24 Sep Teoría del comportamiento genético
Por María Florencia Giraudo
Esquema empírico de Bruce Lowe
1. El éxito del caballo triunfador se debe en realidad, a la elección de la madre del potrillo y de su abuela paterna, por intermedio de sus respectivos, abuelo materno y de su bisabuelo paterno.
2. Pues la mitad cromosómica del bisabuelo paterno, pasa a su hija. Inclusive con todo el cromosoma X de su padre y la mitad cromosómica del abuelo materno, inclusive todo su cromosoma X pasa a su hija. En realidad al evaluar la calidad de los padrillos abuelo materno y bisabuelo paterno por vía materna, evalúa a ambas yegua. Le hubiese sido más sencillo evaluar a ambas yeguas, que seguramente deben haber hecho un papel interesante en las pistas.
3. Lo que sucede es que los criadores de caballos de carrera y muchas veces toda clase de criadores se olvidan del plantel de yeguas. Piensan que con echar un buen padrillo todo está solucionado. Si además utiliza efectuando una consanguinidad generacional 3 y 4, es decir que en el Pedigri, el bisabuelo paterno y el abuelo materno sea el mismo padrillo, siendo sus hijas, ambas medias hermanas, producimos según la Tablade cierto empirismo de Felch, que el potrillo obtenido tiene el 37,50% (25% + 12,5%) de sangre del padrillo sobresaliente seleccionado.
Aclaramos, que según esta tabla con cierta aproximación ya que no habla de genes, que un hijo hereda un 50% de la sangre de cada padre y un 25% de cada abuelo y así sucesivamente.
Es la consanguinidad más exitosa que se ha obtenido en los caballos de carrera, ya que si se hace más estrecha aparecen los efectos negativos de la depresión consanguínea, con la consiguiente pérdida de vigor.
Mientras que con la consanguinidad 3-4 hay un refrescamiento de sangre al cruzar el mismo macho con hembras distintas, pero con el resultante que las medias hermanas producto del mismo, tienen la probabilidad de aportar un gran bagaje genético del padrillo seleccionado por medio de la madre del potrillo resultante y de su abuela paterna.