15 May 10 claves para gestionar mejor
Por Ximena Abeledo
Algunos conceptos pueden sonarles conocidos y otros más novedosos al oído. Como sea, las 10 tendencias del management que se describen a continuación, según expertos y analistas, pueden asegurarles un buen vuelo como pilotos de empresas argentinas, con o sin destinos internacionales.
Según las opiniones de distintos consultores, las claves para gestionar mejor en los tiempos que corren podrían agruparse en dos grandes conjuntos de tendencias: las referidas a la gestión de las personas y las que se concentran en las herramientas técnicas y tecnológicas. Combinadas, pueden resultar una guía de apoyo para los líderes empresarios, quienes, además, deben sumar vaivenes económicos, políticos y globales a sus exigencias diarias.
1 – Desarrollo de talentos
La conocida guerra por captar a los mejores talentos sigue siendo una prioridad para las empresas. Así surge de una encuesta que realizó IBM entre 1.700 CEOs de 65 países. Existe una nueva estrategia basada en la promoción de culturas más abiertas y colaborativas, que animen a sus empleados a conectarse, a aprender uno del otro y prosperar, en un mundo sujeto a continuos y rápidos cambios. La colaboración es, hoy, el primer rasgo que los CEOs valoran en sus empleados, dice Isabel Loaldi, líder de Capital Humano y Gestión del Cambio del área de Consultoría de IBM.
Para Ariel Fleichman, Vice President de Booz & Co., la temática se relaciona con la llegada de nuevas generaciones al mercado laboral, que imprimen cambios en los modelos de gestión, desde cómo atraer hasta como retener talentos.
El éxito de una empresa no depende meramente de replicar soluciones y procesos preestablecidos, sino de adaptarse creativamente a contextos dinámicos, sostiene Julián Lichtmann, socio de la consultora Ingouville, Nelson & Asociados. Por eso, la conducción necesita estar capacitada para implementar una agenda de desarrollo y retención de talentos, y la construcción de una cultura participativa, alineada a la estrategia del negocio, agrega el especialista.
2 – Comunicación y trabajo en equipo
Para apuntalar la gestión de talentos, los ejecutivos se apoyan en la comunicación y la mejora del trabajo en equipo para asegurar un clima positivo dentro del ámbito laboral. El respeto, la confianza y las sanas relaciones entre los miembros del equipo de trabajo son los atributos que se destacan. La comunicación efectiva es clave para la obtención de resultados, para lo cual es necesario trabajar en la reducción de los ruidos, que muchas veces se generan y distorsionan la comunicación, opina Claudio Fiorillo, socio líder de la práctica de Human Capital de Deloitte.
Desde la óptica de Fernando Moyano, gerente de Capital Humano de Auren, los ejecutivos saben que dar el ejemplo no es lo más importante, lo único que importa. Las competencias clave vinculadas con estos resultados son la visión estratégica, la comunicación (que incluye la capacidad de escucha e interprer), la influencia, la destreza de interacción y la delegación.
3 – Gestión de personas autónomas e innovadoras
Se trata de potenciar al empleado a través de los valores y una cultura más flexible. Para los CEOs que participaron de la investigación de IBM, que la organización sea más abierta ofrece una gran ventaja: Empleados más capacitados y motivados, libre circulación de ideas, más creatividad e innovación, clientes más satisfechos y mejores resultados. Pero la apertura también trae consigo más riesgo. Cuando los controles dejan de ser rígidos, las organizaciones necesitan contar con unos objetivos claros así como una visión corporativa que guíe la toma de decisiones, aclara Loaldi.
Tradicionalmente, las teorías del management fomentaban una concepción en la cual ser un buen jefe requería la responsabilidad de tomar decisiones correctas, transmitirlas a los miembros del equipo, controlar y supervisar su implementación a través de premios y castigos. Dicha concepción, hoy en día, resulta disfuncional para contextos organizacionales en los que el cuidado del negocio requiere personas menos dóciles y más comprometidas. Capaces de trabajar en equipo para abordar desafíos complejos y cambiantes, aporta Lichtmann.
Miguel Terlizzi, director General de HuCap, cree que los jefes o gerentes innovadores, orientados a un coach sistémico, escasean y son muy difíciles de encontrar en el mercado laboral. Las empresas que lo tienen lo cuidan y retienen de manera estratégica. Líderes tradicionales, cumpliendo el rol de dar órdenes y sesgos autoritarios abundan; cuando en realidad es necesario que sean verdaderos facilitadores, consejeros, mentores, patrocinadores, además de administradores y gerentes, explica Terlizzi, autor del libro El método RESE: Resultados Extraordinarios, Sustentables y Equilibrados.
4 – Integración de negocios globales
Además de procurar el mejor equipo, la comunicación y gestión interna, los ejecutivos están siempre preocupados por la marcha del negocio y cómo potenciarlo en un clima desafiante. Moyano, de Auren, marca como tendencia la integración de los negocios a nivel global, “bajo normas estandarizadas, que permitan el mejor rendimiento costo beneficio en cualquier punto del planeta. Para esto, es clave integrar los procesos locales con la infraestructura tecnológica global y, no menos importante, con las culturas de las fuerzas de trabajo en todos sus niveles y ubicaciones geográficas”.
Fiorillo, de Deloitte, habla de riesgos, ya que la gestión de los negocios “debe estar alineada a la implementación de la estrategia de la organización: pensar no solo en rentabilidad sino en rentabilidad ajustada al riesgo que se toma”. En definitiva -remarca Fleichman, de Booz-, los ejecutivos deben aplicar un modelo operativo acorde para operar en el contexto de empresa, mercado y país.
5 – La revolución de las analytics
Conocer más a fondo los clientes e intentar domarlos parece ser otra de las obsesiones de los CEO. Analytics es una herramienta relativamente novedosa que está en pleno auge.
“Los CEOs manifiestan invertir en información relativa de sus clientes más que en cualquier otra área funcional, muy por encima de inversiones en operaciones, análisis competitivo, financiero e incluso gestión de riesgo”, sostiene Loaldi, de IBM. De hecho, según la investigación de la empresa, más del 70% de los ejecutivos busca tener un mejor conocimiento individualizado de las necesidades de los clientes a través de analytics, lo que les da una mayor capacidad de respuesta personalizada.
La práctica está en el centro de la escena”, asegura Claudio Fiorillo. “Se trata de utilizar los datos para gestionar la información y tomar decisiones más inteligentes. La mayoría de las organizaciones tienden a centrarse en cinco áreas principales de toma de decisiones: clientes, cadena de suministro, finanzas, mano de obra y el riesgo. El mundo de hoy es más complejo y, por tal, las empresas tienen que considerar el ecosistema en el que existen, incluyendo corrientes sociales, económicos, ambientales y políticos que hubieran parecido fuera de su ámbito de competencia no hace mucho tiempo”.
6 – Mundo digital
Las múltiples posibilidades que ofrece Internet tampoco quedan afuera. Por eso, “la gestión digital debe estar presente. La tecnología juega un rol cada vez más importante en los negocios generando espacios de innovación día a día. Claro que algunos ejecutivos son más permeables que otros con respecto a ir adoptando nuevos conceptos en sus modelos y filosofías de gestión”, dice Fleichman, de Booz.
Al respecto, Moyano sugiere no confundir la integración de las redes sociales y el comercio 2.0 con la atención al cliente. “El mercado es cada vez más personalista y busca su satisfacción a través de relaciones personales”, acota el gerente de Auren.
Como ejemplo, Terlizzi, de HuCap, menciona el caso de Amazon “que puso en jaque a toda la industria del retail tradicional en EE.UU., dado que la competencia ya no es con otro retail sino con un gigante operador logístico cuyos costos de operación, por ende, son más bajos que los locales que exhiben los productos. Incluso, en muchos casos los clientes visitan los locales para conocer el producto y luego comprar electrónicamente al precio más bajo”.
7 – Procesos de servicios compartidos
Los procesos de shared services -servicios compartidos- y la tercerización de plataformas de IT, son otras de las vedettes en la actualidad. “El desafío en la teoría es muy beneficioso pero hay que tener experiencia en la implementación, ya que existen varios aspectos que, de no tenerse en cuenta, atentan contra el verdadero costo del cambio”, dice Moyano. Y agrega: “Las empresas deben buscar el mejor modelo entre procesos, tecnología y cultura para aplicar a su negocio y para esto deben tener un panorama claro de qué quieren lograr a futuro para aplicar todos los recursos limitados que se dispongan en ese camino”.
8 – Impulso a la innovación
Ante una presión por innovar que no cede, las empresas están respondiendo al reto con modelos colaborativos. “El aumento de la complejidad y de la competencia ha hecho de la colaboración la estrategia central de innovación en muchas organizaciones. No obstante, para poder adoptar con éxito modelos innovadores de colaboración, las organizaciones tienen la necesidad de construir relaciones más sólidas e integradas. En este contexto, aquellas organizaciones que decidan asociarse deberán compartir entornos colaborativos, datos y mecanismos de control”, dice Loaldi.
9 – Clientes personalizados
Como lo dicen todas las reglas de marketing, nunca hay que perder el foco en el cliente. Gestionar una relación individualizada parece ser un detalle más que significativo. Para gestionar eficazmente la relación con clientes, consumidores o ciudadanos de forma individualizada, las organizaciones deben recabar conocimientos y construir el perfil de toda persona a partir de fuentes que probablemente no haya sido consultado con anterioridad. El personal y los canales de atención al cliente deben estar preparados para actuar en base a este conocimiento, manifiesta Loaldi en base a los resultados de la encuesta a los CEOs.
10 – Gestión sustentable
Los consumidores, además, tienen cada vez más en cuenta los valores que caracterizan a las empresas, como por ejemplo sus acciones de RSE. Debemos aprender a encontrar oportunidades en la estabilidad, valorando mucho más el impacto social de las decisiones que se toman. Por otro lado, ya se empieza a ver en la conducta del consumidor con mayor relevancia la elección de productos y servicios que estén brindados por empresas socialmente responsables. La exigencia no es solo moral sino que será cada vez más también económica”, menciona Moyano, de Auren.
Terlizzi habla de resultados sostenibles “que logren mantenerse en el tiempo y que busquen beneficiar no solo a los accionistas sino también a los empleados, los clientes y proveedores como parte de un mismo sistema”.
EL CRONISTA