23 Dec El último film de Tony Soprano
El actor inglés Tom Hardy, conocido desde películas como Rock’n’rolla, El Topo y Batman: El caballero de la noche asciende, encabeza el elenco que rodea la última actuación del recordado James Gandolfini, que murió en junio del año pasado, poco después del rodaje.
Se trata de La entrega, una historia de crímenes y criminales, dirigida por el belga Michaël R. Roskam, cuyo debut cinematográfico fue Bullhead, nominada al Oscar por mejor película extranjera en 2012. El guión pertenece a Dennis Lehane, el mismo escritor de Río Místico y La isla siniestra, ambas llevadas a la pantalla grande con gran éxito.
En cuanto al resto del elenco, aparecen la sueca Noomi Rapace (Prometheus, Sherlock Holmes: Juego de sombras) y el también belga Matthias Schoenaerts (ganador del premio César por Metal y hueso).
El rodaje se realizó en el mismo barrio donde se centra la acción: Brooklyn, donde un edificio fue convertido en el bar Cousin Marv’s. Adentro, una multitud de extras está atenta al Super Bowl del fútbol americano, mientras el personaje de Hardy sirve tragos; es un barman taciturno enfundado en un chaleco de trabajo.
“Crecí a las orillas de ese tipo de mundo algo tenebroso”, dice Dennis Lehane, el novelista de novelas de crimen de renombre mundial. “Y si uno crece cerca de esos bares en la Costa Este, pronto se da cuenta que no ganan su dinero de las máquinas de pinball”.
En efecto, pronto se descubre en el film que el primo Marv (Gandolfini) fue tentado a trabajar con un grupo de tenebrosos criminales chechenos, lo que significa que su empleado (Hardy) tiene que participar en el negocio sucio. En paralelo, aparece un cachorro de pitbull abandonado en un tacho de basura, lo cual lleva al barman a cruzarse con Nadia (Rapace) y su violento ex-novio Eric (Schoenaerts). Todo es en preparación para un explosivo y emotivo drama con bastantes giros y vueltas.
La historia se le ocurrió a Lehane: “Allá en la Navidad del 2001 estaba caminando por el barrio en el que vivía, un vecindario de la clase trabajadora compuesto por policías, bomberos y estudiantes”, recuerda. “Quedé impactado por las descaradas muestras de consumismo que encontré en la basura, como juguetes desechados apenas dos días después que fueron regalados. Hizo que me sintiera algo solitario y triste. Ahí es en donde empezó todo, con el paseo que hace Bob al principio del cuento corto. Y luego, justo cuando se siente más desesperanzado, escucha un sonido: un perro, su salvación.”
Lehane primero intentó convertir la idea en una novela antes de escribirla en lo que resultó ser un aclamado cuento corto, Animal Rescue, el cual apareció en la antología del 2009, Boston Noir.
El novelista sospechó que el relato podía servir para una película, pero fueron los productores Mike Larocca y Jenno Topping los que iniciaron el proyecto. “Leímos el cuento corto y nos encantó”, dice Larocca. “Fue muy emocionante para nosotros que Dennis quería ser el escritor que la adaptara al escribir él mismo el guión cinematográfico. Siendo que Animal Rescue tiene apenas 7655 palabras, el mayor reto fue hacer crecer la escala y visión del relato, así que tomamos la semilla de la historia y construimos todo alrededor de ella,” explica. “Añadimos un personaje de detective que está explorando un viejo caso, añadimos más escenas con los chechenos y por lo general enmarcamos las andanzas de Bob de una manera más extensa.”
Larocca y Topping decidieron que el director perfecto era Roskam, que leyó el guión y aceptó hacer de esta su primera película en inglés. Me gustó el hecho que había una tensión constante”, dice.
En cuanto a Rapace, la actriz se preparó para el papel con rigor. “Siempre me veo muy afectada y me transformo en la misma persona que estoy interpretando”, explica. “En términos de la investigación, visité a los clubes de strippers en Manhattan.”
El actor belga de 36 años, por su parte, se sumergió en su lado oscuro para interpretar al amenazante ex novio de Nadia, Eric Deeds. “Es un tipo complicado”, dice Schoenaerts. “No sé por qué me sigo topando con este tipo de personajes; creo que sucede que tan sólo los encuentro interesantes, hay cierto magnetismo en ellos.” Otra ventaja que vio en la propuesta fue la posibilidad de volver a trabajar con Michael R. Roskam, quien se convirtió en un amigo cercano durante la filmación de Bullhead.
Tristemente, la entrega se convirtió en la última película de James Gandolfini: el gran actor murió apenas tres meses después de terminar este trabajo donde interpretó al Primo Marv. Teniendo en cuenta que el gran público lo conoció en Los Sopranos, parece adecuado que su último papel fuese en una película en donde un gángster juega un papel relevante. “Él es muy bueno en esta película”, dice el productor Jenno Topping. “Fue una salida muy interesante, pues no interpreta a un gran y poderoso jefe mafioso, sino que interpreta a alguien quien ha perdido algo de su percibida grandeza en la vida. Es una actuación conmovedora; a lo largo del tiempo en que estuvo en el set, el profesionalismo de Gandolfini impresionó a un elenco ya de por sí impresionado”.
“Es un ícono, desde luego, pero es mucho más que tan sólo Tony Soprano,” dice Schoenaerts. “Un increíble actor, siempre poderoso, honesto y sincero, pero también humilde y dispuesto a trabajar. Fue un honor haber trabajado con él.”
La entrega se aleja un poco del ámbito de Dennis Lehane, en que la historia se ubica en Nueva York y no en la ciudad natal del novelista, Boston. Las adaptaciones de las novelas anteriores de Lehane, como el Río místico que dirigió Clint Eastwood, fueron parte de una ola de películas de crimen ubicadas en el “Pueblo del frijol” de Boston, así que los productores decidieron refrescar un poco las cosas al mudar la historia (que en la obra impresa se desarrolla en el suburbio Dorchester) a la Gran Manzana.
“La idea vino de los productores”, dice Lehane. ¡Es asombroso porque al principio todo el mundo estaba nervioso de tratar el asunto conmigo! Pero cuando lo hicieron, no tuve objeción alguna, tenía total sentido. El subgenero de las películas de crimen de Boston se ha convertido en la víctima de su propio éxito; ahora ya se siente como algo desgastado. Y Brooklyn es un lugar muy apropiado para ubicar ésta historia. Si hubieran sugerido San Diego, por ejemplo, hubiera dicho que no.”
Para Roskam, la locación le dio la oportunidad de canalizar el espíritu de algunas de sus películas favoritas ubicadas en Nueva York. “La película que amo y que siempre tuve en mente para La entrega fue el film de Jules Dassin The Naked City. Se refiere a la cinta noir ganadora del Oscar de 1948. “Dassin fue un cineasta europeo educado por el cine americano, al igual que yo, y The Naked City es brillante. Tiene una ambientación muy realista pero también un vibra como de cuento de hadas. Eso es lo que he intentado emular.”
De regreso al rodaje en el bar Cousin Marv, Hardy ha servido la medida perfecta de cerveza y la escena está terminada. Roskam pide un par de tomas más, solo por cábala. Visiblemente relajado, Hardy entrega el vaso de Heineken y le pide al cliente 5000 dólares antes de romper a reír. Es un momento bienvenido de alivio cómico después de un día difícil de filmación.
“Esta ha sido una escena intensa”, dice el director. “Es una historia muy tensa, pero también tiene una enorme cantidad de corazón. Esa combinación es lo que hizo que realmente me enamorara de esta película. El elenco y el equipo de filmación saben que están haciendo algo especial.”
“Es una historia muy bella acerca de tener el valor de tomar un riesgo con tus emociones”, pondera Rapace. “Permitir que alguien entre, aun cuando tienes el corazón destrozado. Es alguien quien ha estado golpeado realmente muy fuerte pero aún encuentra la manera de creer y tener esperanza de nuevo, a través de un perro como el cachorro.”
En la película, el perro abandonado que Bob encuentra en las calles de Brooklyn se llama Rocco, aunque en realidad se utilizaron cinco perros jóvenes durante la filmación de 35 días. Tom Hardy, quien es un amante de los perros tan grande que tiene un tatuaje de un pitbull sobre su espalda, formó una unión especialmente cercana con los perros; tomándose el tiempo para jugar con ellos. “¡Honestamente los perros fueron los tipos más fáciles en el set!”, bromea el director Roskam.
TIEMPO ARGENTINO