06 Oct Habrían hallado en Florencia los restos de la verdadera Mona Lisa
descubrimiento de tres tumbas en el patio del convento medieval de Sant’Orsola, en Florencia, donde murió Lisa Gherardini, reaviva la esperanza de un grupo de arqueólogos italianos de poder confirmar si la viuda del comerciante Francesco Del Giocondo fue la modelo en la que se inspiró Leonardo da Vinci para retratar a La Gioconda.
En 2011, el Comité Nacional para la Valorización de los Bienes Históricos, Culturales y Ambientales había anunciado el inicio de la campaña de excavaciones arqueológicas para tratar de identificar los restos de La Gioconda en ese convento de Florencia.
El mismo grupo que coordinó el controvertido hallazgo de los restos de Caravaggio en Porto Ercole retomó sus tareas en Sant’Orsola, convento en el que se retiró la Monna Lisa cuando, en 1538, murió su esposo, un próspero comerciante de sedas amigo del padre de Leonardo, el escribano sor Piero.
El convento quedaba cerca de su casa y, tal como confirma un documento custodiado desde hace siglos en un archivo de Florencia, fue donde Lisa Gherardini murió, el 15 de julio de 1542.
Tras varios meses de inactividad, el equipo de arqueólogos volvió a Sant’Orsola y en los últimos días excavaron tres fosas en las que encontraron restos óseos que podrían pertenecer a la Monna Lisa, cuya pintura es una de las más famosas y estudiadas del mundo y se exhibe en el Museo del Louvre.
Durante estos trabajos, además, se encontraron restos de una antigua casa parroquial que habrían construido las hermanas franciscanas a cargo del convento entre el siglo XV y principios del siglo XVI.
Los restos que fueron desenterrados serán enviados a la Dirección General de Conservación de Bienes Culturales, ubicada en Ravena, en el norte de Italia. Allí, según anunció el Comité para el Desarrollo del Patrimonio Cultural, se examinarán los restos y se tratará de comparar los ADN con los huesos de dos jóvenes que fueron encontrados enterrados en el mismo lugar y que se presume podrían haber sido hijos de la Monna Lisa.
Luego de los estudios de ADN, los arqueólogos tratarán de reconstruir los huesos de la cara para tratar de comparar la conformación ósea con el rostro que pintó Leonardo Da Vinci hace 500 años.
El arqueólogo Silvano Vinceti, uno de los encargados de las excavaciones en Sant’Orsola, admitió, en declaraciones a medios europeos, que todavía no se sabe si los restos encontrados pertenecen a uno o más esqueletos.
“Sí confirma la hipótesis de que en el convento de Sant’Orsola todavía hay enterrados restos humanos, y no podemos excluir la posibilidad de que algunos de ellos pertenezcan a Lisa Gherardini”, añadió, en declaraciones publicadas por la edición online de Daily Mail.
El hallazgo entusiasma a los arqueólogos porque se confirman algunos datos e investigaciones efectuadas tiempo atrás, entre las que se contaba el hecho de que encontraron una cripta mencionada entre la documentación del convento en 1495 y también una segunda cripta que dataría de 1625.
En la actualidad, lo que queda de Sant’Orsola son las paredes externas y algunos arcos. El convento fue un lugar religioso hasta 1810. Luego fue convertido en una fábrica de tabaco. Durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, el lugar funcionó como hospedaje de refugiados y varios años después fue usado como aula universitaria, hasta que fue abandonado.
Hay hipótesis que señalan que los restos de La Gioconda podrían haber terminado en un basural de Florencia en los 80 debido a obras de reestructuración del convento, cuando se construyó un estacionamiento subterráneo en el sitio donde se levantaba el claustro.
LA NACION