09 Dec Construir la sociedad comercial, un modelo para armar
Por Sebastián Chiappe
Más preocupados por los temas contables, a veces, los emprendedores pasan por alto un punto esencial al iniciar su empresa: En ocasiones, no prestan demasiada atención a los aspectos legales o al formato societario que utilizarán, alerta Miguel Remmer, socio del estudio de abogados Beccar Varela. Sin embargo, una de las primeras decisiones a la hora de iniciar un emprendimiento tiene que ver con qué sociedad formar, donde las figuras de Sociedad Anónima (SA) y de Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) terminan siendo las más usuales -aunque no las únicas-, aseguran desde el bufete Allende & Brea.
Para evaluar el tipo societario, en Beccar Varela sugieren analizar los aspectos contables y legales. Se deben considerar cuestiones como la cantidad de participantes y hasta el modo de financiación al que se aspire.
Ante todo, desde el punto de vista legal, se debe contemplar la responsabilidad que se asume en caso de no utilizar una figura jurídica adecuada, ya que puede generar costos o trámites innecesarios y, en oacsiones, hasta traer un encorsetamiento para el funcionamiento de la sociedad y la toma de decisiones.
El tipo de sociedad que se elija no depende del segmento al que se dedique la pyme. En muchos casos, los emprendimientos nacen como empresas unipersonales o como sociedades de hecho. Otros adoptan el formato de la SA, el tipo societario pensado para grandes emprendimientos, agrega Miguel Silveyra, socio de Remmer, en Beccar Varela.
Cuestión de síntesis
Las unipersonales son empresas que no están cobijadas bajo una figura societaria. Paz Alonso Dorola y José Ángel Tovbein fundaron, en 2009, Focu, dedicada a la fabricación de cuadros en lienzo a partir de fotos y archivos digitales, que vende accesorios afines. Fue anotada como una empresa unipersonal, responsable inscripto, autónoma no monotributista. Elegimos esta forma porque, para crear una sociedad, hay que cumplir requisitos de contrato, inversiones de capital, seguros, inscripciones en la Inspección General de Justicia (IGJ), pago más elevado de ganancias, lo que nos llevaba tiempo, dinero y burocracia innecesaria, cuentan los socios. Así, sólo inscribieron su emprendimiento en AFIP y en la Agip de la Ciudad de Buenos Aires.
Con una inversión inicial de apenas $ 300 para imprimir un lienzo, comprar un bastidor y armar una web, el primer año alcanzaron una facturación de casi $ 75.000. Hoy, emplean a 20 personas y, en el último período, facturaron $ 3 millones. Las cuestiones legales las manejamos con un abogado, señala Alonso.
Ahora bien, constituir una sociedad comercial presenta algunas ventajas. Por ejemplo, permite proteger el patrimonio personal para diferenciarlo del de la empresa o limitar la responsabilidad de cada socio, en función al capital que haya aportado, entre otras cuestiones. El régimen normativo de constitución y funcionamiento de las SA y SRL se enmarca en la Ley 19.550. Si bien, en ambos tipos societarios, la responsabilidad de los socios y accionistas se encuentra limitado al capital aportado o a la integración de las acciones, según corresponda, las SRL presentan algunas ventajas sobre las SA.
Dime con quién andas
En efecto, su constitución e inscripción en el Registro Público de Comercio es más económico, ya que su funcionamiento requiere menos formalidades que las SA y, a la vez, su constitución puede hacerse mediante instrumento privado. Así, permite poder prescindir de los honorarios de escribano público que, según fuentes consultadas para esta nota, estiman en $ 8.000.
Lafont Cast Iron es una metalúrgica dedicada a la elaboración de productos especiales en hierro fundido vitrificado fundada en 2008 como una SA. Consideramos que es un tipo societario transparente a la vista de clientes y proveedores, ya que debe presentar informes anuales ante la IGJ y es flexible para la transferencia de acciones, afirma Ignacio Montesinos, uno de los dos socios. Con un crecimiento de un 20% anual y una proyección similar para el próximo año, Lafont prevé, para estos días, la inauguración del primer local exclusivo en el barrio de Belgrano y planea, a mediano plazo, la apertura de otras cuatro tiendas, distribuidas en el gran Buenos Aires, Córdoba y Rosario.
Mirar más allá
En cuanto a su constitución, a diferencia de la SA, las SRL pueden ser formadas mediante instrumento privado, requiriendo sólo el gasto notarial de certificación de las firmas de los socios que la constituirán. Asimismo, aquellas cuyo capital social no supere los $ 10 millones se encuentran exentas del pago de la tasa de fiscalización anual que cobra la IGJ, un costo que se fija en relación al capital social.
Martín Ruiz Díaz e Ignacio Dolcemascolo decidieron radicar su empresa, Turno Médico, una plataforma que permite solicitar turnos a través de Internet, en los Estados Unidos. Acá todo es muy burocrático, argumentan. Crearon una LLC (similar a la SRL en el país), trámite que se realiza online y, en cuatro días, y la pyme quedó constituida. Se realiza sin intermediarios, lo que permite reducir los costos un 30%, agregan.
Tras una inversión inicial de u$s 30.000, hoy ya se encuentra en funcionamiento. Dolcemascolo se encarga de la programación, desarrollo y diseño de la pagina web, mientras que Ruiz Díaz trabaja con cuestiones administrativas, relaciones públicas y comunicación con el cliente.
A diferencia de Focu y LaFont, no tienen empleados y tercerizan todos los trabajos. Se financian de la publicidad y del cobro por dos planes especiales que ofrecen a sus clientes; el servicio normal es gratuito. A corto plazo, planean formar una SRL en el país para extender el servicio a toda América latina.
Con distintos proyectos, ideas e incluso presente, Focu, LaFont y Turno Médico difieren en el tipo de sociedad pero sí están de acuerdo en una cosa: lo que garantiza el éxito es el trabajo en equipo y la confianza entre los socios.
EL CRONISTA