16 Feb Crece la obsesión por los zapatos de diseño
Por Liza Foreman
En algún lugar entre los tacos altos de Carrie Bradshaw y la llegada del film Halley Berry Shoe Addicts Anonymous (que se trata de un grupo de apoyo para adictos a los zapatos), se encuentra Shoe Obsession, una muestra que se inauguró dentro del museo del Institute de Tecnología de la Moda (FIT, por sus siglas en inglés) de Nueva York y que aborda nuestro amor por los calzados fabulosos.
Valerie Steele, directora de los museos y cocuradora de la exhibición, comentó: Observamos una gran aumento del interés por los zapatos en los últimos diez años, con diseñadores como Nicholas Kirkwood compitiendo con los maestros Manolo Blahnik y Christian Louboutin. Esto va más allá de la cultura y del género. La alta moda se volvió más cara y más conservadora, y la gente está sacando mayor provecho de los accesorios.
El calzado es un valor en alza que ha pasado de ser un complemento a ser una parte fundamental en la indumentaria de una persona, explicó Steele. Y esta tendencia ha incidido en los precios del calzado de lujo, que en la última década se han elevado considerablemente.
Si bien la colección de zapatos de la FIT comprende unos 4.000 pares, la exposición en sí muestra unos 150 ejemplos de calzados contemporáneos de más de 50 diseñadores. Shoe Obsession recalca los estilos extremos, lujosos e imaginativos que convirtieron a los zapatos en el centro de la moda, asegura el instituto.
Se pueden ver los zapatos dOrsay plateados que aparecieron en un episodio de Sex and the City de 2003 llamado El derecho de las mujeres a unos zapatos; las famosas sandalias con suela roja de Christian Louboutin de sus desfiles del otoño boreal; los diseños con plumas, tacos en llamas o en forma de pistola o de lápiz de labio, o incluso hechos de cristal, son algunos ejemplos del tipo de calzado que se pueden contemplar detrás de las vitrinas.
También se pueden ver desde unos zapatos de Nicholas Kirkwood con un altísimo taco con la forma de una de las famosas siluetas del artista Keith Haring, hasta unos de altísima plataforma ideados por la reina de la extravagancia, Lady Gaga, bajo el sello Noritaka Tatehana.
Nuestro criterio de selección se ha basado en la parte estética de los zapatos. Queríamos que la exposición mostrase miniesculturas. Queríamos que los zapatos elegidos fuesen pequeñas grandes obras de arte, resumió Valerie Steele.
EL CRONISTA