La Habana, historia y contrastes

La Habana, historia y contrastes

Por Angeles Lady
Muchos dicen que quien visita La Habana una vez, sólo piensa en volver. Lejos de la metrópoli que describen las novelas de principios del 1900, la ciudad se debate entre majestuosas construcciones restauradas de los siglos XVIII y XIX, y caserones de escalinatas oxidadas y paredes descascaradas. Es esa contradicción constante, entre lo moderno y lo tradicional, entre la historia y el presente, la que provoca un equilibrio particular que hechiza a todos los visitantes. A continuación, los 10 imperdibles de una ciudad única e inolvidable.
La Habana Vieja: Es el barrio más antiguo de la ciudad y concentra cientos de edificios de distintos estilos arquitectónicos: algunos coloniales, otros con marcada influencia de la Belle Epoque estadounidense e incluso unos pocos más modernos. Además del valor patrimonial, esta parte de la ciudad está poblada de restaurantes donde disfrutar de lo mejor de la comida cubana, tiendas de souvenirs, museos y librerías.
Plaza de la Revolución: Es una de las plazas públicas más grandes del mundo. Allí se encuentra el Monumento a José Martí y el Ministerio del Interior con la reconocida imagen de Ernesto “Che” Guevara en un relieve escultórico, obra de Enrique Ávila. En 2009 se inauguró otra obra del mismo artista en homenaje a Camilo Cienfuegos, héroe de la Revolución Cubana.
Malecón de La Habana: Es imposible recorrer la capital cubana y no dar un paseo por el malecón que se extiende sobre ocho kilómetros de su costa norte. Gran parte de la vida social de la ciudad pasa por aquí, además de ser el punto de encuentro por excelencia de sus habitantes. Los sábados a la noche hay músicos tocando al aire libre, un espectáculo que regala una de las mejores postales de La Habana.
Hotel Nacional de Cuba: No sólo es un alojamiento cinco estrellas, sino también un pedazo de la historia de Cuba. Fue inaugurado en diciembre de 1930 y aún hoy mantiene la elegancia de aquellos años de esplendor de la isla. El país declaró al hotel Monumento Nacional y lleva el título de Memoria del Mundo otorgado por la UNESCO. Además, en el bar se puede disfrutar uno de los mejores mojitos de la ciudad.
Capitolio: Actualmente, alberga el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de la Academia de Ciencias de Cuba. Sin embargo, cuando fue construido en 1929, estuvo destinado a ser sede de las cámaras del Congreso. Está inspirado en el Capitolio de la ciudad de Roma, con columnas neoclásicas y una cúpula de casi cien metros de altura. Se realizan visitas guiadas durante todo el día.
La Bodeguita del Medio: El escritor Ernest Hemingway inmortalizó en sus obras estos mojitos cubanos como los mejores de toda la isla. Es un bar y restaurante en el que se pueden degustar abundantes platos típicos como moros y cristianos y ropa vieja (un guisado de carne).
Catedral de San Cristóbal: Ubicada en el corazón de La Habana Vieja, es una construcción de estilo barroco que se terminó de construir en 1832. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se distingue por sus dos campanarios laterales y sus pisos de mármol blanco y negro. Una joya de la arquitectura cubana.
Museo de la Revolución: Creado en 1959 por decreto del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, este museo el más importante del país y reúne colecciones únicas de la Revolución Cubana. Sus más de 30 salas de exposición guardan alrededor de 9.000 piezas de distintas etapas de la lucha independentista.
El Vedado: Es la parte más moderna de la ciudad, que alcanzó su esplendor en las décadas del ’40 y ‘50. Se caracteriza por un trazado urbanístico regular con grandes áreas verdes. Allí se encuentran los edificios más altos de la ciudad.
Miramar: Es un barrio residencial situado en la parte oeste de la ciudad, que ostenta una hermosa estructura urbanística sobre el litoral marino. Allí se emplazan varios hoteles de lujo y algunos de los mejores restaurantes de la ciudad. Además, cuenta con otros atractivos turísticos para visitar: la Maqueta de la Ciudad, el Acuario Nacional y el Club Habana.
EL CRONISTA