Presentaron un tratamiento no quirúrgico para hernias de disco

Presentaron un tratamiento no quirúrgico para hernias de disco

Por Sebastian A. Rios
Sobrepeso, malas posturas, falta de actividad física: muchas son las causas que llevan a que los discos que funcionan como amortiguadores de las vértebras de la región lumbar de la columna se desgasten y se rompan, y liberen material que presiona el nervio y causa dolor, mucho dolor.
La cirugía es, aunque efectiva, aquello de lo que los pacientes no quieren ni oír hablar, y por eso cada vez son más las opciones mínimamente invasivas para el tratamiento de la hernia de disco. En esta tendencia se incluyen las inyecciones de etanol gelificado desarrolladas por el neurorradiólogo francés Jacques Théron.
“Con esta sustancia, observamos que la hiperpresión dentro del disco se va, al igual que la inflamación, y lo más importante es que se produce una especie de regeneración del disco tratado”, dijo a LA NACION el doctor Théron, que visitó la Argentina para presentar su experiencia con este tratamiento en la XX Semana del Intervencionismo Mínimamente Invasivo (SIMI-2010), que se realizó la semana pasada en la ciudad de Buenos Aires.
La técnica ha comenzado a ser utilizada en la Argentina: en los últimos dos años, ya son 12 los pacientes tratados por un equipo de Eneri. “Hasta ahora, la evolución ha sido buena: no hemos tenido recidivas; tampoco, recurrencias, y ninguno de los pacientes tuvo que ser retratado”, comentó la doctora Rosana Ceratto, médica neurorradióloga de la Clínica La Sagrada Familia.
“En los estudios de control realizados con estos pacientes se ve que el disco se retrajo satisfactoriamente y, sobre todo, observamos la mejoría clínica, que tarda entre 3 y 4 semanas, y culmina con la desaparición del dolor”, agregó Ceratto, cuya experiencia también fue presentada en la SIMI-2010, que se realizó junto con el XXII Congreso de la Sociedad Ibero-Latinoamericana de Neurorradiología, Diagnóstico y Terapéutica (Silan).
Causa y consecuencia
“Creeemos que la hernia discal es una consecuencia de problemas de postura -explicó el doctor Théron-. No estamos hechos para estar de pie, lo que genera trastornos en la parte inferior de la columna, donde se produce una atrofia de los músculos espinales que le dan sostén.”
De ahí a la hiperpresión de los discos de la columna lumbar hay un camino estrecho que, según Theron, es lo que conduce a la hernia de disco. Y la utilización de un compuesto de etanol gelificado con nanopartículas de tungsteno -que hacen que el gel sea radioopaco y que pueda ser visualizado mediante el control radiológico- es su propuesta mínimamente invasiva para estos casos (ver ilustración).
“Su uso evita la cirugía abierta, en la que hay que cortar músculo, resecar un pedacito de la vértebra, para llegar al disco y extraerlo -señaló Ceratto-. Aquí, lo que se hace es inyectar una sustancia a base de alcohol gelificado y tungsteno, con el objetivo de terminar de deshidratar el fragmento del disco afectado, que una vez seco se retrae, vuelve a su lugar y deja de comprimir la raíz.”
“Es una forma de reconstuir el disco sin perder la estabilidad de la columna”, agregó. Y sin cirugía y sin internación, ya que el tratamiento es ambulatorio. “Como en todo tratamiento de la hernia de disco, luego el paciente debe hacer rehabilitación y cambiar su forma de vida: dejar de fumar si fumaba, hacer natación si no hacía…”
“Ocurre que una vez realizado el tratamiento, es muy importante considerar el tema de por qué el paciente ha hecho una hernia: hay que modificar el tema de la postura”, concluyó Théron.
Las inyecciones de etanol gelificado son sólo una de las propuestas del neurorradiólogo Jacques Théron -pionero también en otras áreas de la especialidad, que incluyen el desarrollo de distintos métodos de neuroprotección para las angioplastias de carótidas- para la “armonización” de la columna, en la que la hernia de disco es efecto y no causa.
Uno de los procedimientos más novedosos introducidos por Théron es la lipoaspiración de los músculos paraespinales.
“En las resonancias de los pacientes, especialmente de los obesos, uno ve que los músculos espinales han acumulado grasa, que no es un tejido de sostén. Se necesita músculo para que el hueso no trabaje de más y se transforme en artrosis”, explicó la doctora Rosana Ceratto, médica neurorradióloga de Eneri.
“Lo que hay que hacer es sacar la grasa del mismo modo que una liposucción convencional, pero con agujas más pequeñas, con un procedimiento más suave, y vemos que los músculos espinales se reexpanden y el sostén de la columna mejora”, comentó Théron.
“En pacientes en los que el músculo se ha atrofiado, vemos que luego de la lipoaspiración éste recupera flexibilidad”, agregó Ceratto, que comentó que en los próximos meses comenzarán a implementar en el país esta técnica.
LA NACION