11 Jun La salud desde la visión de nuestro querido Carlos Bloch
En homenaje al maestro, médico, amigo, compañero Dirigente, su visión su claridad intelectual y conceptual ilumino el pensamiento y toco a quienes tuvimos la suerte de conocerlo y tratarlo.
Nos dejó físicamente recientemente, todo el cariño de la familia de Ospat a sus deudos Q.E.P.D
Por Carlos Bloch
La resolución de las demandas de salud y en consecuencia los modelos de atención han sido y son motivo de discusión en los mas diversos espacios.
En nuestro país se ha ido conformando un modelo prestacional, que paralelamente a los fuertes principios de solidaridad que singularizan el Sistema de la Seguridad Social, fue incorporando elementos no deseables, con resultantes negativos en términos de equidad, universalidad, eficacia y eficiencia.
A modo de análisis macro, podemos señalar primero la fragmentación a través de varios sub-sectores, en donde conviven superposición de esfuerzos y jurisdicciones por una parte con ausencia de respuesta por otra. La segunda en relación a la práctica sanitaria, está imbuida de una visión negativa de la salud, fuertemente vinculada a enfermedad y muerte, con escasa atención a la salud y su preservación. Es tan ostensible este deslizamiento, que todas las formas de retribución del sistema, pago por acto médico, capitado o cartera global, están siempre vinculados a acciones sobre condiciones de enfermedad o sus secuelas y son muy escasos, cuasi experimentales, las retribuciones e incentivos por mantener sana una población asignada.
Esta practica sanitaria pone en marcha toda una costosa y sofisticada estructura – cuyo alcance no puede ser universal y equitativo – actuando sólo cuando se pierde el “estado de salud”.
Como todo sistema, esta realidad ha condicionado fuertemente el comportamiento de los actores fundamentales: financiadores por un lado y prestadores por el otro.
Cada uno se fue replegando a su visión unilateral y a la defensa de intereses prima facie legítimos, pero que indefectiblemente terminaron actuando como fuerzas antagónicas y no necesariamente complementarias dentro del sistema.
Estas falsas antinomias, sólo se resuelven en la practica cuando todos los sectores confluyen, desde distintos roles, saberes y practicas, en un mismo fin: proteger la salud como bien social.
El vínculo entre financiador – léase en nuestro particular sistema, Obra Social – y prestadores médicos e instituciones, debe ser ya sin ninguna duda, asociativo.
Es en este contexto, que el beneficiario, en categoría de sujeto y no de objeto, ejerce plenamente su ciudadanía.
El derecho a la salud es una de las condiciones fundamentales para ejercer plenamente la libertad. La búsqueda permanente de nuevos y mejores modelos de atención de la salud, solidarios, con fuertes lazos de cooperación y comunión de objetivos, es un imperativo de la hora y es en este escenario, complejo pero apasionante, en donde tendrán respuestas las legítimas aspiraciones de cada uno de los actores.