Márquez, el chico que revolucionó el MotoGP

Márquez, el chico que revolucionó el MotoGP

Por Roberto Berasategui
“Este chico será el mejor de todos nosotros.” Con esas palabras, Valentino Rossi, el más grande hasta ahora del mundo de las dos ruedas, catalogaba al diminuto español que había causado asombro en las categorías preliminares de MotoGP y que si bien todos lo miraban con enorme expectativa, el chico superó cualquier pronóstico y se proclamó el campeón mundial más joven de la historia del motociclismo.
Con apenas 1,68 metros y 59 kilos, los vaticinios sobre su adaptación a la categoría reina del mundial de motos no eran los más alentadores. Mucha potencia para dominar una máquina que requiere una fortaleza física que acompañe las virtudes conductivas. Y Márquez lo consiguió. A los 20 años entró en la historia grande del motociclismo no sólo por ser campeón mundial. Su nombre se inscribe como el piloto más joven de la historia en proclamarse monarca (desplazó a Freddie Spencer, que fue campeón en 1983 con 21 años y 258 días), como este año, en la temporada debut, también fue el piloto más precoz en ganar un Gran Premio, en Estados Unidos.
“Hoy corrí la carrera más larga de mi vida”, dijo Márquez, que protagonizó una competencia electrizante, de las más emotivas de MotoGP. Una carrera que fue la coronación perfecta para engrandecer aún más el nombre del flamante campeón, que le dio pelea a su compatriota Jorge Lorenzo, que dejó en sus manos la corona que perdió en ese mano a mano intenso y fabuloso, en el que también intervino Dani Pedrosa.
Ya en su presentación en la categoría máxima de las dos ruedas, tuvo un podio soñado en Doha, donde fue tercero, detrás del campeón, Jorge Lorenzo, y de la leyenda Valentino Rossi, que aquel día lo saludó con un cariño y un respeto poco comunes entre los grandes campeones. Sin embargo, en ese debut, Rossi ya demostraba que ese incipiente rival ya era distinto.
El piloto de Honda fue fichado para ayudar al consagrado Dani Pedrosa en la lucha por la corona frente al dominio de Yamaha con Lorenzo.
Desde aquel podio en Doha, la figura de Márquez se agrandó cada vez más. Y los comentarios se multiplicaban. El mismo Rossi decía: “Tiene un talento increíble. Y su cara angelical esconde a un verdadero guerrero. Ha demostrado también que tiene una mentalidad de campeón”.
El físico diminuto le sirvió para explotarlo arriba de su máquina, con inclinaciones en curvas veloces por demás llamativas. Estudios españoles demostraron que la moto llegar a inclinarse hasta 61 grados, mucho más de lo habitual. Si las fotografías en las que los codos suelen rozar los pianitos son las más buscadas por los reporteros gráficos, algo tan inusual como en la década del 70 algunos comenzaban a rozar las rodillas en el asfalto…
Sin errores significativos, pese a la inexperiencia en MotoGP, Márquez dio pelea y no se dejó amedrentar frente a las figuras de Lorenzo -principalmente con quien llegó a la disputa por el título hasta la última fecha, ayer en Valencia-; Valentino Rossi, que no contó con un medio mecánico competitivo, ni con su compañero Pedrosa.
Si este gran talento del motociclismo mundial tiene apenas 20 años, hace sólo 16 les pidió a los Reyes Magos una minimoto, porque era lo que más le gustaba para jugar. Más que los autitos y que la pelota. Y su padre, Juliá, que le dio los gustos desde chiquito, lo acompañó en la aventura de la competición. Fue quien lo empujó a competir cuando a los 15 años no daba el peso mínimo y adicionaban lastre para alcanzar los 130 kilos reglamentarios entre el hombre y la máquina. Arrasó con los títulos españoles y ascendió a la cadena mundial con el asombro que despiertan los “distintos”.
Márquez ya hizo historia en MotoGP. Es el más joven entre los campeones y se coronó en una competencia inolvidable, en la que el mismo Lorenzo admitió que se le “fue la mano con su vehemencia”. El mismo Valentino Rossi, el que fue agregando calificativos sobre el joven prodigio, admitió: “Ya es el mejor de todos”.
LA NACION