Piden que la donación de óvulos y esperma ya no sea anónima

Piden que la donación de óvulos y esperma ya no sea anónima

Por Mariana Iglesias
Desde siempre, en Argentina la donación de gametas (óvulos, espermatozoides) ha sido anónima. Y eso se contrapone a un derecho básico, que es el derecho a la identidad que merece todo ser humano. Hoy en día, un chico nacido gracias a donación de gametas no puede acceder a esa información crucial que es saber quiénes han sido su madre o su padre biológico.
No es un simple dato, son los genes, es el ADN, es una cuestión de salud, y de derechos.
La asociación Concebir está en contra de la donación anónima, y reclaman justamente que las personas nacidas por donación de gametas tengan derecho, alcanzada la mayoría de edad, a acceder a la información que deseen sobre el donante y su historia clínica sin restricciones. “El derecho a la identidad tiene jerarquía constitucional y ningún acuerdo entre adultos puede avasallarlo.
EL derecho a la identidad implica mucho más que el acceso a datos médicos o genéticos, alcanza también al derecho a conocer la identidad del donante”, sostienen en Concebir. Y dan el ejemplo de quienes han sido adoptados, que sí acceden a la carpeta con los datos de quien los diera a luz a la mayoría de edad. “La ley debe establecer con claridad la filiación de los nacidos, siendo hijos legales de la pareja que solicita el tratamiento. La ley debe establecer claramente que el o la donante no tiene ni obligaciones ni derechos sobre el niño nacido”, agregan.
Para eso es necesario crear un Registro de Donantes, donde la información sea resguardada y mantenida en forma confidencial hasta el momento en que sea pedida. “El Registro además debería permitir el control de la cantidad de personas nacidas por el mismo donante, limitando el riesgo de consanguineidad en los matrimonios”, aclaran en Concebir.
Y cuentan que en países más avanzados en estas técnicas han modificado sus leyes para eliminar la donación anónima: Inglaterra, Nueva Zelanda, Suecia, Noruega, Holanda, algunos estados de Australia y Washington. Tratados internacionales sobre derechos humanos y los derechos de los niños avalan esta posición.
CLARIN