Cae un miembro de Los Templarios mexicanos por tráfico de órganos

Cae un miembro de Los Templarios mexicanos por tráfico de órganos

El sobrino de uno de los jefes del cártel mexicano Los Caballeros Templarios fue arrestado en el oeste de México, acusado de asesinato de menores de edad para extracción y venta de órganos, informó la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Michoacán.
Manuel Plancarte Gaspar pertenece a la misma organización criminal que su tío, Enrique “Kike” Plancarte, uno de los principales líderes templarios después de la muerte de su fundador, Nazario Moreno, “El Cayo”, registrada el 9 de marzo pasado en un operativo federal.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública, Plancarte Gaspar “es investigado por la muerte de menores de edad, a quienes extraía sus órganos para venderlos” y fue arrestado en posesión de un vehículo robado.
Hasta ahora, no se tenía conocimiento de que Los Templarios también estuvieran involucrados en el tráfico de órganos. Las autoridades informaron sobre la detención de Plancarte Gaspar, de 34 años, a través de su cuenta Twitter, pero no se pudo obtener información adicional en esa dependencia michoacana porque nadie respondía en los teléfonos de la oficina de prensa. Ayer era un día festivo nacional en México.
Enrique Plancarte Solís, alias “Kike” Plancarte, es uno de los dos principales dirigentes de Los Templarios, junto con Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”.
Las autoridades mexicanas ofrecen una recompensa de 10 millones de pesos (unos 770 mil dólares) a quien dé información que lleve a la detención de Kike Plancarte, la tercera parte de la recompensa fijada por La Tuta.
El cártel de Los Templarios surgió en 2010 como sucesor de La Familia Michoacana y se convirtió en una de las organizaciones más peligrosas de México, con actividades que van desde la fabricación de metanfetaminas, al secuestro, la extorsión y la extracción y exportación de minerales.
El gobierno federal mexicano ha intensificado en los últimos meses los operativos en Michoacán donde, además de los cárteles, operan grupos de autodefensa, milicias civiles armadas, que también han sido acusadas de incurrir en abusos contra la población.
La semana pasada fue arrestado el líder de las autodefensas del poblado de La Ruana, Hipólito Mora, como copartícipe en el asesinato de dos miembros de estas organizaciones que habían cuestionado su forma de actuar. Mora está acusado de 35 delitos, entre ellos robo y despojo de propiedades.
La detención ha generado tensiones en la relación entre las autodefensas y el gobierno en Michoacán, que habían llegado a un acuerdo semanas atrás para ingresar a esos milicianos irregulares a las instituciones de seguridad públicas estaduales.
Pero tras la detención de Mora, el grupo comandado por José Manuel Mireles, uno de los principales jefes de las autodefensas, acusó al gobierno de traición y de pretender aniquilarlos. No obstante, las milicias armadas descartaron una ruptura con el gobierno, aunque indicaron que exigirán que se cumplan acuerdos pactados entre ambas partes para acelerar el regreso de la tranquilidad a Michoacán.
El gobierno busca una desmovilización paulatina de las organizaciones civiles armadas y ha advertido que no tolerará actos delictivos por parte de quienes dicen defender a sus comunidades. «
Un trozo de hígado vale 40 mil euros en valencia
La Brigada Judicial de Valencia, en España, informó la semana pasada sobre la captura de cinco personas, ninguna de ellas de nacionalidad española, por su presunta implicación en un intento de compraventa de órganos. El delito en cuestión se relacionaba con una operación concretada con un acaudalado empresario libanés que había acordado pagar 40 mil euros por un trasplante de hígado. Es la primera vez en España que la policía efectúa una operación de este tipo y lo hace al amparo de la reforma del Código Penal en junio de 2010, que castiga con penas de prisión a “los que promuevan, favorezcan, faciliten o publiciten la obtención o el tráfico ilegal de órganos humanos ajenos o el trasplante de los mismos”.
La investigación databa de un par de años atrás, tras la denuncia de una ONG que aportó información precisa sobre grupo de individuos que ofrecían fuertes sumas de dinero a inmigrantes irregulares por vender parte de su hígado para un trasplante. Fue entonces cuando las autoridades sanitarias valencianas detectaron también a otro grupo de personas que se estaba sometiendo a complejas pruebas médicas en una clínica privada de Valencia. La alerta llegó hasta la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), que activó todas las alarmas del sistema que supervisa los trasplantes en ese país.
TIEMPO ARGENTINO