27 Dec La Real Academia encargó a Arturo Pérez-Reverte un nuevo Quijote
Escuchando a Arturo Pérez-Reverte hablar de Don Quijote de la Mancha a más de uno le entrarán ganas irrefrenables de volver a la novela de Miguel de Cervantes, esa obra que a menudo obligaban a leer en la escuela y que ahora el escritor español ha “podado” en una edición “popular y escolar” para hacer su lectura más fluida y accesible a todo aquel que se interese.
La Real Academia Española (RAE)encomendó al novelista nacido en Cartagena en 1951 una edición de la obra en la que se han eliminado digresiones o relatos que impedían una lectura sin interrupciones de la trama principal que componen las aventuras de un fantasioso caballero y su escudero bonachón en la España del siglo XVII. Está pensado principalmente para el uso escolar.
“El Quijote en clase es una magnífica herramienta de trabajo. Un maestro lúcido e inteligente, con un Quijote adecuado puede pasar un curso entero. Sólo con el Quijote bastaría como material educativo. Puede hablar de ética, moral, valor, coraje, compasión, lealtad, caridad, dignidad ante el fracaso, historia, memoria. El Quijote tiene mil facetas en torno a las que un profesor inteligente puede construir un discurso educativo muy eficaz”, explicó hoy el escritor y académico en la magna sede de la RAE en Madrid.
Pérez-Reverte sabe que Don Quijote de la Mancha puede asustar en su versión original pues el lenguaje resulta poco accesible para los lectores más jóvenes. “Ellos necesitan en cualquier estadio un profesor que conozca el libro y los guíe, que sepa encontrar las pepitas de oro abundantísimas que hay dentro de la obra.” No se pretende “sustituir la obra original, sino hacer más fácil su acceso”, agregó Pérez-Reverte, quien considera “un crimen” que la obra cumbre de la literatura española haya ido alejándose del horizonte escolar y educativo y no se incluya su lectura en los planes de estudio de muchos países de habla hispana.
“Es el libro que más posibilidades educativas tiene, debidamente manejado por un profesor competente. Un Quijote en manos de un profesor inteligente es una herramienta de una potencia extraordinaria. Crea buenos ciudadanos, hombres decentes, lectores y ese ambiente en el que cualquier hispanohablante europeo debe vivir toda su vida”, concluye.
El autor de la exitosa saga del capitán Alatriste destacó que se ha querido hacer más accesible la obra sin modernizar su vocabulario, sino recurriendo a palabras cervantinas, que no rompieran el tono de la obra. Su reputada maestría como novelista ha sido aplicada al ensamblado de la trama para que el libro pueda ser leído de corrido sin tramas secundarias que distraigan de ese relato.
El también académico no cobrará derechos de autor por este trabajo, sino lo que la obra recaude irá a la Real Academia de la Lengua, una institución que acusa también el rigor de la crisis.
El secretario de la RAE, Darío Villanueva, explicó que, en efecto, hace 102 años el gobierno de entonces instó a la Academia, asistida de un catedrático y del director de la Biblioteca Nacional, a que hiciera una edición de estas características. “Hemos tardado, pero ahora nos hemos quitado la espina.” A lo mejor, explicó Villanueva, “ha sido preciso esperar a que alguien como Arturo Pérez-Reverte fuera quien adaptara esta gran obra tan decisiva en la historia de la literatura”.
En el proceso de adaptación de esta edición del Quijote, que ha sido publicada por Santillana, Pérez-Reverte explicó que contó con el apoyo de un experto, Carlos Domínguez Cintas, que revisó los textos y actuó de coordinador editorial. El resultado de este trabajo de apoyo al académico ha sido “un libro muy limpio, una herramienta muy útil para entender el Quijote y, por tanto, para entender el mundo que describe”.
Hablando a título personal Pérez-Reverte concluyó la presentación lamentando el abandono de la Academia de la lengua por parte del Estado. “Creo que el Estado está inclumpliendo una obligación que es respaldar el trabajo de la Academia, implicarse en ella (…). La Academia está siendo abandonada por el Estado de una manera peligrosa”, aseveró.
TIEMPO ARGENTINO