21 Feb EE UU: una chica de 19 años confesó que asesinó a más de 20 personas
Mientras el mundo occidental celebraba el día de San Valetín, la estadounidense Miranda Barbour, de tan sólo 19 años, confesaba al diario The Daily Item haber asesinado a más de 20 personas para rendirle tributo a Satanás. Además, dijo con total frialdad, que no se arrepiente de ninguno de esos crímenes.
La joven está detenida junto a su marido, Elytte Barbour, de 22 años, acusados de asesinar a puñaladas a Troy LaFerrara, de 42. La muchacha y la víctima se citaron a través de la web Craigslist, donde el hombre pretendía compañía, pero cayó en la trampa de la pareja que buscaba saciar sus ansias de sangre, en conmemoración de su tercera semana de matrimonio.
En un primer momento, la mujer se consideró inocente porque actuó en defensa propia. Reconoció que se encontró con LaFerrara, pero como el hombre habría querido abusar de ella lo mató a puñaladas. Los detectives no tardaron mucho en darse cuenta que mentía y quedó detenida, al igual que su pareja. Pero la confesión de la joven a la prensa dejó a los propios investigadores atónitos, y ahora junto a diferentes agencias de seguridad de Estados Unidos intentan confirmar cada uno de estos crímenes.
20 PUÑALADAS
El 11 de noviembre pasado, Barbour y LaFerrara se encontraron en el estacionamiento de un centro comercial en Sunbury, un pueblo con alrededor de 10 mil habitantes en el estado de Pensilvania. LaFerrara subió al auto de la chica y comenzaron a charlar. Jamás se imaginó que en la parte trasera y debajo de una manta, estaba Elytte.
Una señal de la mujer bastó para que su marido saltara del asiento y le pasara una cuerda alrededor del cuello de LaFerrara. Después, la mujer habría terminado la faena de 20 cuchilladas. El cuerpo de la víctima, abandonado en un callejón, fue descubierto un día más tarde.
“LaFerrara dijo las cosas mal y luego todo se salió de control”, argumentó la jovencita en diálogo con el periódico local The Daily Item. “Le mentí y le dije que tenía 16 años y me dijo que eso no le importaba. Si hubiera dicho lo contrario, le habría dejado escapar”, aseguró.
CONFESIÓN
“Es el momento de ser honesta”, comentó la chica desde la cárcel, en diálogo telefónico con su entrevistador. En la charla, la asesina explicó que en Alaska tuvo una infancia dura: su tío abusó sexualmente de ella cuando tenía cuatro años, por lo que fue condenado a 14 años de prisión.
Luego, a los 13 años, Barbour se inició en una secta satánica y volvió a ser víctima de abuso. Esta vez a manos del líder del culto, quien también la llevó a matar por primera vez: le disparó premeditadamente a un hombre en un callejón. “Después de dispararle me dijo que era mi turno. Odio las pistolas. Yo no uso pistolas. No podía hacerlo, así que él vino por detrás, tomó sus manos, las puso sobre las mías y tiramos del gatillo. Y desde ahí continué matando”, señaló la chica.
“Cuando llegué a los 22 crímenes dejé de contar”, aseguró en la entrevista, al mismo tiempo que detalló que los homicidios ocurrieron en Alaska, California, Texas y Carolina del Norte, todos estados en los que la chica residió antes de mudarse a Pensilvania con su flamante marido.
“Puedo localizar en un mapa donde se pueden encontrar los cadáveres. Me acuerdo de todo. Es como ver una película”, agregó.
Barbour también reconoció que antes de matar “atraía a esas personas, las estudiaba. Aprendía de ellos, e incluso me hacía su amiga. Hice esto con personas que hacían cosas malas y que ya no merecían estar aquí.”
Mientras le practican diferentes pericias psiquiátricas a los imputados, los investigadores intentan a contrarreloj determinar si los crímenes de los que Barbour se hizo cargo son ciertos.
“Por la información que tenemos y por lo que ella dijo durante su entrevista estamos muy preocupados y hemos estado en contacto con las autoridades pertinentes”, dijo uno de los jefes policiales consultados por la prensa local.
TIEMPO ARGENTINO