11 Jun Alerta en el litoral por la crecida del Paraná
Por César Sánchez Bonifato
Tras fuertes lluvias en Brasil, el río baja con gran caudal, incrementado especialmente por el aporte del Iguazú, que desbordó el sector de las Cataratas y obligó al cierre de los paseos superiores e inferiores dentro del Parque Nacional, justo cuando comienza la temporada alta de turismo. Los accesos a los balcones y miradores desde donde se observa el paisaje conformado por más de 200 saltos rodeados de selva policromática están inaccesibles y en distintos tramos fueron cubiertos por hasta dos metros de agua. “La situación es crítica y se han destruido varios tramos de pasarelas; llevará meses la reconstrucción”, dijo a la agencia AFP el guardaparques Fabián Sosa, jefe del Centro Operativo Cataratas.
Además de Misiones, las provincias de Corrientes, Chaco, Entre Ríos y Santa Fe se preparan para enfrentar, a partir del próximo fin de semana, los efectos de una nueva y excepcional crecida del río, en sus cursos superior, medio e inferior. La advertencia se dio ayer en Iguazú: 40.000 metros cúbicos por segundo es la cantidad de agua que se desplazaba por la zona de las Cataratas, según los datos del Instituto Nacional del Agua (INA), que denominó como “histórica” la crecida de ese cauce, que luego deriva en el Paraná.
Los puertos misioneros de Eldorado, Montecarlo, Piray, Puerto Rico, Santa Ana se encuentran asimismo inundados. Conforme datos proporcionados por la Prefectura Naval, si bien el río Iguazú comenzó a bajar, el Paraná, por el contrario, continúa creciendo y la altura en Puerto Iguazú es de 37,18 metros; en Eldorado, 26,54; en Santa Ana, 10,07, y en Posadas, el hidrómetro marca 10.20 metros, en ascenso.
Otra referencia válida que marca la gravedad del cuadro de situación se da en Porto Capanema, estado de Paraná, extremo sur de Brasil, cuyo caudal fue ayer de 32.000 m3/s, es decir, 20 veces su valor normal. El INA pronostica para el 5 de julio marcas de 8,50 metros en Corrientes y Barranqueras (Chaco); 6,90 metros en Paraná; 6,20 metros en Santa Fe, y 6,40 metros en Rosario.
En Misiones, técnicos de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) consultados por la nacion informaron que la represa evacua 38.645 metros cúbicos por segundo, cuando el promedio normal es de 16.200. Se estima que si la situación persiste, pasado mañana las 20 compuertas de la represa -ubicada a 80 kilómetros al sur de Posadas- operarán para escurrir aproximadamente 42.500 metros cúbicos por segundo, volumen hídrico que pone en riesgo a todo el litoral argentino, por la extraordinaria cantidad de agua que arrastra el Paraná.
Entre los afectados por los cortes de rutas en Misiones hubo cientos de vehículos de distinto porte provenientes de Chile que viajan a Brasil para asistir al Mundial de fútbol. El responsable de prensa de la policía de Misiones, Carlos Alberto Rivero, afirmó que “las caravanas provenientes de Chile son acompañadas por patrulleros desde su ingreso a la provincia y hasta la salida para ingresar a territorio brasileño”. En el operativo se incluye la tarea de guiar por los caminos alternativos “a fin de que puedan continuar el viaje sin inconvenientes”, precisó el vocero policial.
En el extremo norte de Misiones, en Puerto Iguazú una embarcación de unos 100 metros de largo y cinco pisos de altura quedó a la deriva al desprenderse su amarre, pero finalmente fue rescatada aguas abajo por remolcadores argentinos y paraguayos. Una situación similar se vivió aguas abajo, en Eldorado, donde una antigua embarcación fue desencallada por la fuerza de las aguas del Paraná en creciente, aunque fue amarrada rápidamente.
En el caso de Santa Fe, el río alcanzó ayer una altura de 4,16 metros y se espera que para entre el 25 y el 28 de este mes se ubique alrededor de los 5,30 metros. Frente a esta circunstancia, el gobierno santafecino ordenó evacuar el ganado que se cría en las islas, desde Reconquista hasta cercanías de Rosario (cerca de 450 kilómetros de extensión); se dispuso desde hoy el funcionamiento de barcazas para tal fin.
Todo comenzó como consecuencia de las intensas lluvias que se registraron durante el fin de semana en el tramo inferior de la cuenca del río Iguazú y sobre la cuenca no regulada del Alto Paraná, la más próxima al embalse de Itaipú (en el sur de Brasil), que empezó a derivar mucha agua al río Paraná. El fenómeno obligó a evacuar varios cientos de personas en Paraguay.
El año pasado, la crecida del río provocó inundaciones en varias ciudades del Litoral y provocó pérdidas en el sector agropecuario, especialmente en la ganadería de islas. Ahora, se estima que unas 30.000 cabezas de ganado deberán ser retiradas en no más de 10 días.
LA NACION