07 Mar Angustiada, la Presidenta elogió a su gran aliado
Por Ramiro Pellet Lastra
La presidenta Cristina Kirchner llegó tan rápido como pudo . No bien se enteró de la muerte de Hugo Chávez, subió al Tango 01, llevada por la tristeza de perder a un amigo y por la preocupación de quedarse sin su aliado más valioso.
Ya en Caracas, se reunió con la familia del presidente , que la esperaba, como a otros mandatarios y diplomáticos, en la capilla ardiente de la Academia Militar.
Por la noche, de regreso en el hotel Tamanaco, donde se aloja, dijo que la movilización de ayer “no hizo más que ratificar un liderazgo histórico de Chávez, en su país, en la región”. En declaraciones reproducidas por la agencia Télam, añadió: “El comandante Chávez, el compañero y amigo, ha entrado en la historia”.
Las calles de Caracas estuvieron convulsionadas desde temprano por el cortejo que había comenzado a las 11, y cuyos miles de manifestantes se agolparon frente al Hospital Militar desde el alba. Mientras tanto, la hotelería colapsaba por la llegada de políticos y periodistas que colmaron hasta las pensiones más modestas.
En ese contexto, la Presidenta, a la que el embajador argentino en Venezuela, Carlos Cheppi, describió como “muy angustiada”, hizo su aporte con una comitiva poco modesta.
La Presidenta llevó en su avión al jefe de Estado uruguayo, José Mujica, y a su mujer, Lucía Topolanski, admiradora de Chávez.
Las primeras declaraciones públicas de la mandataria llegaron a través de un comunicado conjunto con otros líderes de la región.
Cristina Kirchner, Mujica y la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, expresaron en un comunicado su “profundo pesar” por la muerte de Chávez y destacaron que su “figura quedará fijada en la memoria colectiva de América latina”.
En el texto, describieron a Chávez “como un gran luchador por la autonomía en el escenario internacional” y marcaron como un “hito histórico” del Mercosur el reciente ingreso de Venezuela.
Unas horas más tarde, al llegar a su hotel, Cristina Kirchner dijo: “Creo que hombres como Chávez no mueren, se siembran. Uno de los grandes méritos de Hugo fue romper una estructura cultural y mental de muchísimos compatriotas que creían que no era posible otra Venezuela”. Cuando se le preguntó qué mensaje le enviaría a la oposición, dijo: “La unidad nacional es lo más importante”.
El estado anímico de la Presidenta ya había sido anticipado por el embajador argentino en Venezuela, que en declaraciones a Radio La Red señaló que la relación con el líder bolivariano fue de “afecto, mucho más allá del protocolo”.
De hecho, fue Chávez el mandatario extranjero que permaneció más tiempo en Buenos Aires luego de la muerte de Néstor Kirchner, acompañando a Cristina durante los funerales del ex jefe del Estado.
“[Los unía] una relación de afecto, mucho más allá del protocolo”, agregó Cheppi. Y dijo que, a raíz de aquella vigilia de Chávez de 2010 en Buenos Aires, “ahora ella se siente en la misma obligación”.
Dolorida y en silencio, la Presidenta estuvo acompañada de su hija, Florencia, y de su hermana, Giselle. Habló poco con su comitiva.
Más tarde, ya en la capilla ardiente, hizo una guardia de honor ante el féretro de Chávez junto con Evo Morales y Mujica.
Los ministros Héctor Timerman y Julio De Vido, junto con los secretarios Carlos Zannini (Legal y Técnica) y Alfredo Scoccimarro (Comunicación Pública), pasaron varias horas en la capilla ardiente, antes de que llegara la Presidenta.
En su comitiva también viajaron el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; el jefe del bloque de senadores oficialistas, Miguel Ángel Pichetto; el diputado camporista Andrés Larroque, y el legislador porteño Juan Cabandié.
Como se anunció no bien se conoció la noticia de la muerte de Chávez, Cristina suspendió un acto en Casa de Gobierno y firmó antes de salir el decreto 250, que dispuso tres días de duelo nacional.
El Boletín Oficial destacaba, entre otros puntos, que “las llegadas de Hugo Chávez al Palacio de Miraflores en el año 1999 y del doctor Néstor Kirchner a la Casa Rosada en el año 2003 abrieron una etapa histórica sin precedente en el vínculo entre ambos países”.
La Presidenta, según se especula, se quedaría en Caracas por lo menos hasta mañana a la mañana, cuando habrá una ceremonia más íntima para despedir a Chávez con la participación de los jefes de Estado.
LA NACION