26 Jun El arte de saber escuchar (y robar) frases ajenas
Por Violeta Gorodischer
Escuchar conversaciones ajenas puede ser, en el ranking de placeres culposos, uno de los más populares. Quien no haya parado la oreja en el subte, en la mesa de un bar o incluso en ámbitos laborales que tire la primera piedra. Claro que, aisladas del flujo de la charla general, muchas de esas frases oídas al pasar cobran nuevas dimensiones: desopilantes la mayoría de las veces, tristes, indignantes o enigmáticas según la mirada de quien reponga la historia, despiertan todo tipo de reacciones, pero nunca, nunca, indiferencia. Fue justamente ese voyeurismo auditivo en el que todos pueden reconocerse lo que impulsó a Ezequiel Mendelbaum (33) y Tatiana Goldman (29) a tomarse el trabajo de anotar, bajo el título La gente anda diciendo , todo aquello que escuchaban en la vida cotidiana.
“Un día, en la mesa de un bar, una pareja hablaba de infidelidad. Fascinados con la charla, nosotros hicimos silencio para poder escucharlos”, cuenta Ezequiel. Pero al salir del lugar intentaron replicar el diálogo y… no recordaban nada. De ahí nació la idea de recopilar “seriamente” fragmentos de conversaciones ajenas con el objetivo de hacer un libro que registrara el habla popular.
La primera la anotaron un feriado de 2011, tras dar una vuelta manzana. Era un 8 de diciembre y, al calor de la tarde porteña, dos mecánicos tomaban mate en la puerta de un taller. Ezequiel y Tatiana pasaron frente a ellos justo cuando uno le decía al otro: “Eso es cobardía, no es otra cosa”. Los chicos se miraron y entendieron que el proyecto había comenzado.
Nueve meses más tarde, tras haber anotado compulsivamente frases que llegaban a sus oídos y haberlas registrado en un Google.doc, tenían reunidas más de 150. “Hasta nos mandábamos mensajitos por celular: mirá lo que acabo de escuchar -recuerda Tatiana-; estábamos superentusiasmados”. En cada una agregaron, además, descripción y contexto, a fin de imaginar las situaciones en las que cada cosa había sido dicha. “¿Y qué pasa si las subimos a Facebook?”, se preguntaron entonces. “Queríamos ver qué opinaba la gente de? lo que la gente anda diciendo”, bromean.
De ahí, claro, el nombre elegido para el proyecto. “Mandamos la invitación a nuestros amigos y nos fuimos a tomar una cerveza -comenta Ezequiel-. Cuando volvimos, teníamos 500 likes.” Y a la semana 1000, y hoy, a menos de dos años, ya tienen un millón de seguidores en más de 45 países. A eso, sumaron una cuenta de Twitter: @gentediciendo.
Personas de todo el país comenzaron a mandar sus aportes y de pronto había más de 100 réplicas de La gente anda diciendo en ciudades, universidades, colegios. En los últimos meses, aparecieron algunas más: Preguntados anda diciendo. Los billetes andan diciendo. Los huevos andan diciendo. La gente nada diciendo (sí, gente que habla abajo del agua). “Se armó un sistema -asegura Ezequiel-. La idea ya estaba en el aire, evidentemente, por eso se identificaron tan rápido con esto: todos tenemos algo para decir. Yo creo que con Twitter y Facebook la gente anónima empieza a tener la palabra. Hay una tendencia a que las personas comunes y corrientes puedan tener un altavoz. El corto del Niño Rodríguez sobre María Teresa, Ni una sola palabra de amor, también fue furor por eso.”
La dupla quiso subir la apuesta y recopilar frases en Latinoamérica. Y así, con el auspicio de Motorola, se fueron de gira por México, Colombia, Ecuador, Chile y Brasil. Hoy, eso puede encontrarse en la página.
Fieles a la idea original que los impulsó, por otra parte, Tatiana y Ezequiel acaban de editar un libro que, con el mismo título de la fan page, está por agotar la tirada de 2000 ejemplares. Con un diseño hipercuidado, todas las frases aparecen ordenadas, conectadas y separadas por situación: “Es como una enorme conversación colectiva”, describen los creadores. ¿Un detalle? La edición se logró gracias al financiamiento colectivo a través de Idea.me: en menos de 75 días, reunieron 70.000 pesos.
Tal vez la frutilla del postre haya llegado la semana pasada, cuando ambos fueron sorprendidos con la noticia de que La gente anda diciendo había ganado el Sol de Oro en el Festival Iberoamericano de la Publicidad (FIAP), en la disciplina Creatividad Independiente en Redes Sociales. “Todo un orgullo”, subraya Tatiana.
Varias cosas cambiaron en las vidas de este redactor publicitario y esta especialista en comunicación ambiental (que además hace standup) de un tiempo a esta parte: fueron al Encuentro Nacional de la Palabra, a la Feria del Libro e incluso estuvieron en las oficinas de Facebook, inauguradas en la Argentina esta misma semana, invitados a dar una charla sobre el caso que, según los expertos, tiene “gran alcance orgánico”. “Llegar a mucha gente sin poner un peso”, sintetiza Ezequiel. Y agrega: “Muchas marcas nos preguntan cómo hicimos, pero no tenemos una estrategia, fue algo intuitivo”. Tatiana enfatiza: “Todo lo decidimos desde la total inexperiencia. No somos expertos geek”.
Reeditar el libro y hacer imanes con parte de las ¡100.000! frases recopiladas son sólo una parte de los planes a futuro. La página, en tanto, sigue creciendo a un ritmo de 10.000 seguidores por semana. ¿Si les quedó el vicio de escuchar conversaciones ajenas? “A veces me siento Mel Gibson en la película Lo que ellas quieren, donde escuchaba los pensamientos de las mujeres sin filtro -dice Tatiana-. Pero está tan alta la vara de lo que la gente pide, que somos muy selectivos.” Al fin y al cabo, lo suya es tarea importante: registrar el lenguaje de una época y la forma de hablar de toda una sociedad.
LA NACION