Cómo avanzan las que llegan

Cómo avanzan las que llegan

Por Georgina Dritsos
Hija de un papá abogado y de una mamá que trabajó en el área de los idiomas y de los seguros, Sandra Yachelini (49 años, casada, una hija) se decidió a estudiar Ingeniería Electrónica en la Universidad Nacional de Rosario en los ‘80, luego de descartar su otra opción que era Derecho. “Siempre tuve bastante habilidad para las ciencias duras. Por aquellos años empecé a escuchar historias de robots, historias sobre tecnología, y me pareció que la ingeniería se relacionaba con las cosas que evolucionan y así fue que decidí empezar la carrera”, nos cuenta.
A Carolina Lemos (39 años, casada, un hijo) siempre le interesaron la publicidad y el marketing, así que decidió inscribirse en Publicidad en la UCES, como una forma de acercarse a ambos mundos.
Romina Alejandra Román (27 años, casada) sabía, desde muy chica, que quería ser “gerente de una empresa”. Y eligió como carrera Administración de Empresas en la UBA porque “tiene una formación amplia que te permite crecer en cualquier área: finanzas, marketing o ventas”.
Desde esos comienzos, que hoy parecen lejanos, estas tres ejecutivas recorrieron un fructífero camino profesional. En particular Sandra que hoy en su cargo de Directora de Microsoft para Argentina y Uruguay, es una de las poquísimas mujeres CEO de una empresa multinacional en nuestro país.
Carolina y Romina están también muy bien posicionadas. La primera ocupa el cargo de gerente de Comunicaciones de Marketing de la división Consumer Lifestyle en Philips y Romina es Senior Brand Manager de Skin Health para los productos Hinds y Etiquet de la empresa GlaxoSmithKline Argentina. O sea: Carolina y Romina se encargan de comunicar todo lo relacionado con sus respectivas marcas. Manejan los presupuestos de marketing y publicidad y organizan el lanzamiento de nuevos productos, entre otras tareas.

Apostar al desafío
El curriculum de Sandra exhibe una carrera impecable. Su primer trabajo fue en el marco de un programa de Jóvenes Profesionales en Siemens, compañía especializada en el rubro electrónico, donde se dio cuenta que no le interesaba tanto la cuestión puramente técnica, sino que prefería meterse de lleno en la parte del negocio. Luego pasó a IBM, primero también en un programa de Jóvenes Profesionales, donde tuvo un crecimiento profesional tan importante que terminó, al tiempo, siendo nombrada gerente de Canales para la Región Sur.
¿Pero, cómo fueron, Sandra, primero y luego, cronológicamente, Carolina y Romina dando cada paso de su carrera? ¿Y esos pasos que dieron, los planificaron o no? Veamos.
“No planifiqué los cambios en ninguno de los puestos que tuve -responde Sandra-. Cuando estaba en el programa de trainees de IBM le puse mucha garra, trabajé con gran dedicación e intenté aprender de gente con más experiencia, preguntando y escuchando a los clientes para entender qué querían”, recuerda. Cuando su entonces jefe le propuso cambiar de sector para entrar al área de canales como gerente, ella se arriesgó al aceptar. “Era un puesto más complicado, donde tenía que trabajar el doble y ganar más o menos el mismo dinero que en mi cargo anterior, pero tomé el riesgo porque sentí que era una oportunidad de aprendizaje”, comparte.
Sandra siguió arriesgándose. Se fue de IBM, algo que según cuenta no fue fácil de decidir, y a los dos años ya ocupaba el cargo de gerente para la Comunidad Hispánica en Sudamérica de EDS, otra compañía global de tecnología. Para Yachelini, su éxito profesional se basó en dos aspectos: aceptar los riesgos y estar en el momento justo en el lugar indicado: “Si uno no tiene el hambre de aprender, de desarrollar nuevas habilidades en el mundo competitivo de hoy, con la cantidad de gente capaz que hay en el mercado, no sobrevivís”, opina.

Capacitarse
El primer trabajo que tuvo Carolina Lemos en el área de la publicidad fue como redactora free lance para distintas agencias. Después consiguió una pasantía en Telecom, luego otra en Skytel, y a los 25 años se enteró a través del diario de que buscaban gente en Philips. Se presentó, la tomaron, y desde entonces trabaja allí. “Ese fue un momento bisagra porque decidí que quería entrar en una multinacional para dedicarme a full a la publicidad”, cuenta.
Carolina pasó por distintos puestos hasta que en 2008, gracias a una reestructuración, fue nombrada gerente de Comunicaciones de Marketing de la división llamada Consumer Lifestyle. Ella estaba preparada para asumir este nuevo desafío: había sumado a su CV un posgrado en Marketing y cursos de negociación en el IAE Business School. Según Carolina, la capacitación es clave. “Hay que plantearse qué camino uno quiere seguir y pensar qué te hace falta para lograrlo”, apunta. A la hora de analizar su crecimiento en Philips, comenta: “Mis jefes vieron mi compromiso, mi pasión. Siempre tuve claro que quería tener la posición que tengo hoy”.
Además, Carolina está convencida de que es fundamental verbalizar siempre las ambiciones, los deseos. “Yo todo el tiempo pedía más responsabilidad, más trabajo, quería hacer, aprender -cuenta-. Si uno tiene claro adónde quiere estar de acá a cinco o diez años, esa imagen mental posibilita que te actives en consecuencia, tanto consciente como inconscientemente”, asegura.

Evitar la quietud
La carrera de Romina es lógicamente más corta, porque es la más joven del grupo. Su primera experiencia laboral fue en el área de ventas de Café Cabrales y, al tiempo, decidió dejar ese trabajo fijo para ingresar al programa de pasantías en L’Oréal, empresa donde estuvo tres años y alcanzó el puesto de jefa de Producto de Coloración. Allí aprendió los secretos del marketing de productos de belleza que hoy aplica en GlaxoSmithKline.
“L’Oréal fue una gran escuela para mí”, comenta. Pero llegó un punto en que precisaba ganar más plata y empezó a buscar nuevos horizontes. Un día, navegando por la página web de Glaxo, encontró un puesto que le interesó y decidió mandar su CV. Así fue que desembarcó allí a fines de 2008, y hoy maneja las marcas Hinds y desodorantes Etiquet.
Según Romina, a ella le sirvió (y aún le sirve) su ansiedad, eso de que no le guste estar demasiado tiempo haciendo la misma tarea. También le sirvió su afán por aprender, por tomar cada día más responsabilidad, proponerse metas de crecimiento laboral y sincerarse con sus jefes, es decir, blanquear con ellos sus objetivos dentro de la empresa.
Para esta joven ejecutiva hay otros aspectos importantes a la hora de proponerse avanzar laboralmente. “Uno de ellos es el networking, o sea, tener muy buenas relaciones con todo el mundo y ampliar siempre la propia red. Uno puede ser muy bueno en el trabajo, pero también necesita visibilidad. Es importante que la persona que toma las decisiones sepa que existís y conozca tu trabajo. Hay que ser hábil para relacionarse con personas clave dentro de las organizaciones”, aconseja.
CLARIN