20 Nov Filantropía catalítica
Por Bill Gates
Creo en el poder del capitalismo para mejorar la vida de las personas. Donde se permite el libre mercado, es ágil y creativo. Puede satisfacer la demanda en todo el mundo y juega un papel preponderante en mejorar el estándar de vida.
Pero cuando hice mi primer viaje a África con mi esposa Melinda, tuvimos nuestro primer encuentro con la pobreza profunda. Poco después de regresar, leímos que millones de niños pobres de África morían año a año de enfermedades que no matan a nadie en este país; sarampión, malaria, hepatitis B, fiebre amarilla. El rotavirus, al que no conocía, mataba medio millón de niños por año.
Suponíamos que si millones de niños estaban muriendo habría un esfuerzo mundial para salvarlos. Pero estábamos equivocados. El mercado no apuesta sumas importantes en investigación cuando no hay compradores. Esto explica la falta de una vacuna para la malaria.
El Estado cumple una función Importante en cubrir esta brecha. Puede ofrecer servicios que el mercado no ofrece y así proporcionar una red de segundad. Pero también tiene sus propios obstáculos para la financiación de la innovación. Generalmente no tiene una perspectiva extensa, porque los ciclos electorales son breves. El gobierno tiene aversión al riesgo, debido a la intención de los opositores políticos de aprovechar los fracasos. A
diferencia del mercado, el gobierno no fomenta muchos innovadores, sino que respalda sólo a los que progresan.
Por eso, hay un gran espacio de innovación sin explorar que puede tener rendimientos fantásticos.
A medida que Melinda y yo nos involucrábamos más, observamos que algunas vacunas cruciales estaban almacenadas sin distribuirse y que otras no se fabricaban.
La función de la filantropía es comenzar con ese trabajo. Usamos fondos de nuestra fundación para establecer un sistema que hiciera trabajar las fuerzas del mercado para los pobres, que garantizara las compras para que las empresas farmacéuticas pudieran ganar algo de dinero o al menos no perdieran. Los gobiernos comenzaron a poner dinero y algunas farmacéuticas comenzaron a incluir las enfermedades del mundo más pobre en su modeio de negocio. Desde 2000, esta asociación de filantropía catalítica vacunó a más de 250 millones de niños y previno más de 5 millones de muertes. Y es posible una vacuna para la malaria en 2015.
Con Melinda, tenemos el honor y la responsabilidad de ser solidarios de la mejor manera dentro de nuestras posibilidades y mediante los recursos que recibimos. Pero no es necesario presidir una fundación para tener impacto. Los que asumen un riesgo necesitan apoyo. Las buenas ideas necesitan divulgación. Las comunidades olvidadas necesitan publicidad. Si tu recurso principal es tu tiempo para trabajar como voluntario, o bien, el dinero que ganaste con esfuerzo, la filantropía catalítica puede tener un gran impacto con una inversión.
FORBES