La depresión y el dolor lumbar, las enfermedades más discapacitantes

La depresión y el dolor lumbar, las enfermedades más discapacitantes

Por Yésica De Santo
Los cuantiosos avances científicos y tecnológicos que rodean a la medicina ya no reconocen como única prioridad la de curar y prevenir enfermedades, sino que también están dirigidos a extender la vida. Sin embargo, dicha extensión puede llevar consigo el riesgo de aumentar la presencia de enfermedades no mortales pero discapacitantes.
En la Argentina, las 10 principales causas de años vividos con discapacidad en 2013, el último año analizado, fueron: dolor lumbar, depresión, dolor cervical, desórdenes de ansiedad, otros desórdenes osteomusculares, EPOC, pérdida de audición, anemia, diabetes y asma. Así lo destacó el estudio del Instituto para la Medición y la Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, publicado en la revista The Lancet, y para el cual se analizaron 301 enfermedades y lesiones en 188 países, desde 1990 a 2013.
Los expertos concluyeron que las personas en todo el mundo viven más, pero pasan más tiempo enfermas debido a que las tasas de enfermedades y lesiones no mortales, tales como la diabetes, depresión o pérdida de la audición, disminuyen más lentamente que las tasas de mortalidad.
En el país, si bien las causas permanecieron estables desde 1990, se destacaron algunos cambios. Por ejemplo, para las mujeres, las caídas le cedieron el décimo lugar a la pérdida de dientes, mientras que para los hombres, la exposición a fuerzas mecánicas cayó como causa de años vividos con discapacidad del quinto lugar y fue reemplazada por los desórdenes osteomusculares.
Entre 1990 y 2013, los desórdenes ostemusculares también aumentaron un 63% para las mujeres, como así también el dolor de cuello que creció un 52%. También los años vividos con discapacidad por desórdenes osteomusculares aumentaron un 161% en los hombres y la diabetes creció un 95% entre ellos.
En diálogo con Tiempo, Alicia Lawrynovicz , Jefe del Servicio Metodología de la Investigación, Instituto Nacional de Epidemiología “Dr. Juan H. Jara” y co-autora del estudio, aseguró que “los rotundos avances de la ciencia y la medicina han permitido prolongar la expectativa de vida en muchos años, fundamentalmente a partir del conocimiento cada vez más profundo de los mecanismos que generan las enfermedades, por lo que es posible trabajar sobre la prevención de las mismas, ya sea a través de acciones de prevención primaria (educación para la salud) como secundaria (diagnóstico y tratamiento) y terciaria (rehabilitación)”. Además, la experta subrayó que muchas de las enfermedades crónicas “están estrechamente relacionadas con los estilos de vida y los determinantes sociales de la salud. La alimentación saludable, la reducción del consumo de sal y grasas trans, la incorporación diaria de frutas y verduras, la actividad física, la cesación tabáquica, el consumo moderado de alcohol, entre otros, son pilares para elevar nuestra salud y nuestra calidad de vida en general. En las últimas décadas, Argentina logró avances en la modificación de hábitos nocivos, sin embargo estas acciones todavía no se ven reflejadas en los indicadores de salud como esperaríamos; este estudio muestra que entre 1990 y 2013 ninguna de las 10 principales causas de YLD decreció”.
Según la investigación internacional, en el resto del mundo, la lumbalgia y el trastorno depresivo mayor estuvieron entre las 10 causas principales de años vividos con discapacidad. Otras causas importantes incluyeron el dolor de cuello, los trastornos de ansiedad, las migrañas y la diabetes. Además, entre 1990 y 2013, dichos años aumentaron en 139 de 188 países, lo cual significa que más personas están viviendo más tiempo con problemas de salud. Los trastornos osteomusculares, combinados con fracturas y lesiones de los tejidos blandos, representaron un quinto lugar mundial en 2013, mientras que los trastornos mentales y por abuso de sustancias representaron el 20% de los años vividos con discapacidad.

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“Las enfermedades no mortales representan la próxima amenaza más importante en términos de carga de morbilidad”, señaló el profesor Theo Vos de IHME, autor principal del estudio. “Esta necesidad de enfrentar el desafío de las lesiones y enfermedades no mortales se vuelve cada vez más urgente a medida que la población aumenta y las personas viven más”. Por su parte, Christopher Murray, director de IHME, opinó que “lo que aflige no es necesariamente lo que lo mata. Dado que las enfermedades no mortales y las afecciones relacionadas afectan a más personas de todas las edades, los países deben analizar más de cerca las políticas y el gasto en salud para enfocarse en éstas”.
Para la socióloga Mercedes Jones, integrante del movimiento Viva La Longevidad y presidente del Foro del Sector Social, “todos queremos vivir mucho pero no queremos envejecer porque existe la creencia de que la vejez es sinónimo de muerte, pero es necesario modificar este paradigma y entender que existen distintos niveles en el periodo de envejecimiento, no sólo se habla de tercera edad, sino que estamos frente a una cuarta y quinta edad. En la actualidad, existe la tendencia a la longevidad vital y autónoma, y sin dudas debemos trabajar mucho más en mejorar las condiciones de la última etapa de la vida”.
TIEMPO ARGENTINO