13 Aug En la secundaria la mitad se lleva materias
Por Silvina Premat
Son más de un millón de chicos; notorio aumento de los que repiten. Al ciclo lectivo le quedan apenas unas semanas, pero más de un millón de chicos que cursan la secundaria ya saben que su agenda escolar no terminó : se llevan materias a examen y tendrán que presentarse a rendir en diciembre. Según las estadísticas oficiales, la mitad de los 2,2 millones de estudiantes secundarios del país no logra aprobar todas las asignaturas. Y los que fracasan en la instancia de los exámenes y repiten el año fueron el 12,45% de ese total en 2010. La tasa creció seis puntos en ocho años: en 2001 era de 6,49 por ciento. “Hasta ahora es seguro que pasaré el verano estudiando o ventilándome con las hojas de la carpeta… Por ahora me llevo cuatro, pero no canto victoria porque el año pasado terminé rindiendo siete”, dice Joaquín, de 15 años, alumno de tercer año en un colegio privado de la zona norte del conurbano. Las materias consideradas “filtro” son Matemáticas, Lengua, Física, Historia , Química, los idiomas y, paradójicamente, Informática. Si la calificación obtenida permite rendir en diciembre, y no “se fueron” directo al turno de marzo, el tiempo se vuelve tirano para revisar y estudiar los contenidos de las diferentes asignaturas, sobre todo si son varias las que se deben rendir. Los psicopedagogos coinciden en recomendar a los estudiantes hacer un esfuerzo mayor en esta etapa para poder disponer del verano con más libertad. Una de las recomendaciones (ver aparte) es buscar ayuda en los adultos. De ahí que quienes por estas semanas comienzan a tener más trabajo son los profesores particulares. “Se vienen las pruebas de fin de año para las que muchos necesitan nota; es la época de mayor trabajo para nosotros”, dijo Cristina Giglio, profesora de inglés en Florida, en el norte del conurbano bonaerense. “Comparado con el año pasado, para esta altura estamos siendo consultadas más, notamos una mayor preocupación y situaciones variadas, chicos que vienen con dos materias y otros con muchas más. Muchos tienen dificultades para estudiar, pero otros consultan y encuentran que la raíz del problema es el desánimo”, dijo Liliana Segat, de Caraballo&Segat Consultoras. “Una vez que, ayudados por nuestros couchs, logran cambiar de actitud y llegar al «yo quiero y yo puedo», están en mejores condiciones para dar los exámenes”, dijo al referirse al sistema de “coaching estudiantil”, que implementa su empresa. Pero no todos los profesores están de parabienes. “A esta altura, otros años tenía muchos más chicos”, dijo a LA NACION Patricia García, profesora particular de Matemáticas para los niveles secundario y universitario. “Adjudico esta reducción a las complicaciones económicas de las familias; no creo que de repente se hayan superado las habituales dificultades con las matemáticas”, dijo. El costo de recurrir a docentes particulares puede ser significativo para los presupuestos familiares según para cuántas y cuáles materias se trate y según la zona o el barrio de alumno y profesor. Mientras en la zona norte del conurbano bonaerense una clase de una hora de inglés puede costar $ 100, en San Telmo puede bajar hasta $ 35. Para el resto de los idiomas, que no tienen tanta competencia, se encuentran clases por encima de los $ 50. Lo mismo pasa con docentes de Química y Física. Los docentes de matemáticas -cuya escala por hora puede ir de $ 50 a $ 150- suelen cobrar diferente si se trata de álgebra, estadísticas, análisis u otros conceptos de mayor complejidad. “En rigor, no sería necesario tener que pagar docentes particulares porque los colegios ofrecen clases, previas a las fechas de exámenes, para prepararse y recuperar los contenidos”, dijo Beatriz Suárez, docente de Historia. Sin embargo, dicen muchos docentes y directivos, lo habitual es que los alumnos no aprovechen esa instancia de recuperación. Por eso, en la ciudad de Buenos Aires se está estrenando un nuevo sistema de evaluación. “Lo llamamos de marzo a marzo porque consideramos que el ciclo lectivo no finaliza en diciembre sino en marzo próximo”, dijo Mercedes Miguel, directora general de Planeamiento Educativo de la Ciudad, donde el 50% de los alumnos de primer año terminaron 2013 con alguna materia sin promover. La funcionaria explicó que los alumnos que no aprueben las materias al cierre del trimestre, el 30 de noviembre, deberán seguir cursando en la escuela y con sus profesores habituales hasta el 14 de diciembre (fecha en la que terminan las clases, excepto en los colegios que fueron tomados por sus estudiantes, donde se extendieron las jornadas escolares hasta fin de año). A partir de ahora, entonces, los secundarios porteños tendrán la posiblidad, y obligatoriedad, de asistir a clases para preparar las materias que se deben rendir. Y, a diferencia de otros distritos, no pueden “quedarse” con más de dos materias previas o pendientes sin repetir el año. “En 2007 teníamos un 15% de repitencia y logramos el año pasado bajarlo al 6% con acompañamiento de los chicos por parte del director de estudios, una psicóloga en el colegio y un mayor seguimiento por parte de los preceptores”, dijo Gloria Candioti, rectora del Instituto Nuestra Señora de Luján, de Parque Patricios. Para Gustavo Iaies, director de la Fundación Centro de Estudios de Políticas Públicas, influye en el bajo rendimiento de los alumnos “la mala base con la que llegan al secundario” y la cantidad de materias “que se dan una detrás de la otra; los chicos pasan de Historia a Música y de allí a Matemáticas…”.
FUENTE: LA NACIÓN