09 Nov “Quería explorar la relación entre dos personas con mucha diferencia de edad”
Por Marcelo Fernández Bitar
Sean Baker es un realizador de doble faceta. Por una lado, es un reconocido director de cine independiente, autor de Príncipe de Broadway (ganadora de numerosos premios internacionales), entre otras. Por otro lado, un avispado hombre de la industria televisiva estadounidense, capaz de ponerse al hombro comedias de alcance masivo en los Estados Unidos como Warren the Ape o Greg the Bunny. Con Starlet, su último film, Baker mostró al público argentino su costado más indie.
–¿Por qué le pusiste Starlet a la película?
–El uso del término se refiere originalmente al ascenso de jóvenes actrices o cantantes dentro del star system estadounidense. Pero, en el último tiempo, se ha expandido su uso al mundo del cine en general. Por eso, durante el transcurso del film se revela que Starlet se debe al perro de la protagonista y no a su situación. Y tomamos esa decisión porque era coherente con la idea de plantear que las cosas no son lo que parecen y que, muchas veces, las primeras impresiones y los juicios apresurados suelen fallar
–¿Qué te hizo querer hacer un film sobre las relaciones humanas? ¿Y por qué elegiste retratar esta relación en particular?
–Por más de diez años tuve una historia entremanos esperando su momento. La había llamado Bric-a-bric (ladrillo a ladrillo) y trataba sobre un chica de 20 años que encuentra una gran cantidad de dinero guardada en un termo comprado en una feria. Y que en vez de quedarse la plata o devolverla decide hacerse amiga de la dueña original del termo a ver si de verdad necesitaba o merecía que le devolviesen el dinero. Está basada en una historia real que le ocurrió a un amigo de mi padre. Y desde que me la contaron siempre me pregunté qué haría yo mismo en esa situación. Al mismo tiempo, quería explorar la relación entre dos personas con mucha diferencia de edad porque eso, generalmente, te trae extrañeza, malentendidos y, finalmente, humor.
–¿Por qué elegiste a Dree Hemingway? ¿Qué le viste para el papel?
–A Dree nos la presentó su manager, Allan Mindel, que es muy reconocido en el ambiente por descubrir gente talentosa. Recuerdo que la probamos para el papel mediante una extensa sesión de video chat. Enseguida me di cuenta que encajaba perfecto con el personaje. Su sensibilidad, humor y aspecto físico iban perfecto así que le dije que era la elegida. Nunca necesité una verdadera audición.
–El final es abierto, ¿qué buscaste provocar en el espectador?
–Creo que las mejores películas son aquellas que dejan a su audiencia con las ganas de salir de la sala y sentarse en un café a discutir o charlar. Un film que te presente todo muy cocinado va a ser un film que no te va a dejar nada para discutir después. Dicho esto, el final abierto no fue algo que hubiésemos premeditado especialmente. Sólo sucedió que, llegados a ese punto, nos dimos cuenta de que no hacía falta contar más. Que todo lo que habíamos querido mostrar entre estos dos personajes, ya lo habíamos mostrado. Entonces lo terminamos ahí. Por eso, para mí, no se trata de un final específicamente abierto.
–¿Qué expectativa tenés con la película?
–Todos esperamos que la película conecte con su público. Tal vez alguno vea Starlet y le pique el bichito como para buscar anteriores films míos. Ganar audiencia entre el público internacional es más importante para mí que ganar público aquí, porque la mayoría de mis influencias provienen de directores extranjeros. También queremos que a la película le vaya lo suficientemente bien como para poder financiar futuros proyectos. Ojalá así sea.
TIEMPO ARGENTINO