12 Apr “Jamás imaginamos la diversidad de reacciones que se logró entre la gente”
Desde su aparición sorprendete en el territorio musical, con videoclips que revolucionaron el género cuando todo ya parecía hecho, y luego en el mundo de cine con trabajos tan originales y recordados como ¿Quieres ser John Malkovich? y El ladrón de orquídeas, el director Spike Jonze redobló ahora la apuesta y sorprende nuevamente con su última producción, Ella.
La historia, que finalmente se pudo ver en los cines argentinos, llegó después de la entrega de los premios Oscar, donde ganó en el rubro de mejor guión original, sobrepasando a Escándalo americano, Blue Jasmine, Dallas Buyers Club: El Club de los Desquiciados, y Nebraska.
–¿Cómo fue escribir algo totalmente propio, sin basarse en un texto de otro?
–Escribir es difícil. Como bien sabe todo periodista, estar sentado con la hoja o la pantalla en blanco, vacía, es todo un desafío. ¡Crear algo de la nada es dificilísimo! Pero me encantó hacerlo, lo admito, y ahora creo que estoy preparado para seguir este camino. Quizá podría haber hecho Dónde viven los monstruos a solas, pero no me animé y después de 60 página llamé al escritor Dave Eggers para que me ayude. Técnicamente, quizá lo podría haber hecho, pero no pensé que estuviera listo para dar ese paso, y necesitaba hacerlo con alguien que me ayudara.
–¿Cómo surgió la idea de enamorarse de un sistema operativo? ¡En general la gente los odia!
–Nunca pensé que la gente podía odiar el sistema operativo de una computadora, pero es cierto que a veces se ponen obtusas y uno se enoja y protesta. El desafío de la película era lograr que la gente creyera en lo posible de esa historia de amor. Creo que me di cuenta que el truco para hacer un guión es mantener las cosas muy simples, casi al punto de despistar sobre lo que está ocurriendo realmente. Hay que dejar todos los planos cerca, y no pasarse de la raya. Es como leer un buen libro, donde uno se imagine realmente a cada personaje. El problema de pasar al cine es que todos los personajes son de carne y hueso, salvo la coprotagonista, que es solamente una voz. Uno ve las reacciones de la gente, pero no de Samantha, salvo por su voz. Esto también es lo que me apasiona de hacer cine: uno se fabrica desafíos casi imposibles. No imposibles, pero casi.
–En tus películas hay desafíos que pocos directores y guionistas se animaron a encarar antes.
–Es lo que intento. Es lo que me apasiona y lo que pone peligroso al asunto. Creo que en algún punto de mi carrera me di cuenta de que necesito el riesgo real de fallar, que haya peligro, porque ahí aumenta mi carga de adrenalina. Es como subir al techo de un hotel y tirarse a la pileta.
–En general el cine y la televisión muestran la relación con la tecnología como algo peligroso.
–No está en mi naturaleza juzgar a la gente ni a los hechos. Me gusta que cada uno defina sus valores y puntos de vista. Que cada uno decida qué es el éxito o qué es el amor.
–¿Cómo fue trabajar con Joaquin Phoenix?
–Es intenso de la mejor manera, con sinceridad. No es un actor que te va a pedir que lo ayudes si no siente lo que está pasando con su personaje. No te va a decir “Okey, lo hago pero realmente no lo entiendo”. Es el primero en decir que no sabe actuar algo que no entiende o siente, y creo que eso es maravilloso y bello. Me acuerdo que al conocerlo me di cuenta de inmediato que es una persona que se toma su oficio muy en serio, sin aires de divo ni estrella. Es intenso, pero también el primero en prenderse a hacer payasadas durante el rodaje. Fue un placer trabajar con él porque nos metimos juntos en esta aventura loca e intentamos llegar a lo profundo e íntimo de la historia, pero al mismo tiempo intentamos divertirnos un poco. Y si bien no todo en la vida tiene que ser divertido, está bueno poder meterse de lleno y apreciar lo que está ocurriendo.
–¿Cómo fue la dinámica con Scarlett Johansson para hacer las voces en off de Samantha?
–Creo que pensó que iba a ser más sencillo y me dijo que sí enseguida. Me acuerdo que al juntarnos a charlar sobre la película le dije que su personaje es nuevo en este mundo, y todavía no aprendió a manejar los miedos e inseguridades. Y ahí fue cuando ella dijo: “Uh, esto va a ser más difícil de lo que pensaba.” Es una película donde hay que sentirse atraído por ambos personajes, para que sea una historia de amor en serio.
–¿Cómo trabajaron la relación entre Theodore y Samantha?
–Originalmente, en el set de filmación, estaba la actriz Samantha Morton, que leía las partes que luego hizo Scarlett. Ella estuvo todos los días en el rodaje con Joaquin, en sus auriculares. La pusimos en otra habitación e iba leyendo sus partes al oído. Así que él realmente estaba escuchando lo que ella decía. Después, en el tramo de posproducción nos dimos cuenta de que lo que ella y yo habíamos hecho juntos no era exactamente lo mejor para la película, así que llamé a Scarlett y recreamos esa sensación de intimidad que habíamos logrado, pero a solas con ella en la cabina de sonido.
–¿Buscaste transmitir un sentimiento de melancolía o romanticismo?
–Creo que una cosa bastante impresionante que consiguió el film es algo que jamás imaginamos, que es la diversidad de reacciones de la gente. Para algunos es una película tremendamente romántica, pero para otros es muy triste o melancólica. Para otros incluso es medio tenebrosa, y otros la encuentran esperanzadora. Todas esas reacciones me alegraron mucho, pero creo que en definitiva Ella es un largometraje sobre muchas cosas, muchas sensaciones, muchos sentimientos y muchas emociones. Y aunque algunas de esas cosas sean contradictorias entre sí, así es la vida. «
TIEMPO ARGENTINO