25 Jan Dengue: una amenaza mundial
El dengue es la única enfermedad tropical desatendida (ETD) que se ha expandido en la última década, su incidencia se ha multiplicado por 30 en los últimos cincuenta años y tiene el potencial real de convertirse en epidemia mundial, según advierte un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El texto, denominado “Mantener el impulso para superar el impacto global de las enfermedades tropicales desatendidas” analiza el impacto que las ETD tienen en el mundo y se sugieren políticas públicas que podrían aplicarse para reducir o incluso erradicar su incidencia.
De las 17 enfermedades que incluye la OMS en el grupo ETD, el dengue es la única que representa una “amenaza global”.
En 2012, fue la enfermedad viral ligada a un vector (el mosquito) que más rápido se expandió en el mundo.
“No hay una región en el mundo donde la enfermedad no esté presente; si no se controla correctamente puede dispararse y convertirse en una verdadera pandemia”, afirma el experto de la OMS Raman Velaywdhan.
El dengue es ya una enfermedad endémica en 100 países del mundo, incluyendo la casi totalidad de las naciones de América Latina y el Sudeste Asiático; entre 50 y 100 millones de personas contraen la enfermedad anualmente; 500.000 de ellas padecen la versión más grave, conocida como hemorrágica; y unas 22.000 mueren.
Pero los centros de investigación especializados en la materia elevan la cifra de personas en riesgo de contraer el dengue de 2.000 a 3.600 millones y los infectados de 50 a 500 millones, mientras la globalización acelera aún más la incidencia del mal.
“El incremento de personas y mercancías que viajan por el mundo, y el cambio climático que ha aumentado las temperaturas y ha incrementado las inundaciones han contribuido a esta silenciosa expansión de la enfermedad”, afirmó Velaywdhan.
El vector transmisor del dengue es la hembra del mosquito Aedes Aegypti (en Asia) o Aedes Albopictus (en el resto del mundo, especialmente en América Latina) que necesita la proteína de la sangre para poder gestar a sus larvas.
El mosquito es urbano y pica de día, un factor que lo convierte en más peligroso que el que transmite la malaria, que pica de noche.
A falta de vacuna y tratamientos para curarlo, la única arma efectiva contra este mal es prevenir el contagio, algo que se logra con conocimiento, constancia y la fumigación de todos los rincones y pequeños recipientes donde podría haber agua estancada: lugares escogidos por los mosquitos hembra para depositar sus larvas.
Ante esta situación, la OMS recomienda una estrategia multidisciplinar y complementaria que abarque cinco áreas de trabajo: diagnosis y control de casos; vigilancia integrada y respuesta a brotes; control sostenido del vector; implementación futura de las vacunas; e implementación de las investigaciones.
Si se aplicase en todos los países, la agencia sanitaria de Naciones Unidas considera que, para 2020, se podría reducir la incidencia del dengue en un 25 % y la mortalidad en un 50 %.
EL LITORAL