22 May Inversores vuelven a apostar a hacer diferencia con las monedas
La caída en la volatilidad de las monedas a los niveles más bajos desde 2007 resultó ser una bendición para los operadores dedicados al carry trade, que buscan aprovechar de nuevo las diferencias entre las tasas de interés mundiales.
Es que el índice de UBS AG que sigue los retornos de los carry trades en el mercado de divisas dio un salto de 3,8% este año, superando ampliamente lo que los inversores podían obtener con las acciones o los bonos. En paralelo, un parámtero de JP Morgan relacionado a las fluctuaciones de precios previstas en las monedas se desplomó 20% en el mismo período al nivel más bajo desde el comienzo de la crisis financiera mundial.
Los operadores ahora se apresuran a apostar a la operación, beneficiando a los países con tasas relativamente altas. De hecho, el carry trade más rentable financiado con dólares en el último mes fue la compra de reales brasileños, que dio a los inversores una ganancia de 8,2%, según datos de la agencia Bloomberg. En tanto, la compra de la lira turca y el peso colombiano proporcionaron las segundas mejores ganancias financiadas con dólares, que fueron de 6,8% y 6,4%.
En los carry trades, los operadores compran activos de alto rendimiento tomando préstamos en monedas de países con costos de endeudamiento más bajos. Una caída en la moneda de financiamiento o un alza en el tipo de cambio de destino eleva el retorno del diferencial de las tasas de interés. Así, la menor volatilidad reduce la posibilidad de que la operación se caiga por fluctuaciones violentas de los tipos de cambio. Por ahora, las preocupaciones del mercado son más relajadas, lo que permite a los inversores centrarse en el análisis de la política monetaria y las tendencias macroeconómicas. De hecho, consideran que esta estrategia de inversión todavía puede ser rentable, al menos hasta que los costos de endeudamiento comiencen a subir en Estados Unidos.
Las demandas en general están centradas sobre las monedas de países altamente dependientes del capital extranjero, como la lira turca, el rand sudafricano, el real brasileño, la rupia indonesia y la rupia india. Estos mercados fueron rechazados durante gran parte del año pasado por los efectos que tendría la reducción de los estímulos monetarios de la Reserva Federal (Fed) sobre la salida de capitales en los mercados emergentes.
Además, invertir en monedas fue una propuesta perdedora en los últimos tres años ya que los mayores bancos centrales del mundo tomaron el control de los mercados reduciendo los costos de endeudamiento e inyectando millones de dólares de efectivo en el sistema financiero para impulsar el crecimiento. Esto atenuó las tendencias a las que recurren los operadores para ganar dinero.
EL CRONISTA