27 Jan Brasil se militariza para frenar al mosquito del zika
RO DE JANEIRO.- Brasil movilizará a sus fuerzas armadas para luchar contra el mosquito Aedes aegypti, que genera pánico en toda la región. Después de que el ministro de Salud reconoció que se está perdiendo la batalla contra el temido insecto que transmite los virus del dengue, zika y chikungunya, el gobierno de Dilma Rousseff anunció que pondrá 220.000 soldados en las calles para eliminar reservorios de agua estancada donde se desarrollan las larvas, fumigar y distribuir tanto repelentes como folletos de prevención.
“Tenemos conciencia exacta de que sólo seremos victoriosos en esta lucha si contamos con la contribución de la gente”, afirmó Marcelo Castro, titular de Salud, que poco antes había irritado al propio Palacio del Planalto al señalar: “Hace tres décadas que estamos con el mosquito en Brasil y estamos perdiendo feo la batalla”.
El operativo militar antimosquito comenzará el 13 de febrero con la visita de efectivos de las fuerzas armadas a domicilios privados y lugares públicos, donde se llevará adelante una campaña para fumigar y erradicar recipientes de agua donde pueden crecer las larvas del Aedes aegypti. Además de repartir información básica de prevención, se entregarán de forma gratuita repelentes para unas 400.000 mujeres embarazadas de bajos recursos que ya son beneficiarias del programa social Bolsa Familia.
“Fuerzas armadas, policías militares, bomberos, agentes comunitarios, alcaldes, secretarios estatales, todos están movilizados contra el enemigo número uno de Brasil hoy, que es el mosquito Aedes aegypti”, resaltó el ministro Castro, 65 años, cuya gestión de esta crisis de sanidad es muy criticada.
Psiquiatra de profesión, Castro era diputado del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal aliado del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), hasta que en octubre Dilma lo designó ministro en un intento de calmar las tensiones con su agrupación y garantizarse el apoyo de los pemedebistas en la pulseada en torno a su impeachment en el Congreso. Los especialistas y la prensa brasileña han cuestionado su aptitud para el cargo, mientras el Aedes aegypti hacía de las suyas.
El dengue estalló y ya se llegó a la cifra récord de 1,6 millones de infectados, mientras que aumentaron también vertiginosamente los casos de zika y chikungunya, con entre 500.000 y 1,5 millones de afectados (las autoridades brasileñas no tienen números precisos porque no fueron identificadas como enfermedades de notificación obligatoria).
Para colmo, los médicos han vinculado el virus del zika con el incremento de los casos de bebes recién nacidos con microcefalia, defecto por el cual el cráneo es anormalmente pequeño y puede causar problemas de desarrollo intelectual. Se cree que esta malformación proviene del zika, que es transmitido a través de la placenta de la madre infectada. Desde el año pasado ya se registraron unos 3900 bebes con microcefalia, cuando en 2014 apenas hubo 147.
Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió ayer que hasta el momento la evidencia de la relación entre el zika y la microcefalia es circunstancial, no descartó que las investigaciones confirmen el vínculo. Y, por lo pronto, emitió una alerta sanitaria en todo el continente americano, donde el zika ya se ha esparcido por 21 países y territorios.
“Podemos esperar ver la enfermedad en más lugares. Estamos trabajando y es difícil eliminar el mosquito”, señaló en Ginebra el vocero de la OMS, Christian Lindmeier, que de todos modos calificó de “algo fatalista” las declaraciones del ministro de Salud brasileño acerca de que el país está perdiendo la batalla contra el Aedes aegypti.
A partir del próximo mes, la tropa antimosquito se concentrará en el nordeste de Brasil, donde se ha registrado la mayor cantidad de los casos de zika y microcefalia. Es también la zona más pobre del país, donde la gente tiene menos información.
Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea ya han aconsejado a las mujeres embarazadas que eviten viajes a Brasil y otros países americanos con alta incidencia de zika.
Estas medidas cayeron muy mal, especialmente en Río de Janeiro, que se prepara para recibir a miles de turistas extranjeros para el Carnaval, del 5 al 9 de febrero. En la cidade maravilhosa, donde cada vez es más difícil conseguir repelentes en farmacias y supermercados, la alcaldía realizó ayer un operativo de fumigación en el Sambódromo Marqués de Sapucaí, donde las tradicionales escolas de samba desfilarán el domingo 7 y el lunes 8, frente a unas 70.000 personas.
“La preocupación es muy grande porque Río es una ciudad de grandes eventos. Durante el Carnaval habrá una aglomeración de personas de diversas partes del mundo y de Brasil, facilitando la entrada del virus”, apuntó a la prensa el vocero de la Secretaría de Salud de la ciudad, Marcos Vinicius Ferreira, mientras equipos sanitarios, vestidos con trajes amarillos y máscaras, rociaban insecticida por la pista y las tribunas del Sambódromo.
Se teme además que el brote del zika ahuyente a extranjeros que tienen pensado visitar la ciudad para los Juegos Olímpicos, del 5 al 21 de agosto. La ciudad está repleta de canteros de obras para las Olimpíadas, y con la gran cantidad de lluvia que ha habido en las últimas semanas se acumuló en ellos bastante agua, situación que favorecería la propagación de los mosquitos.
Estudian un nuevo caso en la Argentina
El Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Dr. Julio Maiztegui descartó ayer que el paciente de Rosario con sospecha de zika estuviera infectado por el virus, mientras que estudia las muestras que recibió de una paciente de 23 años que reside en la Capital Federal.
El Ministerio de Salud porteño informó que se trata de una mujer que regresó con su familia de Colombia. Consultó en un centro privado, donde se descartó la infección por dengue y chikungunya, y derivó la muestra para descartar zika al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Un primer análisis dio resultado positivo para el virus. Como lo indica el procedimiento a seguir, se enviaron las muestras al Maiztegui, de Pergamino, para el segundo análisis. Este resultado, que aún se aguarda, confirma o descarta la infección de manera definitiva.
El último Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación indica que se descartaron tres casos probables de zika de Córdoba, Santa Fe y Ciudad de Buenos Aires. Los dos últimos casos habían viajado a Brasil.
LA NACION