Donde todo puede pasar

Donde todo puede pasar

Por Natalia Trzenko
Dicen que todo puede pasar en Comic-Con. Y uno acepta la máxima con una sonrisa, pensando que ese “todo” suena a demasiado y a nada a la vez. Hasta que una tarde, en un segundo, y casi sin darse cuenta de lo que está pasando, una se convierte por un rato en la asistente personal de Robert Downey Junior. Por un rato corto, pero que parece eterno, porque estamos hablando de Iron Man, del todavía indiscutido rey de esta convención de cine y televisión que terminó ayer. Pero que para mí durará un tiempo más, tal vez para siempre, porque, repito, en cuestión de segundos y por un providencial y literal paso al costado me transformé en parte del séquito del actor que anteayer apareció por acá con casi todos sus compañeros de Los Vengadores para promocionar la película que se estrenará el año próximo.
“Cuando Robert termine la entrevista, va a salir por acá donde estás parada. ¿Hay algo con lo que se pueda tropezar? ¿Podés mantener el espacio abierto?”, el guardaespaldas, un señor que bien podría interpretar a alguno de esos generales de los que Tony Stark suele burlarse en la pantalla, me mira directo a los ojos, pero igual dudo de que se esté dirigiendo a mí.
Pero así es. Y entonces lo entiendo: en unos minutos Robert Downey Junior, pasando a mi lado, dejará la sala en la que los periodistas de todo el mundo hace rato esperamos amontonados en desprolija línea para verlo y escucharlo decir algunas palabras sobre la película que vendrá. Y yo soy responsable de que no haya cables, mochilas o cualquier otra cosa bloqueando su salida. Ya no me importa lo que el actor está diciendo, los que lo escuchan lo miran embobados y probablemente tampoco estén concentrados en el contenido de sus palabras. Es que, de cerca, su carisma deslumbra y entonces mi misión se vuelve aún más importante. No hay forma de que yo permita que el hombre se tropiece con esa botella de agua que algún descuidado dejó tirada justo en su ruta de escape. La saco del camino y me gano la aprobación del general guardaespaldas -en mi cabeza empecé a llamarlo jefe-, que me da las gracias y me indica con la mirada que el muchacho ese de la cámara se está acercando demasiado a nuestro Robert. Él se ocupa de explicarle que tiene que retroceder, que Iron Man necesita esa ruta de escape, y entonces, cuando todos estamos cuidando ese pedacito de alfombra como si fuera un paso de frontera, Downey Junior termina de contestar la última pregunta, sonríe su sonrisa de siempre y emprende la retirada. Y se va y no se tropieza y mi trabajo ha terminado. Misión cumplida. Y lo dicho: en Comic-Con todo puede pasar.
La triste despedida. “No fue fácil decir adiós. Especialmente porque nunca sucede todo de una vez. Con cada actor tuve que pasar el momento de la última escena. En algunos casos pasamos más de una década trabajando juntos. Creo que lo más difícil fue despedirme de Ian McKellen. Cuando hizo su última toma como Gandalf nos pusimos muy tristes, muy melancólicos.” Peter Jackson recuerda ese momento con una sonrisa. De hecho, el director de El señor de los anillos y El hobbit, cuya tercera y última entrega se estrenará este año, está aun más relajado de lo habitual. En la conferencia de prensa en la que lo acompañan sus actores principales -Cate Blanchett, Orlando Bloom, Evangeline Lilly, Luke Evans, Lee Pace y Andy Serkis- y la productora Philippa Boyens, el director hace chistes, repasa anécdotas y reparte elogios en partes iguales. Parece más conductor de un show televisivo que director ganador de múltiples premios Oscar. “No sé si volveremos a escuchar a Gollum”, le dice a Serkis con un guiño que el actor no deja pasar. “Estaba pensando en grabar una versión para los GPS del personaje. Sólo para volver locos a los automovilistas. “Dobla a la izquierda, dobla a la derecha. O me puedo dedicar el resto de mi vida a ir a fiestas y convocarlo”, aporta Serkis, y todo el mundo lo aplaude. Porque esta despedida no lo era tanto si no había chances de volver a escuchar a su criatura.
Marvel vs. DC, la batalla final. Si los rumores fueran energía eléctrica, los que circulan por Comic-Con podrían mantener encendido al mundo. “El sábado van a presentar a todo el elenco de La Liga de la Justicia”, se escuchaba por los pasillos del gigantesco centro de convenciones encallado entre el mar y la zona céntrica de San Diego. “Seguro que la gente de Marvel anunciará sus películas hasta 2018 y seguro que Joaquin Phoenix será el protagonista de Doctor Strange. O tal vez sea Benedict Cumberbatch. Ya lo sabremos todo el sábado”, decían otros, convencidos de que a la hora de la cita señalada con sus fans, los estudios Marvel (propiedad de Disney), dueños de una cartera aparentemente inagotable de superhéroes, y sus competidores de DC (en asociación con Warner) iban a enfrentarse en una batalla de proporciones. Y claro, las expectativas eran tan altas y tan delirantes que aun las espectaculares presentaciones de uno y otro estudio para algunos tuvieron sabor a poco. En el caso de Warner
DC, nada se dijo de La Liga de la Justicia y poco se mostró de Batman vs. Superman: Dawn of Justice, el film que se estrenará en… ¡2016!… y que protagonizan Henry Cavill, de regreso como el Hombre de Acero; Ben Affleck interpretando a Batman, y Gal Gadot, como la nueva Mujer Maravilla. De hecho los tres, junto al director Zack Snyder, estuvieron en el escenario donde se presentaron una primera imagen del nuevo film y el póster de la heroína, pero se fueron sin decir palabra entre los gritos de los fanáticos desesperados por alguna otra primicia.
Y a los de Marvel les fue apenas un poco mejor. Ellos al menos sí pudieron escuchar hablar a todo el elenco de Los Vengadores: la era de Ultrón, incluyendo a los nuevos villanos de la historia, Josh Brolin, Paul Bettany y James Spader. “Voy a usar mi propia voz para interpretar al personaje. Aunque sea un robot de dos metros y medio”, decía el actor luego de pasar por la peculiar experiencia de tener a 6000 fanáticos gritando su nombre en el pabellón H, punto de encuentro de los ídolos con quienes llenan los cines para verlos. Esos que se enteraron allí mismo también de que el nuevo superhéroe, Ant-Man, interpretado por Paul Rudd, tendrá compañía femenina, Evangeline Lilly, y que aun antes de llegar a las salas de todo el mundo Guardianes de la galaxia ya se aseguró una segunda parte que se estrenará a fines de julio de 2017.
LA NACION