliario Donald Trump y el senador ultraconservador de Texas Ted Cruz, dos outsiders cuyas críticas a Washington han sido la piedra angular de sus campañas; por los demócratas, Hillary Clinton, y el senador socialista de Vermont, Bernie Sanders, otro outsider.
Trump y Cruz han peleado voto a voto en Iowa, devenido el epicentro de su terremoto político. Cruz es el más apremiado por un triunfo.
El texano recorrió en los últimos meses los 99 condados estatales en un hercúleo esfuerzo por movilizar a los evangélicos, su base de apoyo. Su padre, Rafael Bienvenido Cruz, un pastor evangélico cubano radicado en Texas, viajó a Iowa para hacer campaña por su hijo.
Sondeos
Las últimas encuestas muestran a Trump en la delantera, con un 30,4% de respaldo, según el promedio de sondeos del sitio RealClearPolitics. Cruz, que un par de semanas atrás había logrado superar al empresario y saltar al primer puesto, cayó al segundo lugar con un respaldo del 24,2%.
“Soy alguien que sabe cómo ganar. Cierro el trato”, dijo ayer Trump, fiel como nunca a su estilo arrogante y confiado, en una entrevista con la cadena ABC, en la que, con todo, afirmó que no esperaba contar con ventajas de dos dígitos en varios estados, tal como muestran las encuestas. Cruz se mostró cauto: “Si los conservadores se presentan, vamos a ganar”, dijo.
Detrás de Trump y Cruz aparece el senador de Florida Marco Rubio, antaño figura mimada por el movimiento ultraconservador Tea Party y ahora devenido en el candidato “moderado” mejor posicionado, un lugar que ha comenzado a transformarlo en la gran esperanza del establishment.
Una encuesta del diario Des Moines Register y Bloomberg, realizada por Ann Selzer, famosa por haber acertado en años anteriores con precisión quirúrgica los resultados del caucus de Iowa, también pronostica como ganador a Trump, seguido de Cruz y Rubio.
Después de Iowa, las primarias se trasladarán a New Hampshire la semana que viene, pero el día que concentrará todas las miradas será el 1° de marzo, el llamado “supermartes”, en el que varios estados en simultáneo votarán a sus candidatos preferidos.
Campaña antagónica
La interna demócrata es antagónica a la del Partido Republicano, envuelto desde hace años en una crisis de identidad que quedó al descubierto como nunca por la irrupción de Trump.
Del lado demócrata sólo hay tres candidatos, y Hillary Clinton es la gran favorita para quedarse con la nominación, aun a pesar de que Sanders le ha impuesto una pelea mucho más reñida de lo previsto.
En Iowa, Sanders ha logrado recortar la enorme ventaja de Clinton, que llegó a estar más de 20 puntos arriba en las encuestas.
Ahora aparece a poco más de tres puntos, según el promedio de RealClearPolitics. Clinton y Sanders pelean voto a voto.
Clinton quiere evitar el mal trago de 2008, cuando Obama se impuso en Iowa y logró un impulso tal en la carrera presidencial que ya nada lo detuvo.
La encuesta de Selzer también da como ganadora a Clinton. Su sondeo le otorga un 45% de intención de voto, contra 42% de respaldo para Sanders.
El carismático senador socialista, acusado por sus críticos de querer convertir a Estados Unidos en un país escandinavo, cuenta con que sus voluntarios movilicen a la gente de Iowa para ganarle a Clinton.
“La gente está realmente entusiasmada y si viene a votar creo que producirá una de las mayores sorpresas políticas en la historia moderna de nuestro país”, dijo Sanders a la cadena CNN.
La última vez que la primaria presidencial de Iowa acaparó tanta atención fue en 2008, cuando el entonces senador Barack Obama quebró los pronósticos y se impuso ante Hillary Clinton.
El propio Obama reconoció que sin ese triunfo su camino hacia la nominación quizá jamás se hubiera abierto. Lo interesante es que ese tipo de giros políticos los construyen pocas personas. Iowa tiene poco más de tres millones de habitantes, pero el caucus estatal, influyente en las elecciones presidenciales, atrae sólo a poco más del 10% de la población.
En 2008, un año con una participación inusualmente alta, participaron del caucus 359.000 personas. Este año se espera que unas 280.000 concurran a las asambleas en las que se elegirá a los delegados.
Con su voto, comenzará a definirse quién será el próximo líder de la primera potencia global.
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LA NACION