Cholo Simeone: “Lo importante es mañana”

Cholo Simeone: “Lo importante es mañana”

Por Cristian Grosso
Diego Simeone se acostumbró a festejar y no ahorra efusividad. Frenético se lo ve en cada una de las consagraciones colchoneras alrededor de Neptuno. Y no han sido pocas en los últimos tiempos, cuando llegó para rescatar a un desahuciado Atlético de Madrid. Celebra porque ya se está imaginando el futuro y no sabe cuándo volverán las alegrías. “La sensación que tengo en ese instante es que se me está escapando un momento extraordinario, y para que vuelva a repetirse tal vez pasará mucho tiempo”, confiesa en El efecto Simeone, una de las publicaciones que son sensación en las librerías de Madrid. ¿Inconformista? Quizá. Quizá también sea el secreto de su suceso. “Si alguien me dice que no puedo romper una pared con la cabeza, se equivoca”, cuenta. Desafiarlo es ganarse un enemigo.
Intensidad. Ardor, franqueza, pasión y compromiso. Todo habla de Diego Simeone. Y un encendido desprecio por la mediocridad, también. “Estaré loco, pero aún vivo del corazón”, repite como una máxima. Piensa, siempre, pero reacciona por sus tripas. Se excede, a veces, también. El Cholo siempre propone un proyecto de grandeza, y si encuentra un grupo ambicioso y receptivo al sacrificio, ese club puede empezar a reescribir su historia. Ganar es su obsesión. Atropella las victorias soñando con la que vendrá. Así, acaba de enlazar 100 triunfos en Aleti en… apenas 156 partidos. Con la propulsión de su prepotencia. ¿El secreto? Dirá que no tiene. Pero habrá que intuirlo en esta frase: “Me aíslo de cualquier situación que me haga sentir cómodo”.
-Si tuvieras qué elegir un triunfo dentro de estos primeros 100, ¿cuál sería…? ¿Y por qué?
-El título en la Copa del Rey, en el Bernabeú. Aquel fue un instante de quiebre para este equipo. Porque el club arrastraba muchos años de sufrimiento frente al histórico rival, porque se le ganó el título al rival eterno y en su cancha. Se trató de un punto de inflexión, sin dudas, para afirmar la confianza. Para convencerse de que se podía creer en grande.
-¿Hubo un instante fundacional en algún momento desde aquella Navidad de 2011? Un momento, una charla, un viaje? cuando te diste cuenta que este ciclo podía ser tan exitoso?
-Me guío mucho por la intuición. Confío en mi intuición. Y desde el primer momento que pisé el vestuario del Calderón sentí una empatía especial con un grupo de tipos extraordinario. Lo sentí, simplemente, no todo tiene una explicación. Pero el cambio fue evidente, tanto que al mes la gente me preguntaba qué había pasado. Las relaciones humanas son así, hay cosas que surgen solas, que están esperando el momento… las circunstancias. Se encontraron distintas personalidades pero con gustos afines por competir por lo mismo. Lo sentí enseguida: el ámbito invitaba a creer que se podía. Y todos nos esforzamos en esa dirección.
-¿Le falta mayor reconocimiento a Atlético de Madrid?
-No, no. La gente siempre nos ha expresado su gratitud. El ambiente del fútbol también, como la prensa; sería injusto si dijera lo contrario. El mundo del fútbol nos valora; que tantos jugadores nuestros hayan sido pretendendidos es un motivo de orgullo, porque además de las ventas de Filipe, Costa o Adrián, también vinieron a buscar a Miranda, Juanfrán, Godín, Koke, Tiago, a Arda, a Mario [por Suárez] Ahora, hay un mundo del marketing futbolístico, que entiendo que es importante, no reniego de él, que siempre ha mirado diferente a este club. Todavía no pertenecemos ahí. Para algunos clubes hay una situación, y para otros, otra. Y nosotros somos la otra. Y hemos decidido no detenernos a analizar el porqué; simplemente es así. Y seguirá siendo así.
-A fines de 2012 dijiste que había que esperar para determinar si este era el mejor Atlético de la historia. Habías ganado la Europa Legue y la Supercopa Europa. Después llegaron la Copa del Rey, la Liga, la Supercopa española y la final de la Champions….. ¿Y ahora qué decís?
-Que no es momento para hacer ese análisis. No es momento para detenerse y evaluar lo que estamos haciendo. Ahora es sólo cuestión de vivir el momento. No podemos parar ni un segundo. Lo importante es mañana. Hoy estamos disfrutado de una historia maravillosa, de increíble comunión con todas las partes que hacen importante a este club. Esa evaluación será en otra etapa.
-Atlético demostró una manera distinta de ganar… y lo hace nada menos que siendo contemporáneo con Messi y Cristiano. ¿Se disfruta distinto?
-Claro que ganar la Champions hubiese sido maravilloso. Pero haber ganado la Liga española ha sido algo diferente Ganar esta Liga es terrible, pero terrible en serio. Convivir y dejar en el camino a Real Madrid y Barcelona. Esta es una Liga muy complicada, muy difícil. Creo que la clave fue que nunca nos detuvimos seriamente a pensar que se podía dar. Y esa desconfianza con el gran objetivo nos mantuvo centrados, despiertos y hambrientos. Quizá, recién en febrero o marzo de este año pudimos permitirnos imaginarnos algo, pero así, pedaleando y pedaleando, era de la única manera que podíamos achicar las diferencias con ellos. Cuando me preguntan cómo quiero que salgan Real Madrid y Barcelona, siempre contesto “¡que ganen!” Yo quiero que ganen porque eso nos potencia a futuro, nos obliga a esforzarnos más y más. En este campeonato nosotros tenemos que plantearnos volver a salir terceros.
-Pero los hinchas ya probaron el sabor del éxito
-Y está bien que la gente nos cargue de responsabilidad y nos exija más. Es lógico , y yo no puedo pedirles nada. Pero nosotros no debemos corrernos de la realidad, y nuestra realidad es pelear el tercer puesto con Valencia y Sevilla. Yo podría ser demagogo y aprovechar el cariño que la gente me tiene para hacerle mil promesas, pero yo no sé mentir. Nuestra obligación es esforzarnos para intentar salir terceros.
-¿Aceptás que existe un estilo Simeone? ¿Cómo lo definirías?
-Marcamos un estilo diferente al que se juega en España, basado especialmente en la impronta de Barcelona. Demostramos que con otras armas, con otras formas, igual se puede competir. No tenemos la verdad de nada, no hay una fórmula. Por cierto, ahora deberemos ir cambiando para adaptarnos a los nuevos jugadores y encontrar la manera de potenciarlos.
-¿Cuál es el mejor elogio que puede recibir tu Atlético?
-¡Que les moleste jugar contra el Atletico de Madrid! Lo dije apenas llegué, hace ya dos años y medio largos quería un equipo incómodo, y creo que lo logramos, nos transformamos en un rival molesto.
-En la era de la posesión, con muy buenos intérpretes como el mejor Barcelona o la selección de Alemania, Atlético propuso otro sello, pero igual de eficaz. ¿Atlético es un equipo revolucionario, contracultural…?
-No lo llamaría contracultural. Sí, demostramos que había otra forma de ser competitivos. Y que así también se podía ganar. Nos abrazamos a una propuesta a partir de las características de los jugadores que teníamos, y nos volvimos prácticos, sólidos, fuertes y estables a partir de potenciar a esas individualidades. No sirve vivir mirando para atrás y, siempre en base a nuestros jugadores, estamos obligados a encontrar una nueva manera de jugar. Porque el futbol es mañana.
¿Inconformista? Un tipo que no negocia sus ganas de superarse. Y cuando olfatea el éxito, seguro que antes desterró la mentira y la autocomplacencia.
LA NACION