12 Sep Una voz en el teléfono que no para de llamar
Por Ivana Romero
Lamentablemente siempre hablo con un aparato. Como cuando hablo con vos, hablo sola”, dice una voz de mujer en el contestador telefónico. Es posible saber que se llama María Teresa porque ella dice bien clarito en cada mensaje “habla María Teresa”. Es posible saber que busca con insistencia a Enrique: anuncia “son la ocho y veinte” o “las nueve y veinte” o “las nueve y media” como si el tiempo no pasara. Y siempre, antes o después, el reclamo, la sensación de que su amado no la escucha, la amenaza de que en cualquier momento ella, María Teresa, se va a borrar del mapa para siempre. Pero no, sigue ahí. Porque es, sobre todo, alguien que ama. Y el amante, mucho más que el amado, sabe que la suya es una espera solitaria.
Esta es una de las formas posibles de contar en qué consiste Ni una palabra de amor. Se trata de un corto de ocho minutos que se realizó a partir de la cinta de un viejo cassette encontrado adentro de un contestador automático. El aparato, a la vez, fue comprado en un mercado de pulgas. El video, dirigido por el Niño Rodríguez –dibujante, historietista y creativo publicitario; autor, por ejemplo, de las tiras del Pibe Bazooka (¡y del horóscopo!) entre 1996 y 2000– se puede ver en la web desde el 1 de agosto. Y además, ya es furor en las redes sociales con más de 150 mil visitas y piropos vía Twitter de realizadores como Juan José Campanella, quien lo calificó de “joya”.
El Niño Rodríguez habló con Tiempo Argentino para contar lo que todos se preguntan: de dónde salió esa cinta. “La historia es así. Hace muchos años, creo que fue 2003, un chabón va al mercado de pulgas y compra un contestador. Encuentra adentro un cassette, lo escucha para ver qué tiene y descubre un montón de grabaciones de un tal Enrique. Después le lleva la cinta a otro chico que es técnico de audio, Mariano Germán Flores. Él lo sube a la Web. Tiempo después, mi amigo Matías Kirschenbaum encontró el audio ahí en Internet y me lo mandó. Así descubrimos a María Teresa. Y no lo podíamos creer”.
La historia de amor entre esa señora y el tal Enrique empezó a ser chiste interno entre Rodríguez y su grupo de amigos. Entonces, el dibujante decidió rastrear el audio. Así se encontró con Flores, que pasó a formar parte del equipo de producción. “El asunto es que nos habíamos copado tanto con la historia que decidimos hacer un corto. Fue, más que nada, una cuestión que resolvimos entre gente conocida”, explica Rodríguez. Así, en 2011, horas antes de irse a Barcelona –donde vive actualmente– la actriz Andrea Carballo se puso en la piel de María Teresa. La grabación se realizó en apenas una jornada, en una casa que por entonces estaba a la venta y que finalmente fue derrumbada. Allí estaban las molduras rococó de las paredes, los cortinados y el velador vintage que aparecen en la escenografía. “Trabajamos con una versión editada del audio original que tenía unos quince minutos. La idea era que se ajustara bien a esa historia que ya estaba delineada en los llamados”, dice Rodríguez.
El corto participó en más de veinte festivales y recibió varios premios. Finalmente, el 1 de agosto fue estrenado online como un evento de Facebook. “Pasa que en los festivales internacionales no te aceptan trabajos que estén en la web, así que estuvo online en Vimeo pero con acceso sólo a través de contraseña. O sea, es como si no hubiese estado porque el acceso era super restringido. Ya no”, dice el dibujante.
¿Cuál es la clave del éxito? “Yo creo que es un corto con el que se enganchan vos y también mi tía. Además, todo el mundo fue un poco esa María Teresa o sabe de alguna historia así. Y también está el hecho de que era una cosa íntima, que estaba destinada a perderse y que se salvó de casualidad. No sabemos nada de María Teresa ni de Enrique. Y sin embargo, ahí están. Es todo un misterio. Y es maravilloso que así sea”, finaliza Rodríguez.
TIEMPO ARGENTINO