30 Apr Consideran a América Latina como un ejemplo contra la desnutrición
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), una agencia especializada de la ONU, consideró que América Latina y el Caribe son dos ejemplos para demostrar que la desnutrición “puede reducirse e incluso eliminarse”. El organismo, que analiza los avances en la lucha contra el hambre a nivel mundial, animó a la región a avanzar ahora hacia un acceso equitativo a la comida.
Según explicó la directora ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin, Latinoamérica y el Caribe lograron reducir en 16 millones el número de personas con hambre en 20 años, lo que “demuestra que se puede reducir, incluso se puede eliminar”. En 1990 había 65 millones de desnutridos, cifra que bajó a 49 millones en el período 2010-2012. “La priorización que los líderes de esta región han hecho para acabar con el hambre puede ser el camino a seguir, y si estos países continúan haciendo una inversión sostenible para erradicar el hambre estoy segura de que se puede hacer”, afirmó Cousin, quien explicó que iniciativas como “Hambre cero” en Brasil y la “Cruzada Nacional contra el Hambre”, lanzada hace poco en México, permiten pensar que la región tiene la oportunidad de convertirse en una zona libre de desnutrición. Para la directora del PMA, la batalla contra la desnutrición en Latinoamérica no pasa ahora por “llenar los estómagos”, sino por crear resistencia y aglutinar a las comunidades vulnerables para que “también ellos puedan luchar contra el hambre”. A pesar de los avances, Cousin sostuvo que aún entre un 20% y un 25% de la población latinoamericana y caribeña es vulnerable.
Las cifras de la ONU indican que hay más de 7 millones de niños en edad preescolar “crónicamente desnutridos” en la región, un problema que se concentra sobre todo en las comunidades originarias y afrodescendientes. Cousin explicó que la dificultad principal en Latinoamérica no es que “la producción de alimentos sea insuficiente”, sino los problemas que existen en algunos casos para que gran parte de la población pueda acceder a ellos. “Las poblaciones más vulnerables no tienen todo el dinero para comprar los alimentos en el mercado. Sería más un problema económico que de desastres naturales”, subrayó Cousin. Los casos más preocupantes en relación a la desnutrición en la región son los de Guatemala y Nicaragua.
La directora del organismo consideró que para el PMA lo “fundamental” es seguir ayudando a los gobiernos en el desarrollo y mejoramiento de planes y programas sostenibles para acabar con el hambre. El problema que viene enfrentando la agencia, según Cousin, es que se financia exclusivamente con contribuciones voluntarias. Además, durante los últimos 15 años una gran parte de sus recursos financieros llegaron de países que hoy están pasando dificultades por la crisis económica en Europa.
Para la jefa del PMA, esto plantea un “desafío” para el organismo debido a que hay un “número aumentado” de personas que necesitan ser alimentadas. “Las buenas noticias son que a pesar de que no estamos recibiendo tanto como esperábamos de los donantes tradicionales, estamos empezando a recibir contribuciones de países que antes no eran donantes, como Brasil, Arabia Saudita y Kuwait”, concluyó Cousin.
TIEMPO ARGENTINO