Videos sociales de corta duración y alto impacto

Videos sociales de corta duración y alto impacto

Por Luján Scarpinelli
Quería contar historias. Simples, cotidianas, con protagonistas corrientes. Agustina Landi lo supo desde siempre. El cómo lo encontró, o mejor dicho, lo creó atando cabos sueltos que se unieron en Fun Face.
Distintos formatos de producción de videos sociales forman parte del portafolio de la empresa en la que logró cumplir con su pasión por el cine de forma rentable y creativa. El slogan promocional de Fun Face lo explica más claro: “Tu historia en película”.
“Se arman videos para casamientos, cumpleaños u otro tipo de eventos sociales en los que ponemos creatividad para contar historias en forma atractiva y buscando generar emociones”, dice Landi (35), que estudió Diseño de imagen y sonido en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y paralelamente se capacitó en Publicidad en la UCES.
La cronología de su carrera tuvo en los primeros años trabajos ad honórem como asistente de producción en el cine independiente, un paso por la productora Polka, donde desempeñó el cargo de asistente de arte y, finalmente, una enriquecedora experiencia en posproducción en el canal Fashion TV. En esa última época, con algo de tiempo en el ruedo, ya usaba sus horas libres para una iniciativa propia: filmaba casamientos y eventos que luego editaba con una isla de equipos que había montado en una habitación de su casa. “Con los contactos que iban surgiendo en el trabajo y de mi propio ámbito social, también empecé a hacer videos para clientes corporativos”, relata Agustina.
En 2005 dejó el canal. Entonces, tomó forma Face to Face, una firma en la que, asociada con su hermana, sirvió de sustento para impulsar lo que hoy es Fun Face. La primera compañía, aún vigente, ofrece servicios de diseño y comunicación audiovisual e industrial. Además de crear videos institucionales, instructivos o de lanzamientos, abarca, por ejemplo, la creación de stands y exposiciones. Sobre esa base de recursos, Fun Face tomó fuerza y logró caminar sola. En 2011 facturó 450.000 pesos.
“Era un poco reacia a dedicarme a lo social, pero vi que me daba satisfacción el desafío de escuchar, interpretar a la gente que tenía algo que contar”, dice la emprendedora, cuyo proyecto, iniciado con una cámara usada, pasó de ocupar una habitación en la casa paterna a copar la planta baja.
En 2007, con menos prejuicio, se entregó a la idea que terminó de definir al año siguiente en una ocasión especial: su casamiento. “Encontré un nicho”, celebra la joven, que arma videos de corta duración y alto impacto.
Todo surgió de la experiencia personal: “Veía que los videos de los casamientos eran aburridos, no decían demasiado o sólo unos pocos los entendían. Por otra parte, la calidad no era buena; los personajes se veían oscuros y el audio era malo”, cuenta. Alejada ya del registro de los hechos, del video típico de casamiento, creó soluciones a los problemas planteados.
Uno de ellos es la trivia interactiva, un juego en el que participan todos los asistentes, impregnado de una historia, la del o los homenajeados. Ejemplo: la pantalla se enciende en una boda; un conductor (creado por animación) plantea interrogantes al público, que responde en una tarjeta la opción que cree correcta. El resultado da un puntaje y la cantidad de aciertos indica cuánto se conoce a la pareja que contrajo matrimonio.
El proceso para llegar a ese resultado novedoso y de calidad Full HD es personalizado y sencillo. La pareja concurre a la cita; completa una planilla, en la que, dice Agustina, “pone por escrito su ADN”. Eso dispara la creación. De todo el proceso, y según el formato elegido, surge un guión en el que se describe el curso del video y el audio. El proceso involucra a todo un equipo. La dotación de recursos de Fun Face, que empezó con dos empleados que creyeron la promesa de crecer junto con la empresa, consta actualmente de guionistas, camarógrafos, editores, locutores, un ilustrador y un productor.

Efecto multiplicador
El punto a favor del negocio es el efecto multiplicador de la diversidad de la oferta. Los eventos suelen requerir más de un producto, y eso engrosa el volumen de trabajo y los ingresos. En un cumpleaños de 15, por caso, puede proyectarse un videoclip con maquillaje y vestuario y una denominada “biografía exprés”, que relata con gran dinámica momentos significativos y anécdotas con fotos, imágenes y video. El paquete puede costar unos $ 10.000. Entre otras posibilidades, una trivia puede ascender a $ 6000, mientras que un perfil parte de esa suma hasta $ 7000. Este último fue elegido por la modelo Rocío Guirao Díaz y Nicolás Paladini. La secuencia de diez minutos enlaza fotos y voces que construyen un relato íntimo de la pareja.
Cualquiera de los enlatados puede convertirse en un video 3D (con profundidad y no relieve). Para apreciarlo, Fun Face entrega a cada invitado un par de anteojos bicolor. El precio de esta posibilidad aún poco difundida se eleva hasta los $ 20.000. “Con el fin de dar cuerpo a su valor mayormente intangible -dice la joven-, el producto se entrega en una bolsa que contiene el DVD con su caja de película, una invitación a la avant- première y una pequeña bolsa de pochoclos.
La meta más próxima de Fun Face es agregar algo de diseño industrial a la solidez visual, y así integrarla con la tarea de Face to Face.
LA NACION