22 Oct Pros y contras de los ETF, el instrumento financiero de moda
Por Martín Burbridge
De acuerdo con el español Manolo Blahnik, considerado un ícono de la moda y un gurú del calzado femenino, “los hombres me dicen que les salvé el matrimonio. Eso les cuesta una fortuna en zapatos, pero sigue siendo más barato que un divorcio”. ¿Salvarán los ETF las carteras de inversión de todo el mundo del riesgo de grandes pérdidas, en caso de que llegue una nueva crisis financiera internacional? Por ahora nadie lo sabe, pero sí queda claro que los “Exchange-Traded Funds” (o ETF), estos instrumentos que cotizan en bolsa y que replican la variación de cualquier tipo de índice (como el Dow Jones o el S&P 500), se han puesto tan de moda que en los últimos cuatro años se duplicó su volumen negociado y se multiplicó por 10 desde el año 2004 en el mundo.
Hoy, con un mercado que ya mueve u$s 3 billones en inversiones en ETF (datos de fines de julio de 2015 publicados por la consultora ETFGI), estos instrumentos han desbancado del segundo lugar a los célebres hedge funds (u$s 2 billones), producto que ocupaba el mismo lugar en el pasado. Sin embargo, el volumen sigue estando muy por debajo del que mueven los fondos de inversión.
A pesar de ello, el crecimiento de este mercado es fabuloso: entre enero y agosto de 2015, las inversiones globales que fueron a parar a ETF crecieron un 16% con respecto al mismo período de 2014. Si se toman estos datos por mercado, se destaca el boom que ha venido ocurriendo en Japón, donde esta progresión alcanzó el 74% entre los dos períodos comparados.
Numerosas ventajas
¿Por qué los inversores han adoptado los ETF? Los analistas coinciden en afirmar que las principales ventajas de los ETF son su simpleza y bajo costo. “La mayor diferencia entre los ETF y otros tipos de fondos de índices es que los ETF no tratan de superar a su índice correspondiente sino que simplemente replican su rendimiento. No tratan de ganarle al mercado, sino de ser el mercado. Entre sus ventajas, los ETF combinan la variedad de una cartera diversificada con la simplicidad de operación de un único activo. Los inversores pueden comprar ETF en el margen, en corto o conservarlos por un período largo de tiempo”, según Nasdaq.
Como hay ETF que replican todo tipo de activos (índices, acciones, bonos, commodities, inmuebles, etc.), las alternativas a disposición de los inversores son muy numerosas, lo que les permite adaptarlos a cualquier estrategia de inversión. Además, estos instrumentos resultan muy atractivos porque un inversor puede comprarlos y venderlos en cualquier momento durante una rueda bursátil, lo que no sucede con los fondos de inversión, que sólo pueden ser vendidos a su valor intrínseco, el cual se conoce una vez que cierra el mercado.
“Los ETF siguen creciendo a este ritmo por la liquidez y transparencia que ofrecen a los grandes inversores institucionales. El 24 de agosto, jornada negra en los mercados, los ETF ofrecieron una gran liquidez y mantuvieron unos diferenciales de cotización muy ajustados”, afirma Juan San Pío, analista especializado de Lyxor Asset Management. “El uso más frecuente de estos productos entre estos inversores es para cubrir sus necesidades de asignación de activos a mediano y largo plazo y como cobertura. Los bajos costos, liquidez y flexibilidad operativa son su gran atractivo”, agrega el especialista.
En ese sentido, como la gestión de la mayoría de los ETF es pasiva (es decir que no depende de la habilidad del gestor del fondo), los costos son muy inferiores que en los fondos donde hace falta un administrador para maximizar su rentabilidad. En el caso de los ETF, es fácil de entender cuánto se gana, porque solamente se replica el rendimiento del activo o índice subyacente. Es por eso también que los inversores se sienten tan atraídos por los ETF: el perfil de rentabilidad y riesgo es fácil de determinar y, por lo tanto, cada inversor elige cómo diversificar su cartera con ETF de acuerdo a su tolerancia al riesgo.
¿Un peligro en potencia?
A pesar de todos estos beneficios, hay quienes advierten del riesgo que podrían provocar los ETF como amplificadores de una posible crisis financiera. El mercado está creciendo tanto en estos últimos años que es razonable preguntarse en qué medida no podría descontrolarse más adelante, como fue el caso de los productos securitizados complejos, una de las causas de la crisis subprime.
Sin embargo, para Ahmed Talhaoui, del área de renta fija de BlackRock (la mayor empresa de gestión de activos del mundo), “históricamente, los componentes que agravaron las crisis financieras que conocimos no eran lineales, provocando un efecto de apalancamiento exacerbado. Pero los ETF sí son componentes lineales. Constituyen instrumentos que conectan la liquidez del mercado primario con el mercado secundario. La liquidez de los ETF no puede ser peor que la liquidez de los activos subyacentes”.
En definitiva, respecto del auge de los ETF, vale la pena recordar lo que sostuvo en cierta ocasión Oscar Wilde: “Después de todo, ¿qué es la moda? Desde el punto de vista artístico, una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses”. Queda entonces la incógnita por ver qué producto desarrollará la industria financiera para atraer a los inversores en manada dentro de un tiempo.
EL CRONISTA