05 Sep Kia Soul: parecido a sí mismo
Por Jorge Pandini
Sin duda, la contratación del alemán Peter Schreyer en 2006 para hacerse cargo del diseño de Kia ha dado sus frutos. No sólo porque cambió totalmente la imagen de la marca, otorgándole una personalidad propia que se ve en la mayoría de sus modelos (la denominada nariz de tigre), sino porque además se animó con algunas transgresiones a su propio estilo, generando modelos que rompen con el molde que él mismo impuso.
Es el caso del Kia Soul, un vehículo que se produce en serie desde 2009. Ahora es el turno de la segunda generación de este auto que es complicado de segmentar. Algo de SUV, algo de auto familiar, algo de crossover; sólo es parecido a sí mismo.
Y esa es quizá su mayor virtud; más allá de polémicas o puntos de vista, lo cierto es que el éxito de un modelo no depende de la crítica especializada, sino de la reacción de los compradores, y si para muestra basta un botón hay que decir que en el período enero-mayo el Soul es el segundo modelo más vendido de Kia en Estados Unidos (62.677 unidades) detrás del Optima (68.947) y bastante lejos del tercero, el utilitario deportivo Sorento (42.090 unidades).
Nos pusimos al volante del modelo 2014 con caja automática que se comercializa en la Argentina (también hay una manual).
Algo más largo que la primera generación, el Soul es un vehículo moderno que encuentra sus puntos fuertes en el diseño, el amplio espacio interior y la confiabilidad mecánica, todo acompañado por materiales de muy buena calidad y una excelente terminación.
Mide 4,14 metros de largo. 1,8 de ancho y 1,6 de largo, con una distancia entre ejes de 2,57 metros.
La posición de manejo es muy buena, más parecida a la de un monovolumen por la posición de volante y butaca; es excelente la visibilidad y la luminosidad interior, gracias a las amplias superficies vidriadas, incluyendo el techo panorámico.
Así, tanto los pasajeros delanteros como los traseros viajarán muy cómodos.
Este modelo tiene un motor naftero 1.6 de 124 CV de potencia máxima a 6300 rpm y un par motor de 15,5 kgm a 4850 rpm; como dijimos, la versión probada tiene caja automática de 6 marchas.
Obviamente no hay que buscar en este auto prestaciones impresionantes, sino confort de marcha y facilidad de conducción. Y es lo que ofrece con un toque de diseño muy particular.
Tiene una velocidad máxima de 180 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 10,9 segundos, más que suficiente para un auto pensado en la familia joven. El consumo promedio de 7,1 litros cada 100 kilómetros conjugado con un tanque de 54 litros le da una buena autonomía.
El auto tiene mucho confort de marcha en la ciudad y buen aplomo en la ruta gracias a su distancia entre ejes. Dobla de manera correcta, pero no hay que olvidar que por altura tiene un centro de gravedad más elevado que el de un automóvil.
Entre el equipamiento de serie hay que mencionar volante con regulación telescópica y de altura, apoyabrazos deslizable con compartimento, control remoto de audio en el volante, bluetooth, climatizador con purificador de aire, pantalla táctil central con cámara de retroceso y control de velocidad crucero.
Respecto de la seguridad tiene doble airbag, ABS y anclaje para silla de bebe Isofix. Queda en la tabla del debe la falta de GPS incorporado y de una rueda de auxilio del mismo tamaño que las otras, ya que ofrece una temporal.
En conclusión, el Kia Soul es un auto con espíritu joven y un diseño que no defraudará a quienes buscan un auto distinto, correctamente equipado y de excelente calidad.
LA NACION