15 Oct “Nuestro logro fue instalar el tema vial”
Por Florencia Halfon-Laksman
La muerte de Benjamín, Daniela, Delfina, Federico, Julieta, Juli, Justine, Lucas, Nicolás y Mariana en un choque, el 8 de octubre de 2006, generó que esa fecha se estableciera como el Día del Estudiante Solidario, y además provocó una toma de conciencia en un sector de la población que participa de los eventos conmemorativos y se compromete con la causa que impulsaron esos nueve alumnos y una profesora del colegio porteño Ecos, que habían viajado a hacer donaciones a niños de una escuela rural de Chaco. Familiares de las víctimas coinciden en que hubo avances en estos siete años de lucha, pero también subrayan lo que falta.
“Se hizo mucho. El principal logro fue haber instalado el tema en la sociedad, aunque falta concientización. También fue importante la creación de la Agencia de Seguridad Vial, en 2008, y el lanzamiento de libros para las escuelas, además de la creación de la licencia única de conducir. Muchos decían que era difícil y hoy la tiene el 70% del país”, rescata Sergio Levin, papá de Lucas, una de las víctimas fatales de lo que ahora se conoce como “la tragedia de Santa Fe”, porque fue en esa provincia, en la ruta 11, donde el micro en el que viajaban los estudiantes chocó de frente con un camión, en una causa que todavía no tiene sentencia firme (ver aparte). Para Sergio Kohen, papá de Nicolás, “lo que se logró en estos años fue poner en evidencia que la seguridad vial debe ser política de Estado”.
Como Levin y Kohen, los padres de víctimas de ese choque armaron la asociación civil Conduciendo a conciencia, que hoy integra el comité consultivo de la ANSV, junto a otras organizaciones que también buscan ayudar a disminuir la tasa de mortalidad en hechos de tránsito.
Todos ellos impulsan ahora un proyecto para que el Código Penal incluya a los “delitos contra la seguridad vial” y ya no sean considerados como homicidios culposos. “El tema judicial es un punto pendiente”, advierte Levin y explica: “Ahora habría atisbos de que se trate una ley para modificar, por lo menos, el tema del alcohol al volante, el ascenso de velocidad y cruzar con luz roja”, para que se consideren agravantes. Se refiere al proyecto de ley sobre seguridad vial, ya aprobado por el Senado, para tipificar los delitos cometidos en accidentes de tránsito.
Entre los asuntos irresueltos se cuenta también poder establecer el horario de descanso de choferes de micros de larga distancia y que haya mayores controles de alcoholemia, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires y algunos municipios. Kohen considera que “lo que falta es infraestructura, control, sanción y legislación. Que los delitos de transito sigan considerándose delitos corrientes hace que los conductores asesinos sigan manejando y sin condenas firmes”. Para ejemplificar, Sergio cita el caso de la provincia de San Luis, que todavía no tiene barrera en el paso donde, en 2011, un tren atropelló a un micro y murieron un grupo de niñas y docentes que iban a un retiro espiritual.
En el país, hay 12,6 muertos por hechos de tránsito cada 100 mil habitantes (cerca de 5500 por año), según las cifras del último año, a cargo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), dependiente del Ministerio del Interior y Transporte. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cifra argentina es la segunda más baja de Sudamérica, después de Chile.
TIEMPO ARGENTINO