La tecnología está de moda: crece el uso de anteojos, pulseras y relojes inteligentes

La tecnología está de moda: crece el uso de anteojos, pulseras y relojes inteligentes

Pulseras conectadas a internet para medir la actividad deportiva o relojes y anteojos a partir de los cuales leer el correo electrónico se empiezan a convertir en las nuevas herramientas tecnológicas elegidas por los usuarios. Se trata de sistemas que se han denominado ‘smartwearable’ o tecnología ponible que, según los expertos, representan la concreción tangible del wearable computing. Es decir, de diversas tecnologías de la informática y la computación aplicadas a objetos que se pueden usar en el cuerpo como ropa, accesorios, bijouterie. y hasta dispositivos con aplicaciones deportivas o médicas.
De hecho, anteojos, pulseras y relojes con este tipo de dispositivos y sus prometedores beneficios vienen siendo las estrellas de las ferias tecnológicas más importantes del mundo. En febrero pasado, por ejemplo, arrasaron en la última edición del Mobile World Congress de Barcelona. También lo hicieron en la feria CES de Las Vegas de fines del año pasado.
Y de esos escenarios más reservados para analistas y expertos en tendencias tecnológicas han comenzado a salir hacia las vidrieras de los locales para iniciar un proceso de expansión comercial que apunta a ser un boom durante este año.
Por lo menos así se desprende de los resultados de varios estudios elaborados por consultoras especializadas que predicen escenarios positivos, con cifras alentadoras y optimistas sobre el crecimiento de este mercado.
Por ejemplo, según las previsiones de Deloitte, este año se venderán a nivel mundial hasta 10 millones de unidades de estos nuevos dispositivos. La cifra no deja de ser conservadora si se la compara con las estimaciones de ABI Research, que en el último trimestre del año pasado anunció que este año se venderían 90 millones de unidades, incluyendo en su cuenta unos 22,6 dispositivos médicos.
Para ABI este año se venderán 7,4 millones de relojes, de los cuales 4,6 millones serán para usar en prácticas deportivas, desde podómetros a otros más sofisticados, 2,1 millones de anteojos y unos 13,6 millones de cámaras. Según otra consultora, IHS Global Insights, el mercado mundial de dispositivos portátiles llegará a los u$s 9.000 millones en 2014.
En tanto, para Deloitte, los anteojos conectados a Internet llegarán a un total de cuatro millones de unidades vendidas este año y, junto a las pulseras y relojes, facturarán un total de u$s 3.000 millones a fines de este año. Un ejemplo de la apuesta por este mercado es que la semana pasada, Google anunció un acuerdo con la compañía italiana Luxottiva –que fabrica anteojos para las marcas top Ray Ban, Oakley, Vogue Eyewear y Arnette–, para que amplíe el catálogo de monturas para los Google Glass.
Por su parte, otra consultora, Canalys, considera que sólo las pulseras y los relojes inteligentes sobrepasarán este año las 17 millones de unidades para acercarse a los 45 millones en 2017. “La cuestión es tener un producto independiente que funcione solo, sin tener que conectarlo al teléfono inteligente”, explicó Archana Vidyasekar, especialista de la consultora Frost & Sullivan. En este rubro Samsung fue de las primeros en tantear el mercado con su reloj Galaxy Gear. Luego la siguieron otras firmas como Huawei que incursionó en este segmento con TalkBand, que combina un podómetro (contador de pasos) con un dispositivo de control del ritmo del sueño.
Muchas empresas de tecnología apuestan a estos productos como una forma de compensar el menor crecimiento en las ventas de teléfonos inteligentes. “Estos accesorios son un peaje obligado porque el crecimiento de las ventas de smartphones se estanca”, destacó Carolina Milanesi, analista en Kantar WorldPanel. Pero a pesar de las altas cifras de venta proyectadas, opinó que 2014 será un año de ensayo y error para convencer al consumidor de que la tecnología wearable “es algo necesario y no algo que está bien tener”.
EL CRONISTA