12 Aug La sucesión ya ha comenzado
POR RICARDO KIRSCHBAUM
Florencio Randazzo recuperó ayer fugazmente su cargo de ministro del Interior y anunció que el Frente para la Victoria fue la fuerza más votada en todo el país. Fue el atajo que el kirchnerismo eligió para esconder la derrota y el grave retroceso político que sufrió en estas primarias. El chiste se repito como letanía en todo el aparato de propaganda. El artificio fue transformar las PASO en una elección de distrito único.
Aún si fuera así, para seguir el sesgado razonamiento del oficialismo, el retroceso que experimentó el Frente para la Victoria fue contundente. Las comparaciones pueden ser aún más ilustrativas.
En 2011, el kirchnerismo obtuvo a nivel nacional algo más del 54%. Ahora habría perdido por lo menos 30 puntos. Y sufrido derrotas en distritos impensados, como Jujuy, Catamarca y San Juan, por ejemplo.
Fue un voto castigo claro y directo.
Sergio Berni hizo otro chiste: “Lo importante es octubre”, dijo para bajarle el precio a la derrota del FPV en Buenos Aires y los principales distritos del país, donde en algunos recibió una paliza.
Cristina cerró la noche felicitando a los que perdieron.
Las legislativas de octubre, si se mantiene esta tendencia, se asoman muy complicadas para el kirchnerismo, que aspira a obtener el número suficiente para intentar la re-reelección presidencial.
Si ese sueño ya aparecía lejano ahora ya es una pesadilla para el Gobierno.
Está claro, entonces, que en octubre ya se votará con la certeza que la sucesión de Cristina Kirchner ya ha comenzado.
Sergio Massa, que ha desafiado y derrotado al oficialismo en el bastión bonaerense, seguramente está tentado por anotarse en esa carrera para la Casa Rosada. El peronismo, que olfatea rápido dónde está el futuro poder, puede correrse en su ayuda. Esa es la preocupación de Daniel Scioli, que jugó mucho de su chance sosteniendo al oficialismo. Habrá que esperar hasta octubre para ver si esta tendencia que se evidenció ayer se mantiene en alza y la interna con Scioli se define de esa manera. Pero lo más probable es que Scioli reclame lo que antes consideraba suyo y el oficialismo lo abrace como un salvavidas de plomo. Ya se habla de que el “cristinismo” quiere que el jefe de La Cámpora, Andrés Larroque, sea el candidato a vicepresidente con Scioli. Una fórmula para que el gobernador de Buenos Aires duerma tranquilo.
Otro hecho destacado fue que la alianza de la UCR con los socialistas y otras fuerzas ha experimentado un repunte nítido. Y la vuelta de Cobos, un desafío.
El experimento de UNEN fue lo más atractivo. Esa verdadera interna impulsó a este frente a convertirse en la primera fuerza porteña, si se mantiene.
Individualmente, el macrismo triunfó en la primaria. Y el kirchnerismo porteño quedaría tercero si UNEN sostiene el caudal de votos que obtuvo ayer.
CLARIN