21 Aug Fiat 500C: cada día más lindo
Por Sebastián Ramos
Es una tendencia que el mundo está cambiando para siempre la percepción de los autos pequeños, y la gran duda que todos esperan respuestas es saber si la sociedad norteamericana está preparada para realizar semejante movimiento histórico. Son las principales marcas europeas las que impulsan esta transformación global. En Japón existen los llamados Kei Cars, que son automóviles muy pequeños y de baja cilindrada (menos de 660 cm³), pero ellos nunca los han impulsado para comercializarlos fuera de su isla, y para copar el mercado norteamericano han creado marcas más elitistas como Acura de Honda, Infiniti de Nissan y Lexus de Toyota. Durante muchos años una de las grandes claves de su éxito. ¿Y mañana?
PIZZA Y TEQUILA
En esta nueva tendencia de “pensar en pequeño” la historia nos vuelve a sorprender con el nacimiento del Fiat 500 fabricado en México. Aunque, todavía los usuarios norteamericanos tienen como modelos más vendidos a las pick-ups de la Serie F de Ford y en autos sus preferidos los Toyota Camry y Honda Accord los consumidores de la tierra del “Tío Sam”, de acuerdo a un informe del Financial Times comienzan a tomarle el gusto a los pequeños coches europeos por algunas buenas razones: 1) la era de los excesos desapareció y pensar en términos de ahorro es bueno; 2) ya no hay más ganas para seguir el concepto de “más grande es mejor”, por la crisis ahora realmente piensan que uso le darán a su coche; 3) la urbanización progresiva ha convencido a muchos consumidores que coches más pequeñas son más manejables en tráfico urbano; 4) el precio del combustible sigue creciendo y esta tendencia los está convenciendo a los consumidores que es inútil comprar vehículos con motores más grandes y potentes, y que además no van a sacarle provecho en su uso diario. La escasez de materias primas, la importancia del ahorro en el consumo, la necesidad de reducir las emisiones contaminantes son factores que juegan en el desarrollo de proyectos y programas de nuevos vehículos pequeños que pueden satisfacer mejor las necesidades de los usuarios, sin excederse en peso, combustible (y precios) para dar un nuevo sentido de utilización del automóvil. Autos híbridos como el Toyota Prius, eléctricos como los recientes Nissan Leaf y Chevrolet Volt son los principales indicios de que su sociedad está cambiando. Y en este cambio la gran sorpresa la genera Fiat.
FIAT DUEÑA DE CHRYSLER Y ADIÓS AL PT CRUISER
¿Cuántos analistas de mercado podían predecir que un modelo ícono como el PT Cruiser, de Chrysler, dejaría de fabricarse para ocupar su lugar, en la planta de Toluca, el pequeño Fiat 500? Porque aquí es interesante destacar que esta vez no hubo lugar para un sucesor, que años atrás hubiese sido la decisión más lógica. Es decir, no importa lo exitoso o no que fue el Chrysler PT Cruiser. Ya no tendrá su remplazante, no habrá una segunda generación de este nuevo clásico. Parece ser que la nueva sociedad norteamericana no lo necesita, ni lo desea. Y aún más sorprendente… ¿Cuántas personas iban a imaginar que Fiat sería dueña de Chrysler? Producido en Toluca, México, en la planta de Chrysler, el Fiat 500 incorpora todos los mecanismos de seguridad requeridos por la estricta regulación norteamericana. Preparado para el gusto americano adopta asientos de mayor tamaño y suspensiones más mullidas, que junto a un despeje mayor le otorgan un mejor equilibrio de suspensiones, pero perdiendo, lógicamente, algo del comportamiento dinámico más deportivo de la versión europea. La versión europea continúa realizándose en Polonia, pero lo interesante para los argentinos de la nueva producción mexicana es que se evita el arancel de los productos llamados de “extra zona”, por lo cual no tiene que cargar con un impuesto del 35% y puede ofrecerse a un valor más competitivo. Por todo lo expuesto, es una buena oportunidad subirnos al 500 cabriolet que llega desde México.
LA CAPOTA
Sin dudas, hay un trabajo muy especial en la creación de la versión convertible que hemos probado. La capota, con sus tres opciones de color (Beige, Bordó y Negro), define la línea superior del vehículo y le confiere un aspecto más dinámico que el de la versión berlina. Es en la vista posterior que el Fiat 500 Cabrio se diferencia especialmente. En detalle: la división entre la parte superior de la capota en tela con el cuerpo del vehículo se remarca con una moldura cromada, como existía en la versión del modelo desde 1957 en adelante. La forma del vidrio trasero (con el desempañador eléctrico incluido) es redondeada y, además de mantener la visibilidad del 500 convencional, tiene un aspecto más cercano a la identidad histórica de los años cincuenta. En la capota está instalado un elemento de plástico del mismo color, que tiene la función de spoiler y que, a su vez, contiene la tercera luz de stop. Gracias a este spoiler la performance aerodinámica es un aspecto destacable (CX 0,33), llegando casi a igualar los niveles de la versión berlina –una equivalencia que muy raramente se observa en las versiones cabriolet. Un verdadero trabajo de ingeniería es el sistema de movimiento de la luneta de vidrio que se pliega sobre si misma cuando la capota se abre completamente. Cuando la capota se cierra, el vidrio regresa a su posición original ofreciendo así las ventajas de una luneta clásica con desempañador incorporado. La capota eléctrica puede ser controlada tanto desde el pulsante ubicado cerca de la luz de cortesía interna como desde el telecomando. Además, a cualquier velocidad del vehículo, es posible abrir el área horizontal de la capota (como un normal techo corredizo, hasta la posición “Spoiler”) mientras la parte vertical es posible accionarla a velocidades inferiores a 80 Km/h ¿, una exclusividad en el mercado. La seducción del 500 Cabriolet continúa con su conducción. Fácil de manejar, predecible en cada maniobra otorga un gran nivel de seguridad, que además es respaldado por su equipamiento. Controles de tracción y de estabilidad permiten controlar el auto en todo momento, en especial cuando aparecen los excesos por parte del conductor porque el comportamiento dinámico genera confianza. La presentación interior también merece elogios. El auto tiene un diseño muy diferente a otros vehículos de su segmento. El equipamiento de confort también sorprende positivamente y cuenta con una garantía de tres años o 100 mil kilómetros.
MOTOR EFICIENTE
El convertible se comercializa con el motor naftero Multi Air con una potencia de 16 válvulas y una potencia de 105 CV generada por una cilindrada de 1398 cm³. Esta versión cuenta con la caja automática de seis velocidades. Alcanza una velocidad máxima de 173,1 kilómetros por hora y acelera de 0 a 100 en 12,7 segundos. Como todo auto urbano los valores son muy diferentes cuando se intenta realizar un adelantamiento en ruta, pero la caja automática ayuda en los adelantamientos. Al igual que el resto de la gama, los principales puntos para mejorar son la insonorización, la rueda de auxilio temporal, el espacio posterior, la capacidad del baúl y la visibilidad de su tablero de instrumentos. Por otro lado, la calidad y presentación de su interior está muy por encima de los autos del Mercosur. En seguridad se distingue por su dotación de serie. Cuenta con el sistema de antibloqueo de frenos con distribución electrónica del frenado (EBD) y los airbags frontales y laterales. Nuestra unidad de prueba contaba con el opcional del airbag de rodilla para el conductor y los airbags de cabeza. Si sumamos los controles de tracción y de estabilidad está claro que supera las expectativas teniendo en cuenta que es un vehículo con un valor de 209. 800 pesos. En suma, el 500 es el ícono de la nueva imagen de Fiat y la versión convertible, con su diseño especial, despierta aún más admiración y simpatía a su paso. Sin dudas, ¡un pequeño seductor!
TIEMPO ARGENTINO