26 Apr Carl Jung, una figura excepcional
Por Juan Carlos LICASTRO
Antonio Las Heras es, en la actualidad, el máximo exponente del Campo Junguiano en la Argentina. Discípulo directo del Prof. Dr. Vicente Rubino -el hombre que más hecho por la difusión académica de la Psicología Junguiana- Las Heras incursiona en otras áreas del conocimiento tal como lo hiciera el sabio suizo, de esas que resultan políticamente incorrectas para la ortodoxia universitaria. Parapsicología, alquimia, esoterismo, astrología, I Ching, los ovnis y la magia no le son temas ajenos. Empero, Las Heras tiene una sólida trayectoria académica. Es doctor en Psicología Social (1989) graduado en la Universidad Argentina John F. Kennedy defendida ante jurados de la talla de Francisco García Bazán, uno de los elegidos para la traducción castellana de la obra completa de C. G. Jung y figura destacada mundialmente en gnosticismo. Es profesor universitario y acaba de concluir una maestría en Psicoanálisis. Recibió diferentes premios muy prestigiosos como El Premio Accesit Al Mejor Trabajo de la Facultad de Medicina de la UBA; la Gran Cruz Kennedy -por sus investigaciones originales en Psicología Junguiana y Parapsicología-, la Faja Nacional de Honor en el Género Ensayo de la Asociación de Escritores Argentinos (ADEA) y también de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). Sus libros están editados en Argentina, México, Estados Unidos, España, Rumania y Polonia. Actualmente es cofundador y presidente de la Asociación Junguiana Argentina (AJA), miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Escritores y de la Fundación El Libro. Su obra más reciente, -Permiso Para Una Vida Mejor-, publicada por editorial Atlántida, es un best seller que ha superado los 11.000 ejemplares en ventas. Su “Manual de Psicología Junguiana” (Ed. Trama, Buenos Aires) es material habitual de consulta para profesionales como curiosos.
Las primeras preguntas son para dejar en claro algunos temas confusos en torno a la figura de Carl G. Jung. ¿Fue o no fue nazi?
No lo fue. Y este tema hoy ya está totalmente aclarado. La escritora Deirdre Bair publicó un minucioso volumen de 880 páginas titulado “Jung” (Little Brown Nueva York, 2003) donde merced a documentos liberados por los servicios secretos norteamericanos demuestra cuál fue el verdadero papel que a Jung le ocupó en la Segunda Guerra Mundial. Los documentos revelan que el sabio suizo fue “Agent 488″ y reportaba a los gobiernos de Franklin Delano Roosevelt y Harry Truman. Por eso es que concordamos con Laurence von der Post cuando afirma que “Jung era una montaña”. Por eso es que concordamos con Laurence von der Post cuando afirma que “Jung era una montaña”. Hay que ser médico, psiquiatra, primero discípulo privilegiado de Sigmund Freud, el padre del Psicoanálisis, luego disidente y amplificador de las tesis freudianas, antropólogo, filósofo, políglota, profesor universitario, explorador… ¡y también agente secreto! Una figura excepcional, sin dudas.
Es habitual que los psicoanalistas comenten que la propuesta jungiana “no es científica” o, directamente, que es irracional. A Freud lo llamaron el Maestro de Viena y a Jung el “Mago de Zurich”.
Sí, claro, y los científicos racionalistas afirman que el Psicoanálisis es charlatanismo. Entrar en estas discusiones cuando estamos en la segunda década del Siglo XXI carece de sentido. Jung decía: “Según quien me consulta soy médico, psiquiatra, psicoanalista, sacerdote, chamán o mago.” Estoy convencido que quienes pierden el tiempo en estos debates lo hacen por problemas personales en su autoestima. Lo importante no es qué es científico o que no. La cuestión es si sirve o no para darse persona a una vida mejor.
Ocurre que también hay quienes señalan que Jung no propone una psicoterapia ni un análisis o psicoanálisis sino que la propuesta es la misma que ofrecen desde hace milenios las escuelas de sabiduría y las sociedades secretas; o sea: una iniciación.
Eso es verdad. Destacadas figuras argentinas como Germán L. García, Francisco García Bazán, Bernardo Nante y Leandro Pinkler han hecho este señalamiento. Yo no tengo ninguna duda de que la propuesta jungiana – cuando se refiere a lograr la Individuación- es la de un trabajo iniciático y, por lo tanto, esotérico y guiado por un experto. Por eso cuando a Jung le hablaban de “pacientes” él interrumpía secamente a su interlocutor con un: “yo no tengo pacientes”, para agregar: “ahora si se refiere a la gente que trabaja conmigo…”
Conozco analistas y psicólogos junguianos que de ningún modo estarían de acuerdo con lo que Ud. dice Las Heras.
Lo que advierto al respecto es que hay un consenso -en el ambiente académico y universitario- sobre qué es el análisis junguiano lo que conduciría a la Individuación. Entiendo que es un error. Y un error grave. La psicoterapia junguiana es una herramienta importante e inevitable. Pero con eso no alcanza. Por que se requieren vivencias y experiencias personales de naturaleza esotérica, verdaderos rituales iniciáticos. A la luz de esto podría comprenderse mejor algunas cosas publicadas por Jung y que cuando llegan a los ambientes universitarios se tergiversan demasiado. Por algo en una entrevista a la BBC de Londres poco antes de fallecer expresó: “Sólo los poetas me comprenderán”.
Usted es el introductor de un concepto antes desconocido en la Argentina y me atrevo a decir en todo el mundo; el de “Campo Junguiano”. ¿Puede definirlo?
Es importante aclarar esto. Cuando empecé a estudiar -hace más de 30 años- la obra junguiana, de la mano de ese notable maestro que es Vicente Rubino, noté que la única área en que se trabajaba es en la psicológica. ¡Pero el pensamiento junguiano es mucho más que eso! Así comencé a hablar del “Campo Junguiano” algo que suele generar mucha resistencia pues se trata de recorrer terrenos por lo usual denigrados en la “ciencia oficial”.
En la web oficial de la Asociación Junguiana Argentina (www.jung-argentina.com.ar) hay un artículo suyo donde sostiene que tanto Freud como Jung fueron masones.
En efecto. Pero le digo más, cualquiera que conozca como funciona una logia masónica se dará cuenta que la “Sociedad de los Miércoles” creada por Sigmund Freud es un calco de ellas.
¿Qué puede decirnos sobre el “Libro Rojo” cuya autoría es de Jung y que permaneció secreto hasta hace un par de años?
Estos textos narran, principalmente, el encuentro de Jung con los aspectos más profundos de su psiquismo, su aprendizaje en este deambular por su propia psique. Un recorrido iniciático. Hay la aparición figuras que encarnan arquetipos como las de Elías, Salomé y la serpiente; el rojo, el sabio y su hija, el anacoreta, el humilde, Izdubar, Satán y Filemón. En uno de los párrafos finales, a manera de epílogo, el autor escribió: “He trabajado en este libro durante 16 años. Mi encuentro con la alquimia en 1930 me alejó de él. El comienzo del fin vino en 1928, cuando Wilhelm me envió el texto de la “Flor de Oro”, un tratado alquímico. Allí encontró el contenido de este libro su camino hacia la realidad y ya no pude continuar trabajando en él. Para el observador superficial aparecerá como locura. También podría haberse desarrollado en tal, si no hubiese sido capaz de absorber la fuerza abrumadora de las experiencias originales. Con la ayuda de la alquimia, finalmente pude ordenarlas en un todo. Siempre supe que estas experiencias contenían algo precioso, y por lo tanto no se me ocurría nada mejor que escribirlas en un libro “precioso”, es decir costoso, y pintar las imágenes que emergieron al revivirlo -tan bien como podía. Sabía cuán temerosamente inadecuado era este emprendimiento, pero pese a mucho trabajo y muchas distracciones permanecí fiel a él, aún cuando otra posibilidad nunca…
Finalmente, ¿cuáles son las actividades que realiza este año la Asociación Junguiana Argentina?
El Séptimo Congreso Argentino Anual Carl G Jung que se hará del 10 al 12 de junio. En abril iniciamos la Diplomatura en Psicología Junguiana que se cursa en forma anual con concurrencia un fin de semana al mes. Toda la información está en nuestra web.
DIARIO LA CAPITAL – MAR DEL PLATA