26 Nov El balneario más austral
Por Daniel Vaquero
Accidentes geográficos de la Patagonia llevan en su nombre la historia de navegantes que forjaron batallas de siglos pasados. Es así como esta pequeña bahía posee la impronta del marqués Francisco Javier Everardo-Tilly y García de Paredes, un navegante español que venció el avance portugués en el Río de la Plata y que hoy su honor se reafirma en estas tierras sureñas, con el nombre de Rada Tilly. La ciudad fue fundada el 24 de julio de 1948, está ubicada al sudeste de la provincia de Chubut y en el centro del golfo San Jorge -14 km hacia el sur de Comodoro Rivadavia y 68 de Caleta Olivia-,
Rada Tilly nació siendo el balneario de los habitantes de Comodoro, para luego tomar entidad propia, crecer exponencialmente como ciudad y transformarse en una de las joyas escondidas de la Patagonia. Su encanto natural, su tranquilidad y el color azul profundo de su mar superan las expectativas de todos los visitantes por sus diversos atractivos turísticos, culturales y deportivos que son acompañados por el continuo desarrollo de servicios de alojamiento y gastronómicos de alto nivel.
La ciudad está pensada para que desde cada rincón, los habitantes y turistas puedan disfrutar de una increíble vista al mar. La playa de Rada Tilly se constituye como el balneario más austral de la Argentina. Resguardada por los cerros Punta del Marqués hacia el sur y Punta Piedras al norte, con casi 5 km de extensión, la playa es cuna patagónica del carrovelismo, deporte que hace honor al viento del sur y que se caracteriza por transitar la arena húmeda a altas velocidades, con la persona al mando casi acostada sobre un frágil espacio sostenido por tres ruedas neumáticas y desplegando un velamen de gran porte que se orienta de acuerdo con los vientos. Rada Tilly es asimismo suelo predilecto de una infinidad de actividades náuticas como el windsurf y kitesurf, además de beach voley, rugby, hockey y fútbol playero, junto con el buceo. Punta del Marqués, por su parte, también es elegida por aventureros deportistas que se lanzan desde las alturas desafiando la gravedad en parapente. Aquí, una importante colonia de lobos marinos de un pelo es otro de los puntos de interés de la zona. La reserva Punta del Marqués recibe anualmente cerca de 10 mil visitantes nacionales y extranjeros que buscan tener una visión panorámica distinta, que invita a descubrir Rada Tilly mirando desde el mar hacia la ciudad
Huellas de la historia
Al borde del sendero de la reserva Punta del Marqués es posible conocer un poco más acerca de la prehistoria de Rada Tilly, con un yacimiento de ostras fosilizadas de más de 13 millones de años de antigüedad. Desde su fundación en 1987, el Museo Regional resguarda y exhibe el patrimonio local en un recorrido por el tiempo. La sala Prehistórica e Histórica, por ejemplo, remonta a 13.000 años de antigüedad con material de los pueblos origi¬narios, los cazadores-recolectores que habitaron la región. La riqueza cultural tehuelche y las huellas que dejaron en el suelo patagónico pueden verse en las más de dos mil piezas que hacen referencia a los modos de vida indígena en la zona. El material conseguido es fruto de más de 50 años de aventura, estudio e investigación de Osear García Marina, uno de los coleccionistas de esta cultura más importantes del sur. “Estos restos de anti¬guas culturas indígenas se encuentran diseminados en el vasto territorio patagónico”, señala García Marina. Y concluye: “Estas piezas deben ser rescatadas y exhibidas, acorde con el gran valor que su origen y antigüedad les otorgan. No es tarea fácil, pero sí gratificante, pues para nosotros, los buscadores, salir a localizar los posibles lugares de caza donde fueron utilizadas hace siglos, o explorar esos mudos picaderos donde los indios las fabricaron es, además de un paso adelante en cuanto a su preservación, un raro privilegio que sólo puede conseguirse en algunos solitarios rincones de esta fantástica Patagonia”. Además, el ecosistema terrestre y marino es representado por flora y fauna característica de la estepa y costa patagónica. Y por último, en un espacio contiguo al museo existe una réplica de la Cueva de los Felinos, ubicada en la provincia de Santa Cruz, que pone en evidencia el arte rupestre de la época.
REVISTA ALTA