30 Jan La economía argentina le pone una ficha a la reina Máxima
Máxima Zorreguieta está a punto de cumplir el sueño de muchas niñas. Quizás lo soñó en 1976, cuando con apenas cinco años jugó a ser una reina y hoy, 36 años más tarde, está a punto de serlo.
La hija de Jorge Zorreguieta, el ex secretario de Agricultura de la última dictadura militar, está por coronarse reina una vez que la actual monarca de Holanda, Beatriz I abdique en favor de su hijo Guillermo Alejandro de Orange-Nassau, el príncipe que se casó con la argentina en 2002.
El cambio en el trono será el próximo 30 de abril y, aunque las revistas de la farándula lo mostrarán como la primera argentina en ocupar tan alto cargo en la realeza, para aquellos que no están tan pendiente del devenir de los príncipes ni de las coronas, el dato puede ser positivo desde el punto de vista comercial. Es que Máxima, madre de tres hijas, en una entendida en economía y finanzas. De hecho, después de egresar en el prestigioso Northlands School de Buenos Aires y de recibir el título de economista en la Universidad Católica Argentina, la hasta ahora princesa trabajó para HSBC James Capel en Nueva York, donde llegó a ser vicepresidenta de ventas institucionales para América latina. También en Nueva York trabajó Deutsche Bank, donde llegó a ser vicepresidenta de ventas institucionales. Desde mayo de 2000 hasta marzo de 2001 permaneció trabajando en la oficina del Deutsche Bank en Bruselas.
En materia comercial la realidad indica que durante el último año Holanda exportó a la Argentina por un monto de u$s 7.000 millones, mientras que compraron en este país por un total de u$s 2.500 millones. El potencial de crecimiento para los productos argentinos es bastante, y mucho más apalancado en el cariño que le profesan a Máxima.
Según el Central Bureau voor Statistiek durante el 2009 el país europeo compró productos argentinos por 1.518 millones de euros, en 2010 la cifra subió a 1.526 millones y al año siguiente se realizaron operaciones por 1.616 millones de euros.
Un trabajo de la embajada de los Países Bajos en la Argentina afirma que los productos agropecuarios constituyen la principal base de exportación hacia Holanda entre los que se destacan carnes, vegetales, frutas, vinos, azúcares, cacao, granos, bebidas, oleaginosas, aceites, productos lácteos, químicos orgánicos y maquinaria industrial. Por otra parte, el trabajo señala que el sector químico creció en los últimos años, particularmente, orgánicos, aceites esenciales y resinoides y derivados.
Del 100% de las ventas argentinas el 36% son residuos y desperdicios de las industrias alimentarias (alimentos preparados para animales). Asimismo, Holanda compra 26% del biodiesel argentino que llega a Europa.
El año pasado la futura reina acompañó a su marido y a 175 empresarios y funcionarios holandeses a una gira comercial por Brasil, el principal destino de las inversiones holandesas. El rol en la economía holandesa de la próxima reina no es sólo para las fotos, y es algo que la Argentina puede, tal vez, aprovechar.
EL CRONISTA