La vida en positivo

La vida en positivo

Por Julia Talevi
Cierre los ojos. Imagine una noche de estrellas que se convierte en luna llena. Haga que la imagen desaparezca de inmediato. Vuelva a comenzar. Abra los ojos y respire profundamente. Este ejercicio breve sirve, según explica el doctor Antonio Las Heras en su libro “Permiso para una vida mejor”, para recuperar energías positivas.
Las Heras es uno de los profesionales que se dedican a luchar contra la cultura de la queja, la victimización, la crítica y todas las negatividades, practicando y difundiendo el control mental y el pensamiento positivo. “Desde chicos, en la familia, en la escuela y en la sociedad nos enseñan el pensamiento negativo. Pero no es más que un esquema de pensamiento que puede modificarse. Cuando la persona dice ‘Qué desgracia la mía’ se pone en el lugar de víctima y no asume la responsabilidad de su vida”, explica Las Heras.
La propuesta de pensar en positivo puede simplificarse en el conocido ejemplo del vaso medio lleno o medio vacío. La idea es aprender a ver en todos los aspectos de la vida el vaso medio lleno, porque, según Las Heras, “destacar lo positivo implica psicológicamente una forma de ver la vida”.
Cambiar el punto de vista para adoptar uno positivo no implica negar las dificultades, el dolor y el sufrimiento, sino todo lo contrario. Hay que pensarlos como desafíos que a medida que son superados y resueltos se alcanza un crecimiento y una transformación personal. “En la vida no hay sólo pajaritos de colores, si me levanto angustiado tengo que indagar cuál es la causa personal de mi angustia. Hacer un diagnóstico concreto del dolor como síntoma y no como causa. En el pensamiento positivo todos los imprevistos y dificultades me sirven para mejorar mi conducta, porque me llevan hacia una búsqueda real interna, no hacia afuera”, asegura Las Heras.
Esta nueva actitud en pos de ver la vida con mejores ojos se instala en los hábitos de las personas a través del entrenamiento: hay que practicar diferentes ejercicios. Lo más importante es repetirlos muchas veces, ser constante y perseverante. Las Heras dice que “hay que lograr que los pensamientos positivos se instalen de la misma manera que un pensamiento habitual. Los ejercicios hacen que las programaciones psíquicas positivas ingresen al inconsciente y surjan solas”. Pueden aplicarse en todos los aspectos de la vida. Sirven desde para dejar de fumar y conseguir un trabajo mejor hasta para bajar de peso y curar el insomnio, por ejemplo. “Eso sí -advierte Las Heras-: esto no implica dejar de ir al médico, ya que el pensamiento positivo hay que tomarlo como una herramienta que -siempre- suma a la ecuación”.
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