04 Apr Sólo tres de cada 10 argentinos se preocupan por consumir menos sal
Más del 65% de la población cree que es importante reducir la cantidad de sal, pero apenas el 31,4% busca bajar el consumo de ese ingrediente. Así lo reveló un estudio piloto realizado por el Ministerio de Salud de la Nación en la provincia de La Pampa, y que fue presentado ayer, en el inicio de la Semana Mundial de la Concientización sobre la Sal. Se trata del primer estudio efectuado en el país para conocer qué piensa la gente acerca de la ingesta de sal y cuál es su comportamiento al respecto. Los especialistas aconsejan usar otros condimentos durante la cocción.
El trabajo fue presentado por Marina Kosacoff, subsecretaria de Prevención y Control de Riesgos de la cartera sanitaria, quien analizó el resultado: “Nos habla de la percepción de la gente, lo cual es muy importante porque puede ayudarnos a diseñar nuevas líneas de trabajo y alcanzar un mayor impacto sanitario”. La funcionaria subrayó la necesidad de un abordaje “multisectorial” para reducir el consumo de sal en la población.
El estudio, que busca incidir sobre uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular, se realizó con 1451 personas. El 28,2% dijo que siempre o casi siempre le agrega sal a la comida en la mesa, y el 68,4% dijo que lo hace durante la cocción, mientras que el 14,9% cree que consume mucha sal.
Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles del ministerio, explicó: “Es muy importante no agregar sal mientras se cocina y lo recomendable es usar otros condimentos ya que, si se agrega sal durante la preparación, es mucho mayor la cantidad que hay que ponerle a una comida para sentir el sabor”. Por ese motivo, Laspiur remarcó que “los beneficios de la disminución del consumo de sal no es sólo para los hipertensos, sino para toda la población, de todas las edades”, y aconsejó: “Es una cuestión cultural que hay que cambiar: probar la comida una vez que está preparada y, en caso de considerarlo necesario, agregar la mínima cantidad posible de sal”.
Según el director de Promoción de la Salud, “cuando se reduce el consumo de sal, no se sacrifica el gusto; es algo que de ninguna manera afecta al paladar”. Si los habitantes redujeran en apenas tres gramos su consumo diario de sal, “se evitarían unas 6000 muertes al año por causa de enfermedades cardiovasculares”, agregó Laspiur.
Las muestras para el estudio fueron tomadas en las ciudades de Santa Rosa, General Acha y General Pico. Entre los hipertensos, el 74,2% consideró importante reducir el consumo de sal, pero entre quienes no lo son, la cifra se redujo al 60,5 por ciento. Sólo uno de cada cuatro consultados sin hipertensión arterial dijo hacer algo para controlar el consumo de sal, pero entre los hipertensos, la relación es casi de uno de cada dos.
Durante la presentación del trabajo, también se expusieron los resultados de la investigación titulada “Relación costo-utilidad de la disminución del consumo de sal y su efecto en la incidencia de enfermedades cardiovasculares en Argentina”, realizada por expertos del mismo ministerio. Ese trabajo consistió en un análisis de utilidad en función del costo, en términos del incremento en años de vida ajustados por la calidad (AVAC) que se produciría para el año 2020, como efecto de la reducción de tres gramos de sal por día en la dieta de personas mayores de 35 años. Allí se determinó que esta intervención generaría un ahorro neto de 3765 millones de dólares y una ganancia de 656.657 años de vida. Además, se obtendrían reducciones en la incidencia de enfermedad coronaria (24,1%), infarto agudo de miocardio (21,6%), accidente cerebrovascular (20,5%), en la mortalidad por enfermedad coronaria (19,9%) y por todas las causas (6,4%).
TIEMPO ARGENTINO