27 Feb La pasante que tuvo un affaire con Kennedy
Mimi Alford y John F. Kennedy (JFK) se conocieron en 1962, cuando ella tenía 19 años y acababa de empezar una pasantía en la Casa Blanca. El tenía 46, era el presidente de Estados Unidos y estaba casado con Jackie Bouvier Kennedy, una de las mujeres más emblemáticas del siglo XX.
Entre Alford y Kennedy habría existido un romance de un año y medio, que duró desde el día que se conocieron hasta que JFK fue asesinado, en Dallas, en 1963.
Eso es lo que sostiene Alford, que hoy tiene 69 años, en su libro Once upon a secret: my affair with President John F. Kennedy and its aftermath (Había una vez un secreto: mi romance con John F. Kennedy y lo que siguió), que saldrá a la venta mañana en Estados Unidos.
Según la protagonista de la historia, su primer encuentro con el entonces presidente norteamericano habría sido apenas tres días después de iniciar su pasantía en el servicio de prensa de la Casa Blanca. Después de la presentación, la joven fue invitada a nadar con Kennedy en la pileta de la Casa Blanca y más tarde a una fiesta. Siempre según su relato, Kennedy le propuso entonces mostrarle las instalaciones y rápidamente la condujo “a la habitación de Jackie”.
Fue allí donde la mujer, que era virgen, tuvo su primera relación con John Kennedy, la única que tuvieron en la habitación matrimonial, pero la primera de una larga serie de encuentros. Alford esperaba que JFK la llamase “en ausencia de Jackie Kennedy”, y a veces viajaba con él. A lo largo de su relación, lo llamó siempre “señor Presidente”.
Kennedy y Alford incluso compartieron momentos en la bañera con patitos de plástico, a los que el presidente ponía nombres de su familia.
En su explosivo libro, que ya está provocando polémica en Estados Unidos, la autora dice que Kennedy jamás la besó en la boca. “El abismo que había entre nosotros, en edad, poder y experiencia, garantizaba que nuestro affaire nunca se convertiría en algo más serio”, explica.
“Ser deseada por el hombre más célebre y poderoso del mundo sólo aumentaba mi sensación de que resistir no era una opción”, explica Alford, que según la editorial Random House decidió escribir el libro para “liberarse” de sus secretos, impulsada por la difusión que dieron los tabloides a su historia luego de que su relación con Kennedy saliera a la luz, por primera vez, en una biografía del presidente publicada en 2003 por Robert Dallek.
A pesar de que la joven pasante volvió a la universidad en el otoño de 1962, el presidente seguía llamándola, con el seudónimo de “Michael Carter”, y enviaba autos a buscarla para que la llevasen a la Casa Blanca.
Así fue como compartieron muchos momentos y confidencias, a tal punto que, en una rara confesión política, en plena crisis de los misiles de Cuba, Kennedy le habría dicho que prefería que sus hijos “fuesen rojos [comunistas] en lugar de muertos”.
En el libro, la ex becaria revela que la última vez que estuvieron juntos fue en el Hotel Carlyle de Nueva York, el 15 de noviembre de 1963, una semana antes del asesinato del presidente.
“Me dio un fuerte abrazo y me dijo que le gustaría que fuera con él a Texas y que me llamaría a la vuelta”, afirma la mujer, que en ese momento estaba a punto de casarse. Eso, sin embargo, parecía no importarle a Kennedy. “Sé que estás por casarte, pero te llamaré de todas formas”, dice Alford que le dijo, antes de partir, JFK.
LA NACION