El mito del general Rafael del Riego

El mito del general Rafael del Riego

Por Alfredo Valenzuela
Para Moreno Alonso, el general Rafael del Riego fue “un joven oficial, escasamente conocido, con el grado de capitán que, poco después de ser ascendido inmerecidamente a comandante, es promovido, después del triunfo de su pronunciamiento, a capitán general”, y fue convertido “en un mito de la lucha por la libertad y en símbolo del progreso y la democracia” y en “un mito asumido por las generaciones posteriores con un fervor y militancia incomparables”.
Las consecuencias del pronunciamiento de Riego fueron “el triunfo del movimiento de independencia en América” y “fue el único pronunciamiento de los que se produjeron hasta entonces, desde la restauración hasta el absolutismo en 1814, que gozó de popularidad entre los soldados, porque los libraba del embarque para América”, extremo que han señalado historiadores como José Luis Comellas.
Riego “triunfó no por el impulso arrollador de las ideas constitucionales, sino por el temor a embarcarse para América”, según el historiador, quien cita a Antonio Alcalá Galiano, coetáneo de Riego: “La gran repugnancia a embarcarse, predispuso los ánimos de gente ruda en quienes no podía haber opiniones políticas a favor del levantamiento” del general.
Moreno Alonso cita “una carta del propio Riego a su hermano Miguel, escrita la Nochebuena de 1819 -una semana antes de su pronunciamiento en Las Cabezas de San Juan (Sevilla)- en la que da cuenta de su estado de zozobra ante la inminencia de su embarque para América”.
Otras fuentes
El profesor cita a historiadores como Alberto Gil Novales, biógrafo de Riego, y a Melchor Fernández Almagro, quien sostuvo que “Riego alimentó el descontento de sus soldados al decirles no sólo que iban a ser alejados de su patria en ‘buques podridos’, sino que alegó que lo iban a hacer para llevar ‘una guerra injusta al nuevo mundo’ ”.
El marqués de las Amarillas, designado ministro de la Guerra tras la sublevación de Riego, escribió que el resultado del “escandaloso levantamiento” no fue otro que “la pérdida final de los continentes norteamericanos sujetos a España”.
José Álvarez Junco, ha recordado Moreno Alonso, llegó a afirmar que “Riego fue convertido en un héroe patrio por los liberales, cuando desde el punto de vista de la razón de Estado, era reo de alta traición”, y a historiadores recientes, como Antonio Domínguez Ortiz, que entendió la sublevación como una “vergonzosa deserción”.
Moreno Alonso ha señalado que “cabe preguntarse qué hubiera ocurrido, por ejemplo en Inglaterra, con un ejército expedicionario, reunido para asegurar sus posesiones en América o en Asia, que se hubiera rebelado contra el gobierno”.
“La historiografía no ha destacado tampoco, críticamente, que con el triunfo del pronunciamiento de Riego se consolidó la tradición del golpismo militar” en España, según Moreno Alonso.
Destaca al respecto que “de los 35 pronunciamientos militares que hubo en España en el XIX, todos menos cinco tuvieron un carácter exaltado, radical o republicano, a pesar de que la opinión pública suela identificar el golpismo militar con la derecha”.
El estudio de Moreno Alonso sobre “la fabricación del mito de Riego”, de 150 páginas y titulado “¡Viva la República! ¡Riego Emperador!”, paradójicamente servirá de prólogo a la biografía de Riego, de marcado carácter hagiográfico, que coincidiendo con la proclamación de la II República escribió Carmen de Burgos “Colombine” y cuya reedición llegará en breve a las librerías.
Experto en el exilio liberal español, en Blanco White, en la Guerra de la Independencia, en el Cádiz de 1812 y biógrafo de José Bonaparte, Moreno Alonso es autor de medio centenar de libros sobre ese período.
EL LITORAL