05 Nov Tinder laboral, la estrategia de las empresas tecnológicas para seducir candidatos
Por Clarisa Herrera
Aunque suene un poco arrogante, Martín, a punto de cumplir 30 años, piensa en cerrar su cuenta de LinkedIn. Su correo electrónico desborda de alertas con ofrecimientos laborales y solicitudes de entrevistas que no alcanza a revisar. La razón es sencilla: él está entre los pocos especialistas en análisis de Big Data que tiene el mercado cuando todos los pronósticos señalan a estos “científicos de datos” como una de las profesiones tecnológicas más demandadas del momento. “Trabajo en una compañía tecnológica argentina de primer nivel, estoy conforme con mi sueldo, con el clima laboral y con la posibilidad de participar en proyectos nuevos”, señala. Aunque no busca trabajo, un colega le comentó la existencia de Ubit, una aplicación móvil desarrollada por el portal de empleos Bumeran que, con la lógica de Tinder, permite ver y evaluar las distintas ofertas laborales para profesionales tecnológicos. “La bajé porque me pareció una forma divertida y rápida de ver qué ofrece el mercado. En mi caso estoy bien, lo único que podría mover la aguja es tener menos tiempo de viaje porque vivo en zona sur, si surge algo así quizá lo evalúe”, completa.
El caso de Martín refleja una tendencia compleja y creciente en la industria tecnológica: el marcado crecimiento de esta última en los últimos años no encuentra eco en el mercado laboral, donde la demanda supera ampliamente la oferta de este tipo de profesionales. Ante esta coyuntura, Bumeran pensó que en el mundo móvil estaría la mejor solución: el resultado fue el desarrollo de una app que conecta empresas con profesionales tecnológicos al estilo de Tinder, es decir, una dinámica que refleja un patrón de conducta de una generación y de una época.
“Advertimos que la dinámica del portal no se replicaba en Universo Bit, el nicho específico para empleos tecnológicos. A nivel general, la cantidad de gente que buscaba trabajo superaba la oferta mientras que en el segmento tecnológico ocurría exactamente a la inversa, eran muchas más las compañías que buscaban a estos candidatos”, explica Federico Villa, Country Manager de Bumeran.
Cabe destacar que en los últimos diez o quince años la industria tecnológica argentina ha evolucionado a una velocidad notable. “Hoy tiene lugar una batalla campal entre las empresas por estos profesionales, dado que la industria tiene una tasa de crecimiento de las mejores de la economía local, algunas compañías no pueden a veces tomar más proyectos porque les faltan recursos”, indica Daniel Laco, coordinador de la Comisión de Recursos Humanos y Educación de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos Argentina (Cessi).
Según cifras de la entidad, hay en el país un faltante de entre 10.000 y 15.000 puestos anuales relacionados con la tecnología. “En la Argentina, al igual que en el resto del mundo, se padece de falta de talento para ocupar posiciones tecnológicas”, señala Eugenia Schettini, recruiter de perfiles tecnológicos. “Si están satisfechos en su posición actual, es difícil que respondan a otra oferta; para peor, están acostumbrados a recibir muchos ofrecimientos”, indica Schettini.
De acuerdo con Villa, se trata de personas con habilidades especiales, muy inteligentes y que se manejan con parámetros muy objetivos. “Son un perfil joven que suele considerar invasivo que los busquen todo el tiempo. No es posible hacer un approach para conquistar este nicho de la misma manera que al resto del mercado”, admite.
“Conozco bien los valores de mercado y ninguna de las ofertas que recibí y recibo supera lo que hoy gano ni mis condiciones laborales”, cuenta Christian (38), que desde hace diez años trabaja en una empresa financiera y se desempeña como jefe del área de Seguridad Informática. “Descargué la aplicación para detectar si quizás existe una oferta mejor que lo que tengo, en ese caso puede que lo converse en familia”, agrega.
La propuesta de la aplicación responde a las particularidades del perfil y atiende a una característica de estos tiempos: todo el poder está del lado del postulante, quien tiene la posibilidad de ver las ofertas de trabajo, que se componen de dos o tres datos muy concretos (empresa, zona de trabajo y sueldo) junto con tres líneas de descripción de la compañía en cuestión. “Como Tinder o el chat, son dos canales de comunicación cuyas lógicas se replican en muchas otras instancias de nuestra vida cotidiana. De una manera simple, el candidato descarta la oferta o abre un espacio de comunicación a través de un chat si está interesado”, explican desde Bumeran.
El hecho de que muchos de los postulantes pertenezcan a la generación Y es el otro elemento que exige a las empresas agudizar el ingenio.
Para estos profesionales, si bien el dinero es un factor importante al considerar un cambio laboral, hay otras circunstancias que suman: “Pesa mucho el tipo de proyectos -explica Daniela Herrera, especialista en reclutamiento de perfiles tecnológicos-. Los desarrolladores suelen buscar proyectos que los desafíen y donde puedan utilizar las últimas tecnologías”, agrega en relación con un signo que caracteriza a esta generación.
LA NACION