Bruce Bowen: “Manu es un líder como lo era «el Che» Guevara, con el talento de Messi”

Bruce Bowen: “Manu es un líder como lo era «el Che» Guevara, con el talento de Messi”

Por Diego Morini
Sonríe y encandila. Gesticula y no permite distracción. Es un auténtico producto NBA. Entiende todo el show, antes cuando estaba dentro de la cancha y ahora como uno de los ex jugadores vinculados con la organización. Es dueño de tres anillos con San Antonio Spurs y sabe bien de qué se trata este negocio. Bruce Bowen estuvo en la Argentina como uno de los animadores del 3X NBA, que se realizó en nuestro país, y se tomó un tiempo para hablar del deporte que más ama.
Durante 13 años en la liga más poderosa del planeta, dejó su sello como uno de los mejores defensores de la NBA, que lo tuvo en el quinteto ideal de ese rubro en seis oportunidades. Fue compañero de Emanuel Ginóbili y de Fabricio Oberto (el cordobés estuvo, junto a Bowen, en la presentación que el fin de semana pasado se realizó en Tecnópolis), y fue importante en las coronaciones de 2003, 2005 y 2007. Es una palabra autorizada para hablar de Manu y de la influencia del básquetbol argentino en la NBA.

-¿Qué sentís que le ha dado el básquetbol argentino a la NBA, con Manu como estandarte?
-Es una oportunidad para mí, como integrante de la NBA para decirle gracias a la Argentina. Porque cuando tú tienes jugadores de otro país como Manu, Oberto, Delfino, Prigioni, Nocioni, Pepe Sánchez, Scola, y ellos provocan un gran impacto en la liga, es algo muy bueno para nosotros. Nos enseñan cosas diferentes en el campo, cómo defender, cómo tirar, como picar el balón, cómo pasar la pelota. Ellos tienen su estilo. Pero también es bueno para la Argentina que ellos estén allí. Y, fundamentalmente, porque éste es un país en el que el deporte número uno es el fútbol. Es decir: con ellos allí, los chicos pueden sentir que es posible llegar a la NBA.

-En la final de este año, ¿sentís que San Antonio jugó el mejor básquetbol que se haya visto en los últimos 20 años?
-Ufff, sí, es posible. Es un juego colectivo maravilloso. Pero ojo, también representa un problema para la NBA. Es que en los Estados Unidos, no existen esos fundamentos y sólo piensan en jugar un básquetbol en el que se prioriza el “yo”. Pero están equivocados, se debe jugar para el equipo. Entiendo que los Spurs son un gran ejemplo, ellos le enseñaron a Miami Heat cómo hacerlo. LeBron James es el mejor del mundo, pero sin ayuda no puede hacer nada. Wade no estuvo a la altura, Mario Chalmers durmió en todas las finales, Bosh no logró sostenerse en toda la serie. Entonces, San Antonio demostró que el talento de varios es mejor que el supertalento de dos o tres jugadores.

-Tu primer equipo fue Miami, después fuiste a Boston y a Philadelphia y llegaste en 2001 a San Antonio. ¿Los Spurs te enseñaron a jugar otro básquetbol?
-Sí, claro. En los Estados Unidos no se juega de esa manera sencillamente porque no se ensaya esa idea. Los jugadores de la Argentina, en su seleccionado, entienden que la forma de jugar es en equipo y lo hacen así desde hace 15 años. Estados Unidos no lo hace porque en la universidad no lo enseñan. San Antonio entiende que cada día se debe trabajar la defensa y pensar en el ataque, pero siempre en conjunto. Otros equipos tienen jugadores que pican y pican el balón. El sistema que tienen los Spurs es determinante. Hace unos días, hablaba con James Harden y me decía que ellos en Houston no tienen un sistema defensivo como, por ejemplo, el de Oklahoma, que tiene buena defensa. Los Spurs saben que es mejor tener muchos jugadores que pueden actuar 28 minutos cada noche, que un LeBron James que juegue 38 todas las jornadas. Cuando llegás al final de la temporada, tenés un grupo más fresco.

-¿Hay un antes y un después de estos Spurs?
-Sin duda. Pero incluso excede el juego. ¿San Antonio tiene grandes edificios? No, ése es New York. ¿En San Antonio tenemos grandes estrellas de cine? No, están en Los Ángeles. San Antonio es un pueblo, pero grande. Porque a la gente le encantan los Spurs y es como una gran familia. Y allí es donde entra Gregg Popovich. Él sabe que eso es así y no quiere cambiar nada. Entiende que allí el jugador sólo piensa en básquetbol y no en otras cosas. “Piensa en la comunidad y no te distraigas”, les dice Pop. Es una buena ciudad para crecer en el deporte.

-La gente en San Antonio califica a Manu Ginóbili como un héroe, ¿lo sabías?
-No, pero no me extraña. Es que Manu es muy inteligente. Manu tiene un carisma y una ascendencia increíbles. Cuando tú hablas con él, comprendes todo. Yo creo que es su corazón lo que lo hace diferente. En su primer año en San Antonio, cuando jugábamos en Miami o en Nueva York, había más de 300 personas esperándolo y él se quedaba saludándolos y nos decía que era la gente de su país. Era algo increíble para mí. Él me enseñó cosas humanamente. Él le estrechaba la mano a la gente, los besaba cuando se le acercaban, tenía una sonrisa para ellos. Y la gente, claro, después siente que Manu es su hermano, que es de su país. Se identifica con él. Manu es un líder como lo era «el Che» Guevara, con el talento de Messi. Él tiene algo que los demás deportistas no tienen.

-¿Cuál es esa diferencia?
-Yo creo que la pasión. Yo jugué con él y sé lo que siente dentro del campo. Amo a Messi, soy un enamorado de él, hace cosas en el campo que otros no pueden, pero hizo un gol en el Mundial y lo festejó con el puño? Manu es sangre hirviendo. Eso contagia él, y te hace mejor. Recuerdo que he perdido alguna pelota en la cancha y era Manu el que inmediatamente me la volvía a dar, porque él quería que yo sintiera que él confiaba en mí. Eso es Manu, un líder en todo sentido.

-¿La NBA ve en la Argentina un buen lugar para captar jugadores y llevarlos a la Liga?
-Eso no lo sé, porque es diferente el juego en este momento. Pero sí creo que hay una mirada para intentar captar jóvenes para las universidades.

-¿Te gustaría trabajar en los Spurs como ayudante de Pop?
-Sí, por qué no. Es muy fácil, porque es básquetbol. Yo hablo de básquetbol, yo sé de eso, como también lo hacen Manu o Tim, pero, claro, ellos son especiales y tienen otra importancia. No es sólo tirar bien o ser el más espectacular: se trata de saber cómo decir y qué enseñar.

-¿Creés que San Antonio puede volver a ser campeón?
-Yo creo que es una buena posibilidad para que otros jugadores ayuden a Manu, a Tim [Duncan] y a Tony [Parker]. Creo que es la hora de que Marco Belinelli asuma responsabilidades como las que tiene Manu. Que lo haga también Paty Mills. Que Boris Diaw vuelva a demostrar por qué es uno de los mejores. Si todo funciona como en esta última temporada, ¿por qué no podría volver a ser campeón San Antonio?.
LA NACION

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