“Acá hay mucha tradición de rock”

“Acá hay mucha tradición de rock”

Por Juan Manuel Strassburge
El idilio de Jimmy Rip con Argentina tiene un punto cero: el de él mismo sentado horas frente a la compudora en su casa de Beverly Hills, Los Ángeles, y cuestionándose el cariz burocrático que había ido tomando su vida. Porque Rip, guitarrista favorito de Mick Jagger en la época de Wanderin Spirit (su mejor disco solista, del ’93), compinche durante años de Tom Verlaine de Television (al punto de salir de gira con la banda en su última encarnación) y responsable del gran regreso de Jerry Lee Lewis con su excelente disco de duetos, Last man standing, que produjo en 2006 (y que contó con estrellas de la talla de Bruce Springsteen, Buddy Guy, BB King, Neil Young y otros, había logrado aparentemente todo: el éxito. Aunque le faltaba algo: el rock’n roll.
“Ya ni siquiera salía tocar y toda mi actividad se reducía a subir o bajar los parámetros de producción de un disco en una pantalla”, cuenta el guitarrista, instalado desde hace casi cuatro años en el país. “Pero un día, un fan, a través de un Facebook, me empezó a insistir con que viniera para la Argentina. Que él me organizaba unos recitales y que yo sólo tenía que tomarme una avión y listo. Al principio no le hice mucho caso, pero en un momento evidentemente me convenció porque junté unas millas y me vine”.

Sin duda, una decisión que le cambió la vida. Porque desde entonces Jimmy Rip no sólo se reencontró con el rock que venía haciéndole falta (volvió a formar una banda, tocar en vivo y grabar un disco, por ejemplo) sino que incluso fue más allá y entabló amistad con lo más destacado del rock local, línea stone. O sea: Juanse y los Ratones, Andrés Ciro, Gabriel Carámbula, El Zorrito Von Quinteiro, Los Guasones pero también Charly García y hasta Spinetta (ver recuadro). Con todos ellos, Rip compartió decenas de shows y zapadas, se empapó experiencia del rock a la argentina, y… quedó prendido. “Después de aquel primer viaje en 2009 fui y volví un par de veces, pero me di cuenta de que cada vez me entristecía más volver y que LA ya no me interesaba más. Entonces vendí el auto, puse en alquiler mi casa y me instalé acá definitivamente”.

–¿Qué es lo que te atrapó de Buenos Aires?

–Me recuerda mucho a cómo era Nueva York a fines de los ’70 y principios de los ’80. Con sus cosas malas como su lío constante, la caca de los perros en la vereda. Pero también lo bueno: los bares abiertos hasta tarde, las bandas nuevas apareciendo todo el tiempo, los adolescentes siempre cargando alguna guitarra en la espalda… Allá ya no es tan así. Los chicos están más interesados en YouTube, los videojuegos, se la pasan sentados frente a un monitor. Cuesta mucho tocar bien un instrumento, tenés que dedicarle muchas horas, y muchos prefieren meterse en Facebook (risas). Acá, por otra parte, hay mucha tradición de rock. A mis amigos de los Estados Unidos les cuento que aquí la gente todavía discute si Jimmy Page es mejor que Jeff Beck, o si Led Zeppelin es más grande que AC/DC. ¡Y yo amo esas discusiones!
Así, Rip no tardó en frecuentar la movida stone de Maquena, las fiestas rockeras en el Roxy y formar su propia banda (un trío con las jóvenes Luli Bass en bajo y Silvana Colagiovanni en batería) con quienes editó Jimmy Rip and the Trip, su vuelta al rock de su propio puño y letra. En el disco hay aportes de Andrés Ciro (la excelente “Playin’ hookey”), Juanse y Los Ratones (en su última grabación juntos a la fecha), Facundo Soto de Los Guasones (a quienes prevé producir prontamente, al igual que a La 25) y Valentino “Leeva” Spinetta en un sorprendente tema de apertura con beat de reaggetón. “Tiene que ver con que siempre escuchaba ese beat en los paradores donde toqué ese primer verano que pasé en la Costa. Y me dije: ‘¡Tengo que hacer un tema con ese ritmo! Sé que no es muy rockero, pero a mí me atrae’.”
Lo que sí es rockero, claro, es el resto del disco, que exuda rhythm and blues en cualquiera de sus escuchas y encaja bien con la tradición stone del rock argentino. “En los Estados Unidos, cuando llegás a los 40, prácticamente dejás de existir si no sos una súper estrella. Y acá, en cambio, se tiene mucho respeto por los artistas con trayectoria como Charly, Fito, Spinetta, y se tiene conocimiento por la historia del rock’n roll. Y mí me encanta que sea así.” «

Rip y la “onda” con spinetta
Con el primero que estableció contacto Rip fue con Juanse, fanático –como casi todos– de los oficios del guitarrista junto a Mick Jagger. Ambos ya se conocían de las grabaciones de Expresso Bongo, el primer disco solista del ex paranoico, que determinó una primera visita de Ripp al país para unos shows de Ratones en el ’97. “Ahí conocí a Pappo sin saberlo”, cuenta. Pero para el vínculo con Spinetta iban a faltar algunos años: “Fue en el último Luna Park de Los Ratones. Juanse me presentó al Flaco antes del show y en seguida tuvimos buena onda. A la semana lo fuimos a visitar a su casa y le mostré un tema que le gustó mucho, al punto que me propuso cantarlo y hacer una letra juntos. Recuerdo que Juanse abrió grande los ojos porque según me dijo no era común que Luis hiciera esto. Tiene muy pocas colaboraciones con otros músicos. Y yo estaba feliz. Desde el primer momento, Spinetta me pareció un artista con un magnetismo impresionante. Una persona especial. Pero luego apareció su enfermedad y un día me llamó para avisarme que los informes médicos le habían salido mal y que no iba a poder cumplir con lo prometido. Tuvo ese hermoso gesto. Y yo se lo agredecí, obviamente. Le aseguré que no le diría nada a nadie. Y cumplí. Fue una tristeza enorme perderlo al Flaco.”

TIEMPO ARGENTINO