05 Nov Jackson Pollock, el artista más importante de la pintura abstracta
Por Ignacio Gutiérrez Zaldívar
Nacido en 1912, vivió tan solo 44 años. Su obra mas importante fue realizada en la década de 1943/1952 y su casamiento con la famosa pintora Lee Krasner en 1945 fue fundamental en su vida. Ella, que contaba con gran éxito, dejó todo para ayudarlo a solucionar su problema de alcohol y orientar su carrera.
Peggy Guggenheim inaugura su galería en 1943 y su primera exposición es de Pollock. Fue su mecenas durante mucho tiempo y le realizó un buen contrato y le encargó una gran pintura de 240x600cm. para su nueva casa.
Además, le adquirió decenas de pinturas, algunas de las cuales podemos verlas en el lindísimo museo en Venecia.
Jackson mamó de sus pintores favoritos como lo fueron Picasso, Miró y Kandisnsky.
Pero también fue fanático del arte indígena americano y tuvo mucha influencia en èl su amigo el chileno Roberto Matta y los muralistas mexicanos.
Estudió un corto tiempo con el figurativo pintor Thomas Benton cuando contaba 18 años en Nueva York.
Era un hombre solitario y algunos sostienen que era bipolar. Su obra más importante son la serie de pinturas numeradas, que son llamadas action paintings.
Pollock abandonó el caballete y comenzó a pintar sobre el suelo o sobre la pared, choreando pintura industrial, arenta y cristales sobre el lienzo, incluso caminando sobre èl, dejando la huella de sus manos y de sus zapatos.
En 1949, la Revista Life lo consagra como el mayor pintor americano de la historia y el éxito comercial lo acompaña. Pero ya en los últimos cuatro años de su vida deja el estilo de goteo o salpicado, hasta fallecer en un accidente de auto durante el cual conducía borracho.
Con aportes de Peggy, había comprado una casa en las afueras de Manhattan donde en un galpón realizaba sus enormes obras. A pocos días de fallecer, el MOMA realizó una retrospectiva consagratoria, que el museo repitió en 1967.
Quizas su más bella obra titulada Número 11 (no quería ponerle nombre a sus obras), se encuentra en la lindísima ciudad de Canberra, en el Museo Nacional de Australia.
La obra fue la mayor operación de arte moderno cuando se vendió privadamente en u$s 2 millones en 1973. Hoy, no me equivoco si la estimo en un valor de 200 millones de dólares. Privadamente se vendió la Número 5, en u$s 140 millones hace una década y se dice que es un mexicano de los medios de comunicación y con intereses en la Argentina, su propietario.
Un escándalo se produjo por la aparición de varias obras falsas. Por ello tuvo que cerrar la famosa galería Knoedler de Nueva York, que había vendido una pequeña obra de 70x40cm en u$s 17 millones a un millonario londinense. Luego se comprobó que la pintura amarilla de la misma contenía un producto recién creado en 1980.
El año pasado, se subastó la titulada Número 19 en la suma de 58 millones de dólares. y en esa misma subasta se vendieron otras 10 obras en u$s 100 millones. Hoy, su precio promedio es de 10 millones de dólares.
En 2012, se había vendido una numerada 4, de 77x63cm en 40 millones de dólares.
Su cotización ha subido un 1000% en una década. Les aconsejo que traten de ver la película titulada Pollock, que realizó y protagonizó el genial Ed Harris. Les aseguro que no se arrepentirán de verla.
Para muchos, no tiene explicación la pintura de Pollock. Para otros es el azar controlado; es el mundo interior del artista; es el instante de su vida. Es decir, no importa la ejecución sino el resultado. En fin, tema de polémica, no justifico sus precios, pero debo reconocer que cada día me gusta mas.
EL CRONISTA